Chile recupera el salón de La Moneda en el que murió Allende tras el golpe
Bachelet homenajea al presidente a los 35 años del golpe de Pinochet
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, inauguró ayer en el segundo piso del palacio presidencial de La Moneda de Santiago el restaurado salón donde hace 35 años, el martes 11 de septiembre de 1973, el primer jefe de Estado socialista del país, Salvador Allende Gossens, se quitó la vida para evitar rendirse a los golpistas liderados por Augusto Pinochet.
En una jornada en la que hubo decenas de homenajes al presidente mártir y a las víctimas de la dictadura militar, la restauración del espacio en el que Allende pasó sus últimos minutos fue la ceremonia más emotiva de un aniversario en el que hay previstos actos nocturnos de protesta en las barriadas periféricas.
Un grupo de 25 personas, dirigido por la teóloga Fernanda Villegas, ha trabajado durante tres meses para restaurar la estancia de la forma más aproximada a como era cuando Allende murió. Tras un acto ecuménico en La Moneda, Bachelet y dos hijas y una nieta de Allende subieron hasta el lugar, en una escena transmitida por televisión. Depositaron rosas rojas en una placa conmemorativa de las víctimas.
Al entrar al ahora llamado Salón Blanco Presidente Allende, resalta en el muro posterior un retrato de cuerpo entero de Allende de más de dos metros de altura, donado por el pintor chileno residente en Madrid Aldo Bahamonde. El cuadro parece dar la bienvenida detrás de uno de los escritorios que usó Allende y una de sus sillas favoritas. A un lado, un busto conserva aún restos de metralla del día del golpe.
En el salón blanco hay una alfombra y un sillón de felpa roja, similar a aquel en el que murió Allende, en cuyos tejidos se encontraron restos de sangre al ser restaurado, aunque no se sabe de quién era. También se pudo encontrar en otras dependencias del Palacio el gobelino que estaba detrás, con una escena campestre.
El trabajo de restauración fue complejo. Tras la devastación del palacio que dejó el bombardeo de los golpistas, Pinochet demolió y cambió la arquitectura de este sector de La Moneda, intentando "borrar todo vestigio de Allende y la épica resistencia, literalmente, a cal y canto", dijo Bachelet. Fue necesario esperar a que la democracia ya consolidada comenzara la recuperación de este espacio, durante el gobierno de Ricardo Lagos, para el 30º aniversario de la muerte del ex presidente.
"En el futuro, serán miles los escolares que seguramente visitarán este lugar y aprenderán aquí la lección histórica que nos dejó Allende y aquel puñado de hombres y mujeres leales y valientes que decidió resistir el embate artero de quienes no creían en la libertad. Esa lucha desigual quedará para siempre en la memoria de nuestra gente y ya es parte de nuestra historia y esencia como nación", afirmó ayer Bachelet.
Para la reconstrucción fueron entrevistadas personas que estuvieron en La Moneda el día del golpe y se utilizaron fotografías y planos originales. Algunos de los muebles todavía estaban en La Moneda, pero en otras oficinas ,y quienes los usaban desconocían su origen. Con varios de los muebles no se pudo establecer con certeza si eran los mismos que usaba Allende, o similares. Tampoco el espacio del Salón Blanco se alcanzó a recuperar en su totalidad y debió quedar con menos superficie que en el pasado, porque los muros estructurales de más de un metro de ancho, hechos en la dictadura, lo impidieron.
Por otra parte, la policía detuvo a más de 800 personas en todo el país, con órdenes de detención pendientes, para prevenir actos de violencia en las barriadas periféricas. El Gobierno ha llamado a conmemorar de forma pacífica a las víctimas del golpe militar.
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