Un diputado italiano reconoce el pago de un rescate por la liberación de las dos cooperantes
El Gobierno de Silvio Berlusconi desmiente un posible desembolso de dinero
La euforia por la liberación de Simona Torretta y Simona Pari ha dado paso a un encendido debate en Italia sobre el presunto pago de un rescate de entre un millón y cinco millones de dólares, mientras el Gobierno de Silvio Berlusconi desmiente esta hipótesis. Un diputado italiano ha reconocido hoy a una radio francesa el desembolso de dinero al afirmar que "en esta ocasión hemos tenido que ceder".
"El Gobierno ha desmentido, pero es un desmentido oficial que entra dentro de las obligaciones de un Gobierno para no dar la impresión de que ha cedido al rescate", ha declarado el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Diputados italiana, Gustavo Selva, a la emisora RTL. Selva ha reconocido que "no se debe ceder, pero en esta ocasión hemos tenido que ceder", ya que "lo más importante era la vida de las dos chicas". En su opinión, se ha abierto una "vía peligrosa" que puede incitar a otros grupos "a la toma de rehenes para obtener dinero".
Algunos diarios italianos también dan por hecho el pago de un rescate, como ya había anunciado el periódico kuwaití Al Rai al Aam, que ayer hablaba del pago de la mitad del rescate, que cifraba en un millón de dólares, y hoy anuncia que se han desembolsado hasta cinco millones.
Diarios como Corriere della Sera y La Repubblica cifran el dinero desembolsado en un millón de dólares. Los rotativos aluden a un funcionario italiano que ha negociado durante días las condiciones de la puesta en libertad, ceñidas exclusivamente a una compensación económica, ya que desde el principio fue rechazada la petición de un grupo extremista de que el Gobierno de Silvio Berlusconi retirara sus tropas de Irak.
Ninguna fuente oficial ha confirmado que se haya pagado dinero alguno y el propio Berlusconi dijo ayer que todo se debía al "mérito humanitario" de la Cruz Roja. Su responsable, Maurizio Scelli, se ha mostrado hoy indignado cuando se le ha preguntado acerca del dinero del rescate y ha atribuido la información a "estupideces" del diario de Kuwait Al Rai Al Aam, uno de los más prestigiosos del país, que en los últimos días ha hecho un relato minucioso de todas las negociaciones.
La Repubblica revela el detalle de que en el vídeo mostrado por el canal qatarí Al Yazira una persona entrega al presidente de la Cruz Roja italiana una pistola que podía ser el símbolo de que el pago se había hecho y de que por fin las italianas eran libres, porque sólo en ese momento las dos voluntarias se descubren quitándose el chador que les cubría la cara.
"Nos trataron con respeto"
Las "dos Simonas", como se las llama en Italia, llegaron anoche a Roma pocas horas después de haber sido liberadas por sus captores que las retuvieron durante tres semanas. Simona Torretta y Simona Pari declararon anoche ante los jueces que instruyen el sumario sobre su rapto que "nunca vimos la cara de nuestros captores, que siempre nos trataron bien y con respeto". Salvo en los últimos días, las dos mujeres, de 29 años, siempre tuvieron el rostro cubierto durante su cautiverio, que se desarrolló en un único recinto. Además, relataron que los secuestradores les enseñaron algunos preceptos del Islam y que al final del rapto les pidieron "perdón".
Incluso los secuestradores regalaron a las cooperantes una caja con dulces, la misma con la que Simona Pari aparece en las imágenes transmitidas por la cadena de Qatar Al Yazira y que revelan el momento en el que ambas mujeres son entregadas al responsable de la Cruz Roja italiana, quien las acompañó de regreso a Roma poco después.
El comando que el pasado 7 de septiembre entró en la sede en Bagdad de la ONG Puente a Bagdad, para la que Simona Torretta y Simona Pari colaboran, estaba integrado por entre diez y quince hombres, cubiertos y bien armados, que carecían de una lista de nombres y fotografías de los voluntarios de Puente a Bagdad, por lo que tuvieron que preguntar a todos los allí presentes y finalmente se llevaron a las dos italianas y a dos colaboradores iraquíes, también liberados ayer.
"Volvería a Irak de nuevo"
La declaración de Torretta y Pari ante los jueces tuvo lugar de madrugada, después de que ambas llegaran al aeropuerto romano de Ciampino, poco antes de la medianoche, poniendo fin así a un drama que ha tenido en vilo a la sociedad italiana durante tres semanas.
Mientras Pari se desplazaba a su casa de Rimini (este de Italia), adonde llegó avanzada la madrugada, Torretta se trasladó a la suya, en la periferia de Roma, donde atendió brevemente a los periodistas, ante quienes quiso agradecer las muestras de solidaridad de todo el país. "Ha habido momentos en los que hemos tenido miedo a morir, pero en otros nos reíamos entre nosotras", dijo Torretta, quien agregó que los secuestradores comprendieron el trabajo humanitario que realizaban en Bagdad "y desde ese momento nuestra relación mejoró. Es gente que nos ha tratado con respeto y dignidad".
La fe y la "fuerza interior" han ayudado a las dos mujeres a superar su cautiverio, reveló Torretta, quien avanzó que aunque es pronto para hablar de su futuro, probablemente volverá a Irak. "Lo haría de nuevo, con todas las consecuencias, aunque lamento el sufrimiento que ha pasado mi madre, que no se lo merece, pero forma parte de la vida", afirmó antes de retirarse a descansar.
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