Diez yogures para tocar el cielo
Si te pirra este fermentado lácteo, es posible que te interesen las recomendaciones de nuestro comité de expertos yoguristas. Los tenemos naturales, griegos, de marca blanca y también alguna que otra fantasía.
Sirven para resolver un buen desayuno -o una cena rápida- si los acompañas con fruta o frutos secos, pueden darle un toque cremoso a cualquier puré y también convertirse en una estupenda salsa para ensalada o un tzaziki: se me ocurren pocos alimentos más versátiles que el yogur. Pero en nombre de este delicioso lácteo también se perpetran catástrofes en forma de aguachirri, kilos de azúcares añadidos o -los peores, de lejos- “postres que no necesitan frío” (ni que te los comas).
Si te gusta el yogur y quieres ir sobre seguro, tal vez te interesen estas recomendaciones de nuestro comité de sabios: encontrarás muchos yogures naturales de pequeñas producciones, alguno de marca blanca, caprichitos griegos y alguna que otra fantasía, mucho más cerca del postre festivo que del yogur espartano. Bienvenidos al paraíso de los lácteos fermentados.
Yogur natural de vaca de Hormatgeria dera Irissa
Jordi Barri -CEO de los restaurantes Teresa Carles y Flax and Kale, ciclista al límite, y descubridor incansable de comida sana y rica- guarda un grato recuerdo del último yogur que le fascinó: el natural de vaca de Hormatgeria dera Irissa, en la Val d'Aran. “Lo pedí de postre en Montgarri, por recomendación de uno de los camareros que llevan su precioso refugio de montaña”. Lo que llegó a su mesa fue un yogur muy fino, cremoso, suave y con un punto dulce brutal (sin ningún tipo de azúcar añadido, por supuesto). Precio: 1,90 € el tarro de 200 g.
La periodista gastronómica y de viajes Lourdes López no se considera demasiado marquista en esto de los yogures, y además no le preocupa nada que sus gustos puedan parecer poco gourmet. “No soy muy marquista en esto de los yogures: a mí me flipa el griego de Lidl”, nos cuenta. “Es mi tentempié de media mañana -con un poco de fruta de temporada: manzana, fresas, nectarina, plátano…- o me como a Dios por los pies a la hora de comer”. Estoy bastante de acuerdo en que la cremosidad de este yogur, que además también viene en tarros de kilo, perfectos para las economías familiares, es de las mejores del supermercado. Precio: 1,05 € el pack de 4 yogures de 125 g, 1,90 el de kilo. En Lidl, claro.
En casa del chef Álex Marugán, al frente de Tres por Cuatro -el minúsculo restaurante situado en el Mercado de Torrijos que arrasa entre la gente madrileña de buen comer-, se come de toda la vida el yogur natural de Casa Sibilló, una pequeña explotación agraria leridana en la que trabajan apenas 12 personas. De allí sale leche, flanes, tartas de queso y demás derivados “de calidad, buenos y artesanales, como el rico yogur natural que llevo tomando desde que tengo uso de razón, y que también uso para enriquecer algunas cremas de verduras o sopas frías”, cuenta Marugán. Precio: en Deliberry cuesta 2,20 € el pack de 4 yogures de 125 g.
El jefe de todo esto, Mikel López Iturriaga, se declara fans del flan -¿’flans’?- de queso de La Ermita de San Pedro hasta el punto de correr el riesgo de no poder parar de comerlo y rebasar los límites de consumo diario de azúcar establecidos por la OMS. “La mejor manera de mantenerte al margen de esta creación del demonio es pasarte al yogur natural de la misma marca, que mantiene el mismo estándar de calidad”, sostiene (sin restos de flan en la camiseta y mostrando auténtico convencimiento). “Sólo lleva leche y fermentos -nada de las natas o leches en polvo añadidas con tanta frecuencia-, y es perfecto para los que disfrutamos con un yogur alegre de acidez, intenso de sabor y ligero de textura”. Cada vez que lo toma, da gracias al cielo porque existan las vacas cántabras. Precio: en El Corte Inglés cuesta 2,40€ el envase de kilo.
Yogur griego y kéfir de Pastoret
Los lácteos de la familia Pont han conseguido un doble combo en nuestras recomendaciones. Nuestro colaborador gonzo favorito, Òscar Broc, se pirra por el Pastoret al estilo griego. “Ni jroñe que jroñe, ni tonterías. Este es el mejor yogur griego que puedes comprar en un supermercado. La marca Pastoret se vanagloria de utilizar leche de vacas que pastan en libertad, y aunque su producto es un poco más caro, a mi juicio está a años luz de las marcas más industriales”, nos cuenta muy convencido. “Su griego es una orgía de cremosidad y nata que ya viene con un puntito azucarado. Me duran dos minutos”, recuerda antes de salir escopeteado a por más. Precio: unos 2,40€ el tarro de 500 g, sobre 0,80€ el de 125. A la venta en supermercados y otros puntos de venta.
