Tarta de almendras, ricotta y melocotón
Un postre, merienda o desayuno en el que el queso fresco, la fruta de temporada y los frutos secos se llevan el protagonismo. No es demasiado dulce y admite muchísimas variaciones.
Que la comida de Oriente Próximo llegó a Londres para quedarse lo sabe cualquiera que haya sucumbido a los encantos gastronómicos de Yotam Ottolenghi. El chef israelí ha creado un verdadero emporio de restaurantes y comida para llevar -además de libros para prepararla en casa- en los que conviven alegremente el pistacho, la granada, el cuscús, la menta, el zumaque y las masas con mantequilla y miel, siempre acompañados de dosis generosas de verdura y fruta.
En una línea similar -tal vez un poco más contenidos respecto a la cantidad de ingredientes, lo que hace más fácil replicar sus recetas- están los restaurantes Honey & Co, que me descubrió mi guía londinense favorito, mi amigo Álvaro Picardo, en la última visita a la ciudad. Desde el pan casero con excelente aceite para mojar hasta el falafel, pasando por todos los demás aperitivos que nos sirvieron, eran sencillos pero excelentes; y recuerdo como si fuera ayer el sabor de la mezcla de especias del cordero guisado que comí de segundo plato.
La receta de esta tarta sale de su libro Honey & Co The baking book; la versión original se prepara con avellanas y arándanos, pero después de que Álvaro hubiera probado con éxito rotundo una versión con almendras y ciruelas decidimos adaptarla a la temporada con unos melocotones de Calanda, esa variedad tardía que nos alegra la vida hasta entrado noviembre. Cualquier fruta con un punto de acidez y que se lleve bien con el horno le va bien a esta tarta: pueden ser melocotones, ciruelas, piña, moras, cerezas, arándanos o manzanas.
Si te gusta la receta y quieres probar otras variaciones, Álvaro propone cambiar la ricotta por yogur griego, y unos higos abiertos por la mitad como fruta. También puedes añadir una cucharada de cacao puro a la masa, o algunos trocitos de chocolate con bastante porcentaje de cacao (la gracia de esta tarta es que no quede dulce; si ponemos uno muy azucarado nos la cargamos). Si no te gusta el jengibre puedes añadir canela, la vainilla también le irá bien y puedes cambiar la harina por una sin gluten si hay celíacos o intolerantes.
Dificultad: De primero de tartas.
Ingredientes
Para 1 tarta (unas 8 porciones)
- 150 g de mantequilla en pomada (y un poco más para el molde)
- 150 g de azúcar moreno, y un poco más para espolvorear (nosotros usamos moscovado)
- 4 huevos
- 30 g de harina de trigo
- ½ cucharadita de café de sal
- 1 cucharadita de café de jengibre molido
- La ralladura de la piel de un limón (solo la parte amarilla)
- 190 g de harina de almendra
- 300 g de ricotta
- 2 melocotones
- 75 g de almendra troceada
Instrucciones
Si haces esta receta, comparte el resultado en tus redes sociales con la etiqueta #RecetasComidista. Y si te sale mal, quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.