‘Ratched’, ‘White Lotus’ o ‘Nine Perfect Strangers’: cuando las series las protagonizan edificios
El hotel de ‘White Lotus’, la mansión de ‘Locke & Key’... Los crecientes presupuestos de las series se traducen en decorados cada vez más elaborados. Hablamos con el diseñador de uno de los últimos estrenos de Netflix
Un buen número de ficciones actuales cuentan con un personaje central inesperado: su localización. Así ocurre en dos series estrenadas este verano y filmadas en parajes idílicos, The White Lotus (HBO) y Nine Perfect Strangers (Prime Video). La reciente segunda temporada de Locke & Key (Netflix), un drama fantástico con dosis de terror, comparte con las anteriores el hecho de que su set, una gran mansión americana, también destaca por encima de todo.
“Un proyecto como Locke & Key es un reto emocionante para un diseñador de producción porque gran peso de la narración recae en la localización”, confiesa a ICON Design Mark Steel, diseñador de producción de la serie. “He disfrutado mucho en esta serie porque he tenido la oportunidad de mejorar la historia llevándola a otra dimensión y a otro estado de ánimo. El componente sobrenatural de la trama me permitió romper las reglas, y eso siempre es divertido”.
La trama y la localización de Locke & Key recuerda a otras series con una morada en el centro de su historia, como La maldición de Hill House (también en Netflix), una reciente revisión de la casa encantada. El argumento: una familia vive en una gran mansión durante el tiempo que los padres la rehabilitan y allí se suceden episodios paranormales que les marcan de niños y los persiguen hasta su edad adulta. Para este set, los diseñadores de producción se inspiraron en las grandes construcciones de los Estados Unidos conocidas como Robber Baron mansions. Estas casas, propias de fines del siglo XIX, recogen una mezcla de estilos –del gótico al victoriano, pasando por el barroco e incluso árabe–. La maldición de Hill House viene a sumarse a otras casas terroríficamente imponentes que nutren el imaginario colectivo, como La maldición (1999), película de Jan de Bont de premisa similar que contaba con Liam Neeson y Catherine Zeta-Jones. Y rebobinando aún más, los hoteles de Psicosis (1960), de Alfred Hitchcock, con su estilo Segundo Imperio o El resplandor (1980), de Stanley Kubrick.
Quien conoce bien los códigos del género, y además es todo un maestro en la concepción de un buen plató, es Ryan Murphy: de su imaginación nació la serie de 10 temporadas American Horror Story, que sitúa cada una en un escenario diferente (una casa encantada, una institución para enfermos mentales, un circo...). La más reciente, Ratched, se desarrolla en un hospital psiquiátrico cuyos lujosos interiores replicaron el hotel Arrowheads Spring de California creado por Paul Revere Williams.
Pero no todo es fruto del talento de Ryan Murphy, el brillante equipo que le rodea tiene mucho mérito también, como confirma Steel. “Cada trabajo comienza con el guion, los escritores y los productores ejecutivos propietarios de la serie. Y después viene el momento de comprender bien la intención y el tono del proyecto, así como el tipo de escenas y de localización. Ahí es cuando entro yo”, explica Steel. “Después hay muchas reuniones para conseguir llegar al corazón de lo que queremos comunicar y lo que queremos que la audiencia sienta”.
Más allá de las casas encantadas, hay otro tipo de ficción centrada en el conflicto entre personajes que también pone su foco en las localizaciones. Como mencionamos, The White Lotus y Nine perfect strangers coinciden en situar la acción en extraordinarios resorts que invitan al espectador a evadirse. Algo que ya hizo a finales de los años setenta Vacaciones en el mar, cuya historia se situaba en un barco de cruceros. The White Lotus traslada a la audiencia a un complejo hotelero junto a la playa rodeado de piscinas que en realidad es el Four Seasons de Maui redecorado para la ocasión con papeles de pared y telas vintage de estampado tropical y animal. En Nine perfect strangers, esos nueve desconocidos se reúnen para un extraño retiro en el exclusivo centro wellness Tranquillum, situado en plena naturaleza, entre cascadas, bosque y acantilados. Las localizaciones reales se encuentran en Byron Bay (Australia).
Los escenarios requieren de unos ingredientes específicos según la historia. “En primer lugar, tengo que pasar por distintos momentos para encontrar la mejor manera de configurar un lugar que brinde la iluminación adecuada y el estado de ánimo adecuado”, apunta Steel. A diferencia de The White Lotus y Nine perfect strangers, el hogar ancestral de la familia de Locke & Key se construyó desde cero en Toronto para que fuera lo más fiel posible al cómic en el que está inspirada. “Solo las dos primeras plantas de la casa son reales –explica Steel–, las otras dos son un añadido digital. Y los interiores se encuentran en realidad en unos estudios de Toronto”. Sea en escenarios reales o creados ex profeso, una serie con un buen set cuenta con más ingredientes para ganar a la audiencia.
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