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Dónde comen en Madrid los expertos en arte durante la semana ARCO

Galeristas, comisarios y directores de museos recomiendan los restaurantes que visitar durante la Feria Internacional de Arte Contemporáneo en Madrid

Restaurante La Castañal Madrid
Selección de platos y producto del restaurante La Castañal, en Madrid.JUAN BARBOSA
Carlos Córdoba

Cualquiera que visite ARCO tiene una doble certeza: la feria madrileña se pone hasta arriba (95.000 visitantes en 2024) y la oferta gastronómica del recinto no es para echar cohetes. Por eso hemos preguntado a siete expertos dónde comer en Madrid durante el evento.

A los cerca de 400 coleccionistas y 200 profesionales de 40 países que visitarán la feria les espera una ciudad volcada en el arte. Sin ir más lejos, a 10 minutos desde la estación Almudena Grandes, en Atocha, encontrarán la exposición de la artista abstracta argentina Sarah Grilo, en una de las mejores galerías de la ciudad Maisterravalbuena. Y muy cerca de allí, el ‘bistró’ con más encanto de Madrid, Vinoteca Moratín (Moratín, 36), el restaurante que los galeristas Belén Valbuena y Pedro Maisterra han convertido en su “cuartel general” y en el que uno puede coincidir con el director del Museo del Prado mientras disfruta de sus clásicos puerros confitados o su salmón marinado. “Que la carta no cambie mucho es uno de sus puntos fuertes”, cuenta la galerista, que ha celebrado allí los fichajes de sus artistas (Ballester Moreno, Jerónimo Elespe o Jacobo Castellano) y sus inauguraciones de ARCO.

Puerros confitados de Vinoteca Moratín.
Puerros confitados de Vinoteca Moratín. INMA FLORES

Para saber qué restaurantes frecuentan los expertos en arte basta con seguir los pasos de los invitados a las cenas organizadas durante la feria por las galerías más destacadas. Eva Albarrán y Christian Bourdais, de Albarrán Bourdais, en el barrio de Justicia, celebrarán la suya este año en Ticuí (Cedaceros, 6), el mexicano recomendado por Michelin en 2025 y Guía Repsol en 2024. Mientras la galería exhiba obra de Julio Le Parc, leyenda argentina del ‘op-art’, el propio restaurante mostrará la de otro artista de la galería, Héctor Zamora, muy cerca de su comal, el utensilio de alfarería tradicional donde se preparan las tortillas mexicanas, que en Ticuí pueden acompañarse de un pez blanco mantequilloso, el kampachi, o un cochinillo pibil. “Apuestan por la artesanía, el arte y el diseño como parte de la experiencia gastronómica. Su propietario, Arturo Argüelles, socio fundador del Grupo Puntarena, es un gran amante del arte”, cuenta Eva Albarrán.

En el barrio de Chueca se encuentra también, desde hace tres décadas, la galerista Elba Benítez, que estos días muestraobra del cubano Jorge Pardo. Para quienes se acerquen a las numerosas galerías de la zona (Ehrhardt Flórez, Elvira González, Casado Santapau o Travesía Cuatro, entre otras), Benítez recomienda Hermanas Arce (Marqués de Monasterio, 6), donde almuerza cada día. “La comida es sana, el menú cambia a diario y el ambiente es cool”, afirma sobre este restaurante con un catering a domicilio, habitual en las inauguraciones de otra imprescindible galería cercana, Carlier Gebauer.

En torno al mismo barrio, Benítez traza un “recorrido sentimental por la cocina española” que comienza en La Manduca de Azagra (Sagasta, 14), el restaurante navarro donde organiza sus inauguraciones. “Es mi sitio de recibir”, dice sobre este vergel que sirve guisantes lágrima, borrajas o pimientos de cristal, en compañía de una lubina o un chuletón rodeados del ambiente minimalista creado por el arquitecto Francisco Mangado.

El interior del restaurante 'La Manduca de Azagra' en Madrid.
El interior del restaurante 'La Manduca de Azagra' en Madrid.

Los favoritos de la galerista para quienes visiten ARCO, especialmente si vienen de fuera de España, incluyen la cocina internacional de Narciso Brasserie (Almagro, 32) o, si se prefiere algo más cañí, la taberna taurina Casa Salvador (Barbieri, 12). En sus mesas, donde comieron Luis Miguel Dominguín o Ava Gardner, los invitados de la galería alemana Societe disfrutarán este año del recital de españolidad de su carta, que va de los callos a la madrileña a la merluza a la vasca. “He ido a comer allí desde que abrí la galería en los noventa cuando, en una de mis primeras visitas, coincidí con Bruce Nauman”, recuerda sobre el artista de la performance estadounidense. En la misma línea El Fogón de Trifón (Ayala, 144), en el barrio de Salamanca, es para Benítez, perfecto para coleccionistas internacionales en busca de sabores españoles: manitas de cordero con tomate o perdiz, junto con productos del día como gamba blanca o bogavante al ajillo.

Como no todo el arte se concentra en ARCO, la galerista recomienda reservar el domingo para visitar el Museo del Prado, tomar el aperitivo en esa taberna detenida en el tiempo que es La Venencia (Calle de Echegaray, 7), y comer en Café Murillo (Ruiz de Alarcón, 27), el bistró internacional de raíces venezolanas. O en Lacaña (Santa Isabel, 50), si se visita el Museo Reina Sofía y apetece el cuscús marroquí que, solo ese día, prepara el restaurante.