Nuestro crítico-guionista-y-lo-que-surja Jordi Luque no toma yogur, pero ofrece una alternativa para los que gustan de otro tipo de fermentados. “Sufro cierta adicción por el kéfir: me gustan los más ácidos y los más salados, me gustan los que tienen mucha 'aguja' y los que menos. Soy, como decía, un yonki del kéfir, pero uno de los más redondos y apto para no iniciados es el de Pastoret. Redondo en boca”. Precio: alrededor de 1,70€, en supermercados y otros puntos de venta.
Yogur de cabra de Suerte Ampanera
Patricia Tablado es madre, community manager y un poco desastre en la cocina, así que se asegura de tener siempre a mano buenos yogures para subsanar posibles desaguisados. Sus favoritos son los de cabra de la lechería madrileña Suerte Ampanera, y nos cuenta de ellos que “no necesitan ni azúcar ni nada, porque tienen una acidez muy sutil. Es muy líquido, y como más me gusta es con fresas y mango picado, aunque solo también está riquísimo”. Precio: entre 2,50 y 2,90 € el frasco de 500 ml en supermercados y tiendas online.
La siguiente recomendación viene con seguro de calidad: son los yogures que compran los grandes chefs David Muñoz y Paco Morales, así que mal, mal, no pueden estar. Los elabora en Fuente Obejuna la tercera generación de una familia dedicada a la agricultura y la ganadería, y son los favoritos de la experta en gastronomía y profesora de cocina Anna Mayer. Cada vez que da con él lo toma “con aceite de oliva y azúcar, es una pasada. Muy denso, graso, y con un punto de acidez, algo que por desgracia está perdido en los yogures de hoy”. Precio: Unos 2€ por envase de 155 g. Se encuentran en puestos de mercado como Solaz, en el mercado de Valencia, y algunas tiendas online.
Yogur de avellana Bien Aparecida
Cuando le preguntamos a Clara Pérez Villalón, -cocinera, concursante de la primera edición de MasterChef y recientemente fichada como Comidista-, se le ponen los ojos tiernos y piensa en su tierra, Cantabria. Allí preparan los lácteos de Bien Aparecida, de los que asegura que le gusta toda la gama, aunque el que lleva avellana le vuelve especialmente tarumba. “Lleva un 6% de avellana, es mi favorito y me podría comer un barreño, aunque también tengo un lugar en el corazón reservado al de limón”. Precio: Puedes encontrar muchos de sus productos en tiendas online como Carritus, pero el de avellana es uno de los más complicados. Si tienes suerte, lo encontrarás en el Club del Gourmet de El Corte Inglés, por 2,20 € el tarro de 250 g.
Si la leche gallega tiene fama de estar buenísima, sus yogures no van a ser menos. Los de Kalekói provienen de una pequeña explotación ganadera de Lalín, el concello al que volvieron Susana y Álex, dispuestos a retomar la tradición ganadera familiar después de un tiempo trabajando en cosas que poco tenían que ver (ambos son ingenieros). Su intención era retomar los sabores de antaño sin olvidarse de las nuevas combinaciones, y vaya si lo han conseguido: su yogur natural es cremoso, con el punto justo de acidez y un sabor que hace que quieras más y más. Si después de tanto yogur ‘normal’ lo que buscas es fantasía, prueba la ‘tentación’ de castaña y se te pondrán los ojos en blanco. Precio: 0,70 € el de 135 g, 1,60 el de 400. Puedes comprarlos en su tienda online o en los puntos de venta de este listado.
"Esta marca navarra me cae bien por tres motivos: son una cooperativa relativamente pequeña de ganaderos, hacen producción integrada -a medio camino entre la ecológico y la convencional- y sus lácteos están bastante por encima de la media", cuenta Mikel López Iturriaga en su segunda recomendación. "Buena prueba de ello es su yogur natural, también elaborado sin leche en polvo ni nata añadida y dotado de una cremosidad que me sulibella". Para los depravados a los que no les importe una miajita de azúcar añadido, también recomendamos el de sabor galleta: puro vicio que te manda a la infancia a la segunda cucharada. Precio: alrededor de 1,40 € el pack de 4 en supermercados (porejemplo, el de El Corte Inglés).
¿Te gusta el yogur? Cuéntanos cuál es tu favorito y los aficionados a los lácteos te lo agradeceremos eternamente.
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