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Piquillos rellenos de pollo y arroz

Si eres de los que no le gustan los pimientos de piquillo, estás de enhorabuena, porque esta receta suaviza su sabor. Si te gustan, los vas a disfrutar igual, así que bien para todos.

Huelen desde aquí
Huelen desde aquíRAQUEL BERNÁCER
Raquel Bernácer

Hacer verduras rellenas siempre ha sido una de mis formas favoritas de comer vegetales, más que nada porque las combinaciones son casi infinitas y siempre es posible darles una vuelta de tuerca. El único problema es que en verano encender el horno da un perezón increíble y, a no ser que vivas cerca de Invernalia, las verduras rellenas pasan fácilmente a un segundo plano durante esta época. Aun así, un verano de verduras rellenas es posible con la receta de hoy: aprovechando que los pimientos de piquillo ya vienen asados, podemos prepararlos con el relleno que más nos guste y terminarlos en una cazuela con nuestra salsa favorita.

El pimiento de piquillo es una variedad de pimiento que se produce en Lodosa, en la Comunidad Foral de Navarra. Se usa para numerosas recetas, pero la más conocida es, quizás, la de pimientos rellenos de bacalao o de gambas. Si no eres fan de los pimientos de piquillo, este es tu plato. Sí, has entendido bien: este es un plato para los no fans del pimiento del piquillo, entre los que me incluyo; este pequeño pimiento siempre me ha parecido excesivamente fuerte y amargo, a menos que vaya bien cargado de bechamel o nata.

En este caso los rellenaremos de una mezcla de pollo de corral y arroz, que va ligada con un poco de harina y leche y aderezada con nuez moscada. Para suavizar el sabor, los he acompañado de una salsa de tomate muy sencilla, que tanto sirve para completar este plato como para preparar cualquier receta que requiera de este delicioso ingrediente.

Pimientos para fans y no fans
Pimientos para fans y no fansRAQUEL BERNÁCER

Es una receta laboriosa pero muy sencilla, sin técnicas complejas ni ingredientes extraños o delicados (a excepción del pimiento, que debe manejarse con cuidado cuando se rellene para que no se rompa). Está rica tanto fría como caliente y da para preparar raciones extra y comérselas al día siguiente con la felicidad de no tener que cocinar de nuevo.

Dificultad: Más fácil que asar y pelar unos pimientos.

Ingredientes

Para 18-20 pimientos

  • 2 muslos y contramuslos de pollo deshuesados y picados (a ser posible, de pollo de corral)
  • 18-20 pimientos del piquillo limpios, sin pepitas
  • 50 g de arroz blanco o integral (según preferencias)
  • 1/2 cebolla
  • Un manojo de perejil
  • Un diente de ajo
  • 2 cucharadas soperas de harina
  • Sal
  • Pimienta
  • Nuez moscada
  • 250 ml de leche (1 vaso)

Para la salsa de tomate

  • 400 ml de tomate triturado al natural
  • 1/2 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Una pizca de azúcar (si el tomate está muy ácido)

Instrucciones

1.
Poner abundante agua salada a hervir y cocer el arroz siguiendo las instrucciones del fabricante.
2.
Pelar y picar la cebolla (reservar la mitad para la salsa de tomate). Pelar y picar uno de los dientes de ajo. Picar el perejil y reservar.
3.
Salpimentar el pollo picado. Calentar una sartén antiadherente a fuego medio-alto con cuatro cucharadas soperas de aceite de oliva, pochar la cebolla con una pizca de sal. Cuando la cebolla esté transparente, añadir el diente de ajo picado. Tras un minuto de cocción, incorporar el pollo y rehogar a fuego medio-alto.
4.
Cuando el pollo tenga un poco de color añadir el perejil, remover y añadir la harina. Mezclar todo bien, incorporar la leche y dejar que se evapore todo el líquido.
5.
Cuando el arroz esté listo, colarlo y enfriarlo con agua del grifo. Dejar escurrir bien y añadirlo a la mezcla de pollo y salsa.
6.
Añadir nuez moscada al gusto y mezclar todo bien hasta obtener una masa más o menos compacta y homogénea. Probar de sabor y ajustar de sal, pimienta o nuez moscada si fuese necesario. Apagar el fuego y reservar.
7.
Mientras se enfría el relleno, preparar la salsa de tomate. Para ello, calentar cuatro cucharadas soperas de aceite de oliva en una cazuela de barro y pochar el resto de la cebolla picada con una pizca de sal.
8.
Cuando la cebolla esté transparente, añadir el ajo laminado y cocinarlo un minuto. A continuación, incorporar el tomate triturado, una pizca de sal y una pizca de azúcar. Dejar cocinar unos 10 minutos a fuego suave.
9.
Mientras se cocina la salsa de tomate, rellenar los pimientos con ayuda de una cuchara. También se puede rellenar una manga pastelera para que resulte más fácil.
10.
Una vez están todos los piquillos rellenos, colocarlos en la cazuela de barro con el tomate y cocinarlo unos 10 minutos más.
11.
Apagar el fuego, espolvorear un poco de perejil picado y servir.

Sobre la firma

Raquel Bernácer
Es dietista-nutricionista, cocinera y divulgadora. Máster en Nutrigenómica y Nutrición Personalizada por la Universitat de les Illes Balears y actualmente cursando el Máster en Nutrición, Medicina y Salud Hormonal de la Mujer por la Universidad de Murcia.

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