Tele 5 estrena 'Ally McBeal', una serie de culto en Estados Unidos
Quienes recuerden con nostalgia los argumentos jurídicos de La ley de Los Ángeles o echen de menos las tramas alocadas de Picket Fences pueden disfrutarlas en Ally McBeal. La serie que Tele 5 estrena esta noche (22.00) con un capítulo doble ha sido todo un fenómeno sociológico en EE UU. De hecho, ha salido de la mente de la misma persona que ideó las dos clásicas series citadas: David E. Kelley, el más prolífico y valioso guionista de la industria.
Ally McBeal, papel que interpreta la actriz Calista Flockhart, es una abogada joven, delgada (anoréxica, según los tabloides y los rumores) y triunfadora en su profesión, pero es un fracaso en el terreno romántico. Trabaja para una elitista firma de abogados de Boston, a la que también va a parar la persona con quien mantuvo su única relación ardiente y real cuando eran quinceañeros, Billy, ahora casado.La serie Ally McBeal aporta varios elementos que la convierten en una serie imprescindible. Los personajes son complejos, llenos de tantas texturas y de matices como para que Kelley haya podido hacer episodios enteros rodados entre cuatro paredes y basados sólo en el diálogo. Pero hay, sin embargo, un extremo contrario, que es el uso de la fantasía dentro de la narración sin caer en lo vulgar y sin que chirríe en una producción ensalzada por profundizar en preocupaciones cotidianas, realistas. Nunca desde que se canceló Dream on (Sigue soñando, emitida por Canal +) un guionista se había permitido la licencia de poner constantemente en imágenes los pensamientos íntimos de los personajes.
Kelley ha hecho una mezcla tan correcta de realidad y ficción como para crear algo inédito en televisión: animales o cosas convertidos en personajes capaces de aportar piezas al guión. Así, los lavabos unisex del bufete de abogados, la música o la rana Stefan, mascota del dueño de la empresa, terminan cobrando un papel activo en la creación de los personajes y de sus relaciones.
También es una serie arriesgada. Por los episodios desfilan debates sobre el tamaño de los pechos femeninos, el fetichismo (a uno de los abogados le apasionan las papadas), los sacerdotes pedófilos, la felación o las incongruencias religiosas (en un episodio un enfermo terminal de cáncer se querella contra Dios, representado en la Iglesia de su barrio, por haberle condenado a morir joven: "Si Dios existe, quiero que me indemnice", dice el paciente).
Es una serie sin términos medios, que gusta o que se odia. Ally McBeal sólo tiene un problema: empieza a sobrarle
Carlos Herrera regresa a TVE el 6 de abril con "un espacio de utilidad pública"
Así es la vida, un espacio "de utilidad pública", sirve de regreso a TVE al periodista Carlos Herrera. A partir del martes 6 de abril, en La Primera (a las 23.15), el estudio 1 de Prado del Rey (Madrid) será durante 90 minutos un foro donde las personas podrán plantear y resolver "esas cosas que les suceden basadas en el abuso, en el engaño y la injusticia", explicó ayer Herrera. Intoxicaciones de niños por líquidos cáusticos, un automóvil nuevo con mil fallos y dos problemas de vivienda serán algunos de los asuntos de estreno, adelantó el presentador de Así es la vida, quien estará acompañado por Susana Hernández (Mitomanía), Javier Segade, Juan Manuel Cotelo, José Antonio García Muñoz, Antonio García Barbeito y Gema Fernández Garcillán. "Nos ceñiremos a la realidad, sin tirar cohetes en aras de conquistar a la audiencia", advirtió Herrera, aunque "sin desdeñar el espectáculo televisivo, pues no tenemos voluntad de minorías". Precisó, no obstante, que no hará un mal uso del concepto reality show: "Será un programa respetuoso y tolerante". Herrera compatibilizará este espacio televisivo con la conducción diaria de su magazine matinal en RNE, Buenos días. Así es la vida, basado en el formato de la BBC That"s life, tuvo un rodaje en la televisión andaluza Canal Sur, entre 1993 y 1995, también presentado por Carlos Herrera y dirigido por el veterano realizador Fernando Navarrete, con un balance de 500 casos resueltos., el personaje. Actualmente, en su segunda temporada en EE UU, el espectador ya sabe demasiado de la abogada y de sus problemas, lo que hace suponer que la fórmula esté a punto de agotarse.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.