Milanesas de berenjena

Es muy probable que al escuchar la palabra 'milanesa' uno piense automáticamente en carne. No es errado: la milanesa 'de verdad' es un filete de ternera empanado y hay mil y una formas de comerlo. Sin embargo, permítanme decir que también hay otras maneras de hacer milanesas con productos que no sean carne de ternera, ni de pollo, ni de cerdo, ni pescado.

Las milanesas de berenjena quizás sean las que gozan de más popularidad pues son crujientes por fuera y cremosas por dentro -siempre que no las cortes muy finas y se conviertan en una suela de zapato-. Van bien con ensalada, puré, verduras asadas, arroz… lo que te plazca. Y además, si estás creativo, admiten variaciones en el rebozado. Esta receta mezcla el pan rallado con ajo picado y orégano, pero perfectamente podría incluir perejil, albahaca o especias como pimentón, cúrcuma o ají molido si lo que quieres es darles un toque picante.

Para llegar al culmen milanesil te recomiendo que las pruebes a la napolitana, un invento argentino que consiste en ponerle una rodaja de tomate y queso mozzarella que se funda seductoramente por encima. Recuerdo con gracia una guía turística de Roma contando que eso de la “milanesa a la napolitana” era un disparate de los argentinos, ¿qué italiano en su sano juicio pondría en un mismo nombre algo del norte y del sur de Italia?

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