Sopa fría de pepino, yogur y menta
La sopa fría de pepino y yogur es un clásico de la comida veraniega de Oriente Próximo y los países balcánicos. Plato de tradición judía, como es lógico se toma en múltiples versiones: más o menos espesa, con el pepino triturado o cortado en láminas, perfumada con hierbas diferentes... La mía es medio clásica, medio inventada, porque he incorporado algún ingrediente que no sé yo si todos los hijos de Yavéh aprobarían.
La patata cocida da suavidad, textura y consistencia a una sopa que, si el pepino y el yogur no son buenos, puede resultar un tanto agria o aguachada. La presencia del yogur de cabra no obedece a otro motivo que una manía personal que me ha entrado en los últimos tiempos, en los que me he aficionado a la leche de este animal. Diría que es más líquido, digestivo y potente de sabor que el de vaca, y un pelín más ácido. Si no lo encontráis tampoco es un gran drama: usad yogur normal pero de buena calidad.
Por último, el sumac o zumaque, ese polvo adictivo. Se trata de una especia de color púrpura bastante común en Turquía y otros países de la región, cuyo sabor alimonado, astringente y salado encaja a la perfección en esta sopa. Sé que es difícil de encontrar, y por eso la he marcado como opcional. En Barcelona la compro en L'Altra Riba, un ultrarrecomendable puesto de comida siria del Mercat de la Abaceria en Gràcia.
Dificultad
Triturar cuatro cosas es complicadísimo.
Ingredientes
Para 4 personas
- 2 pepinos grandes (o 3 medianos)
- 1 patata mediana
- 250 gr. de yogur de cabra (si no se encuentra, de vaca)
- 1 cebolla tierna
- 1 limón
- 1 manojo de menta fresca
- 1 cucharada de sumac (opcional)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra recién molida
Preparación
1. Cocer la patata con piel en agua hirviendo con sal durante unos 25 minutos, hasta que esté hecha. Dejar enfriar y pelar.
2. Pelar el pepino dejando un par de tiras de la piel a cada lado de la piel. Cortarlo en rodajas gruesas, salarlo y dejarlo escurriendo una media hora para que suelte líquido y suavice su sabor.
3. Triturar el pepino, la patata, el yogur, la cebolla tierna, el zumo de medio limón, el sumac si se tiene, unas 10 hojas de menta, 2 cucharadas de aceite de oliva, 2 cucharadas de agua fría, sal y pimienta. Si se ve muy espeso, añadir más agua hasta alcanzar la consistencia deseada. Dejar reposar en la nevera un mínimo de 3 horas (mejor de un día para otro).
4. Corregir de sal y servir muy frío con más menta picada fina, un chorrito de zumo de limón y otro de aceite de oliva.
¿Has intentado hacer esta receta u otras de El Comidista, y no te han salido bien? Quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com
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