Cordero guisado con tomate y nueces

Cuando uno piensa en comida griega, difícilmente le viene a la cabeza un guisote. Quizá la cocina helena de la que más referencias tenemos es la veraniega, puesto que pocos son los españoles que pisan aquel territorio en invierno. Pero la gastronomía de algunas zonas de Grecia cuentan con una interesante tradición de carnes guisadas, más apropiadas a mí entender para las temperaturas actuales que para los sofocones del estío.
El Peloponeso es una de estas regiones, y de allí viene este cordero con tomate y nueces. Las especias y hierbas utilizadas, canela, clavo y laurel, le dan el inconfundible toque griego al plato, para el que yo daría dos pautas básicas: utilizar un vino decente y un cordero que no haya ido a la Universidad, y ser lo más amable posible con la cocción, alargándola lo que sea necesario pero manteniendo una temperatura floja no agresiva. En cuanto al acompañamiento, yo lo sirvo con bulgur, pero vale igual un arroz o un cuscús.
La receta está adaptada del libro 'La cocina de Vefa', que ya recomendé en una 'spanakopita' anterior.
Dificultad: Para personas en recesión.
Ingredientes
Para 4
- 1 kg aprox. de carne de cordero troceada para guisar (pierna está bien)
- 100 g de nueces picadas en grueso
- 1 cebolla
- 300 g de tomate triturado
- 150 ml de vino tinto
- 250 ml de vinagre rojo
- 1/2 cucharadita de canela
- 2 clavos
- 3 hojas de laurel
- 1/4 cucharadita de nuez moscada rallada
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra
- Bulgur y ciruelas negras para acompañar (opcional)