Menú semanal de El Comidista (4 a 10 de junio)

No se trata de un gazpacho enguarrindongado con queso. La simplicidad de preparación es máxima, y el resultado, de lo más satisfactorio.

El saborcillo entre tostado y ligeramente amargo, combinado con el de otros ingredientes, saca de la vulgaridad a la ternera más sosa y hormonada.

Si solo se te ocurre comerlas solas o con yogur, te estás perdiendo muchas de sus posibilidades.

Encurtidos caseros exprés, langostinos bien aprovechados y una falsa salsa rosa acompañan a las patatas que forman la base de esta ensalada.

La receta que todos quisimos hacer después de ver la película de Coppola, para zampárnosla repitiendo frases del guión con la voz de Marlon Brando.

Melón fresco, moras de temporada y un punto lácteo de queso fresco, que suben hasta la estratosfera gracias a un toque de caramelo avainillado, menta y lima: el jetapostre veraniego definitivo ya está aquí.

Este plato apenas lleva grasaza, abunda en verdura poco cocinada y, además, rebosa sabor y es una alternativa muy colorista al cuscús convencional.

¿Tienes ganas de un puchero reconfortante pero no puedes esperar dos horas a que se hagan las judías? Con unas de bote y una base vegetal lo tienes.

Estas trufas de Rasoterra cambian la suavidad de los derivados de la leche por la rotundidad del aceite de oliva arbequina.

Si a una ensalada fresca de verdura 'al dente' le añadimos una vinagreta sabrosa y colorida, aderezos y algo de pan crujiente, se monta una fiesta en el plato que no te querrás perder.

Marinar la carne con zumo de piña la deja tierna en cuestión de minutos, además de ayudar al resto de sabores a fijarse mejor y más deprisa. Solo tienes que decidir con qué guarnición lo acompañarás.

Suben los termómetros y dejamos el uso del horno para septiembre. Hasta entonces, nada mejor para pecar que una tarta de queso fresca, con fruta de temporada y cero sudores.

Si no te gusta el pepino o te sienta mal, esta es la ensalada que te reconciliará con esta hortaliza. Otra buena noticia: se tarda exactamente cinco minutos en hacerla.

No, no es paella. Pero sí es un arroz seco fácil de preparar, y con un sabor a mar que te convertirá por un momento en pez abisal.

Esta fruta 100% veraniega en sus mejores versiones es una explosión de jugo, sabor y dulzura, y además se puede comer perfectamente con piel.

Como una versión zampabollos de Indiana Jones, fuimos en busca de la receta del Santo Grial de la tortilla de patatas gallega y conseguimos el tesoro.

La sandía es una de las reinas del verano y tiene un gran poder refrescante. Prepárala con menta y zumo de lima, y transpórtala en su misma corteza.

Una base crujiente, un relleno cremoso y un tuneo adaptado al gusto del cocinero son los únicos secretos para este auténtico manjar.

Un refresco veraniego viejuno, pero muy efectivo para hacer frente al calor. La tradicional –y un poco olvidada– leche merengada debería triunfar por su sabor a arroz con leche y su textura de espuma helada.

El primer consejo para que la sangría sea una bebida digna es más o menos el de siempre: usa unos ingredientes dignos. ¿Vino de tetrabrick? NO. Es importante que el caldo sea mínimamente decente.