Fachada de la taberna La Venencia en la calle Echegaray.
Fachada de la taberna La Venencia en la calle Echegaray.Almudena Ávalos

El postre aguarda siempre en La Duquesita. Cerca de la mítica pastelería, que atraviesa una envidiable segunda juventud con Oriol Balaguer, se encuentra la galería Prats Nogueras Blanchard, cuyo stand de este año en ARCO gira en torno a Luis Gordillo y la conceptual cubana Ana Mendieta. En esa misma línea contemporánea, la galerista Rebeca Blanchard añade dos propuestas gastronómicas: el libanés Mune (Prado, 3 y Pelayo, 57) y La Llorería (San Lorenzo, 4), ambos en el barrio de Justicia. El primero es perfecto para compartir entre amigos: hummus, tabulé o el menos popular mankouche. El segundo se ha hecho un hueco por el buen hacer de sus jóvenes chefs, que se conocieron en la cocina del doblemente estrellado Dstage, de Diego Guerrero.

Los cocineros Jose Certucha y Carmen Alti, en la barra de La Llorería.
Los cocineros Jose Certucha y Carmen Alti, en la barra de La Llorería. Almudena Ávalos

Blanchard guarda, además, otro as culinario bajo la manga: “La Castañal [Berruguete, 78] está en el barrio de Tetuán y no es el típico restaurante al que invitas para quedar bien. Sin embargo, llevamos a un grupo de coleccionistas internacionales en ARCO y alucinaron”, asegura, sobre esta marisquería sin ínfulas alimentada por lonjas gallegas.

Pensando en esos mismos visitantes de fuera de Madrid, la comisaria Cristina Anglada recomienda visitar La Parra (Monte Esquinza, 34). “A los coleccionistas extranjeros les chifla cenar en un ambiente tan bohemio”, dice la también asesora de la Fundación Calparsoro sobre el restaurante, que ofrece desde huevas de maruca hasta su mítico Pollito Marrakech.

Anglada, que ha seleccionado este año, junto a la también comisaria Anissa Touati, a las 18 jóvenes galerías nacionales e internacionales de Opening, añade otras cuatro propuestas: Fismuler (Sagasta, 29), de la familia de restaurantes La Ancha, el bistró marinero de Dani García, Lobito de mar (Jorge Juan, 10), el italiano Manifesto 13 (Hartzenbusch, 12) o el cubano Zara (Barbieri, 8).

En este último, además de ropa vieja, conviene no irse sin probar sus daikiris. Será el primer cóctel antes de enfilar la ruta de las tres coctelerías cercanas: Del Diego (Reina, 12), Museo Chicote (Gran Vía, 12) y, sobre todo, Bar Cock (Reina, 16), que a principios de la década de 1990, frecuentó Francis Bacon y donde hoy se reúne el who is who del arte durante la feria, entre obras de Ceesepe o Sigfrido Martín Begué. “Se pone hasta arriba estos días, pero es el lugar en el que pasan cosas en ARCO”, dice el pintor Jorge Diezma, que este año ocupará casi la totalidad del stand de Galería Alegría con una espectacular serie de bodegones marineros (“el subgénero del género más bajo”, dice) pintados sobre terciopelo negro.

Mesoneros con alma de artistas

El cocinero Sacha Hormaechea y su tortilla vaga, en el restaurante Sacha.
El cocinero Sacha Hormaechea y su tortilla vaga, en el restaurante Sacha. INMA FLORES

Tania Pardo, Directora del Museo CA2M de Móstoles y autora de la tesis Del cuadro a la mesa: a propósito del arte comestible, recomienda reservar mesa esta semana en Sacha (Juan Hurtado de Mendoza, 11, Posterior), del cocinero Sacha Hormaechea. “Era el sitio de cabecera de Ángel González, mítico profesor de Historia del arte, y el también profesor y crítico Paco Calvo Serraller”, comenta sobre este restaurante de culto, profusamente decorado con obra gráfica.

Igualmente estampadas de arte están las paredes de Bogotá (Belén, 20), uno de los menús del día más concurridos de la ciudad, de cuyas paredes cuelga obra del fotógrafo Alberto García-Alix. Durante años las posibilidades de comer allí y no encontrarse a la mítica galerista Juana de Aizpuru, impulsora de ARCO, eran prácticamente nulas. Junto al Bogotá, estará (solo hasta el 15 de marzo) la exposición temporal de la galería mexicana Karen Uber, entre cuyos artistas están Los Bravú, autores de la barra de azulejo de Barra Mahou en el Estadio Santiago Bernabéu. Ni en un estadio de fútbol se puede huir del arte en Madrid durante la semana de ARCO.

Sobre la firma

Carlos Córdoba
Director de Vídeo de Cadena SER y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Antes fue Redactor jefe de Vídeo de EL PAÍS, director, presentador, guionista, reportero y redactor en TVE, Atresmedia, Mediaset o Telemadrid, entre otras cadenas. Productor ejecutivo del documental ‘Toresky: el prodigio de la imaginación’.
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