El retiro espiritual de Nicole Kidman en la televisión

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La promesa es que de Tranquillum uno se marchará cambiado. El retiro espiritual invita a sus huéspedes a dejar atrás su ajetreada vida, los problemas del día a día e incluso sus móviles y toda conexión con el exterior, para adentrarse en un proceso de 10 días en el que la gurú Masha les guiará hasta convertirse en una persona nueva y mejor. El camino pasa por dejarse llevar. A este retiro llegan nueve personas cargando con sus correspondientes crisis vitales, desde la muerte de un familiar muy próximo hasta problemas laborales, existenciales o de pareja. Ese es el punto de partida de la serie Nine Perfect Strangers, de la que Amazon Prime Video estrenó el viernes los tres primeros episodios, con un nuevo capítulo cada semana hasta completar los ocho que la componen.

Si bien su comienzo está claro, no es tan sencillo definir una historia que pasa del drama a la comedia negra o al misterio en cuestión de minutos y que parece buscar el desconcierto del espectador. En una entrevista por videoconferencia el 6 de agosto, Nicole Kidman (Honolulu, 54 años) trata de explicar la serie que protagoniza y produce. “Es mística, divertida, emocional, una montaña rusa inclasificable. De hecho, espero que con ella estemos recorriendo un territorio nuevo. No encaja en ningún género”, asegura la actriz. “Puedes pensar que es una cosa y después no lo es. Incluso tras el primer episodio puedes decir, vale, va sobre un retiro de bienestar al que llegan nueve personas y que será divertido, y luego toma un giro profundo. Es una historia que no se puede definir y me gusta que sea así, porque últimamente se han hecho muchas cosas en la televisión, hay un montón de thrillers, un montón de dramas criminales, un montón de comedias… Pero esto es una extraña mezcla de cosas, y eso me gusta. Eso sí, diría a los espectadores que sigan hasta el final, porque creo que si no lo haces, no tienes el efecto completo”, completa Kidman.

Espero que estemos recorriendo un territorio nuevo con esta serie

Nicole Kidman

En otra ventana de la videollamada, su compañera de reparto, la actriz australiana Asher Keddie, que interpreta a una de las participantes en el retiro espiritual, concuerda: “Los viajes de los personajes se expanden, pero no tienes solo los viajes de nueve extraños, es mucho más. Los personajes son tan ricos y tienen tantas capas… No se queda ninguno atrás”.

Kidman da vida a Masha, la misteriosa gurú que dirige este retiro y que, por supuesto, también carga con sus propios problemas. Melissa McCarthy, Bobby Cannavale, Luke Evans, Regina Hall y Michael Shannon, entre otros, la acompañan en el reparto, interpretando a los huéspedes de esta especie de centro vacacional que incluye actividades en grupo, dinámicas para invitar a sus participantes a afrontar miedos íntimos y una alimentación con especial presencia de unos peculiares batidos.

Nine Perfect Strangers se podría adscribir al cada vez más transitado subgénero televisivo que se adentra en las miserias de los ricos, y que tiene a Succession y Big Little Lies como recientes grandes abanderadas. También es la temática en la que parece estar especializándose Kidman en su actual aventura televisiva. La ganadora de un Oscar por The Hours se ha volcado en los últimos años en una pequeña pantalla que, gracias a la explosión de las series cortas, ha facilitado la incorporación de las estrellas de Hollywood a sus repartos. En 2017, Kidman coincidió en Big Little Lies con el guionista y productor David E. Kelley, una unión de la que ya han salido cuatro proyectos: las dos temporadas de Big Little Lies, el thriller The Undoing y la actual Nine Perfect Strangers. “Me encanta que David no tenga miedo de recorrer territorios incluso ligeramente locos. Quiero decir, cuando piensas en que hace más de 20 años hizo Ally McBeal, que fue un enorme éxito en Estados Unidos, y lo alocada que era esa serie…”, dice Kidman sobre un guionista que lleva desde los tiempos de La ley de Los Ángeles, en los años ochenta, trabajando en televisión y que ha sido responsable de series como El abogado, Boston Legal o la mencionada Ally McBeal. En la actualidad, vive una nueva edad dorada a los mandos de títulos como Big Sky, El Míster o Goliath.

La actriz también parece haber conectado con las novelas de Liane Moriarty, autora de los libros en los que se basan tanto Big Little Lies como esta nueva producción. “Es muy interesante, porque lo que crees que te está proponiendo en sus novelas no es lo que estás obteniendo como lector. Siempre incluye una especie de pelusa, una especie de hilo de hadas superficial, como golosinas alrededor de la historia, y mientras te va enganchando. A veces es oscura, a veces es fuerte... Me encanta cómo es capaz de crear disonancias. Es muy consciente de lo que ocurre en la sociedad y de los diferentes movimientos culturales”. “Creo que la conjunción de David y Liane, la voz masculina y femenina juntas de esta forma, es realmente fascinante. Los dos son muy inquisitivos y curiosos y saben leer y examinar muy bien a la gente”, añade Kidman.

Lo mejor de ser productora es ser capaz de decir ‘vamos a hacer esto’ y que se haga

Nicole Kidman

En su incursión televisiva, Nicole Kidman no se ha conformado con protagonizar las historias, sino que también ejerce como productora, como en esta ocasión. ¿Quiere decir eso que ahora la actriz quiere tener más control sobre aquellos proyectos en los que se embarca? “No, o sí. Es que está muy bien ser capaz de decir: ‘Vamos a hacer esto’, y que se haga. Me encanta ser capaz de decir: ‘Asher Keddie tiene que interpretar este personaje’. Se lo dije a David E. Kelley, ‘tienes que ver el trabajo de esta mujer porque es genial”, dice sobre su compañera en la videollamada. “Y cuando ves cómo se convierte en realidad… Esas cosas son las que me gustan de ser productora, no es tanto sobre ti mismo. No sé cuánto durará, pero mientras dure, estoy muy comprometida con ello. Ahora por ejemplo tengo una serie que está a punto de empezar a rodar en Hong Kong [Expats] con una directora que se llama Lulu Wang, y en la serie tenemos una mujer india, una mujer china, una mujer coreana, mi marido lo interpreta un actor coreano-japonés… Poder decidir un reparto así, con actores desconocidos, es genial, es la parte divertida de ser productora”, remata la actriz.

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