Tarta tatin de cebolla caramelizada
La esencia de una sopa de cebolla se junta con el queso gruyere y la mantequilla para convertirse en una tarta salada crujiente. Un plato perfecto para celebrar la llegada del fresquito.
La sopa de cebolla es una de esas recetas míticas de otoño e invierno, perfectas para cuando empieza el fresquito y para cuando ya es oficial que lo hace. Es también uno de esos platos que rozan la frontera de “demasiado sabrosos”: la intensidad de la cebolla profundamente caramelizada, mezclado con gruyere fundido encima de una baguette que se empapa con un caldo de ternera que ya de por sí es tremendamente umami, y al cual encima se le ha añadido mantequilla. En fin, un festival para las papilas gustativas.
Lo bueno de que todo el mundo conozca tan bien el sabor de la receta, es que no es difícil imaginarse a lo que sabrá una tatin de sopa de cebolla: igual que sabría una cucharada de un buen bol, pero combinado con una masa con sabor a mantequilla tostada, crujiente y delicada. Para los despistados: la tarta Tatin es una preparación que normalmente se hace con manzanas que se caramelizan y colocan en una sartén. Después se cubren con masa quebrada, se hornea, y finalmente, se invierte revelando uno de los postres de manzana más bonitos y deliciosos del mundo. La misma técnica aplicada a la sopa de cebolla, es decir, a la cebolla caramelizada, es una de esas cosas que hay que probar al menos una vez en la vida.
Tomando como inspiración esta receta de Serious Eats, esta tatin combina la intensidad de la cebolla caramelizada con gajos de cebolla asada un poco al dente, lo que crea diferentes texturas y sabores. La masa que se utiliza, la brisa -sin huevos ni azúcar-, queda muy bien si se hace en casa y es de las más fáciles; pero también puede comprarse en un supermercado ya preparada o sustituirla por hojaldre (aunque el resultado será un poco más blandurrio, y las cosas crujientes siempre molan más).
Dificultad: Atreverte a invertir la sartén sin miedo.
Ingredientes
Para la masa brisa
- 150 g de harina de trigo
- 150 g de mantequilla sin sal fría
- 2 g de sal
- 50 ml de agua fría (aproximadamente)
Para el relleno
- 3 cebollas medianas
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta negra
- 50 g de mantequilla
- 15 g de miso (opcional)
- 15 g de salsa inglesa (opcional)
- 30 ml de vino blanco seco
- 20 g de azúcar
- 60 g de queso gruyère
- 30 g de mostaza de Dijon
- Cebollino y creme fraîche para servir (opcional)
Instrucciones
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