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“Un médico me dijo: ‘No comerás ni beberás nunca más por la boca”, Pep Gatell, director artístico de la Fura Dels Baus

El artista investiga junto al equipo de i+d de Mugaritz recetarios para personas con disfagia

Pep Gatell
Almudena Ávalos

“Si hay alguien que sea aprensivo que se dé la vuelta y mire el bosque”. Así empezó a hablar ante un grupo de personas Pep Gatell, cofundador de La Fura Dels Baus, antes de enseñar la bolsa que lleva atada a un agujero del cuello. Fue en el último congreso de Diálogos de cocina donde explicó, por primera vez, su reciente historia en público.

Hace un año le detectaron un cáncer de esófago, comenzó quimioterapia y le operaron en octubre. “Cuando la operación va bien, te proporcionan durante un tiempo nutrición líquida cuyos sabores son chocolate, capuchino y vainilla. Aunque en lugares como Asia, sí hay más sabores con soja, por ejemplo”, dice Nadala Fernández, pareja y mano derecha de Pep, en una videollamada juntos. En su caso, cuentan que la operación se torció. “El cáncer era más agresivo, tenía adherencias intestinales de una operación de hace 20 años y le tuvieron que quitar el esófago y el estómago. Además, pasó una sepsis y por eso ahora lleva el estoma (una abertura) en el cuello y alimentación enteral”, añade ella. “Pero quedó intacto su paladar y olfato”.

Pep Gatell se mantiene sonriendo junto a ella. Habla poco. Le cuesta mucho y se cansa al hacerlo, pero le pueden las ganas. “Tengo la voz como El Padrino”, dice riéndose de su nueva situación.

Juntos recuerdan que después de la operación todo fue incertidumbre. “Un médico me dijo: ‘No comerás ni beberás nunca más por la boca. Y yo, que siempre he sido de buen comer y doy a mis equipos dos horas de descanso a mediodía porque siempre he pensado que para trabajar bien hay que estar contento con tu estómago, pensé que algo tenía que hacer”, explica Gatell. “Los médicos me decían que por la nutrición no me preocupara, que me llegaría al yeyuno, pero yo pensaba constantemente en el placer de quedar a comer, en el disfrute”. Nadala preguntaba a los médicos mil dudas, cosas como si Pep podría tomar un vaso de vino, aunque como con el resto de cosas que ingiriera acabara saliendo por el tubo del cuello y depositándose en la bolsa. “Me decían que sí, que lo podría degustar porque tenía paladar y luego caería en la bolsa. Hay gente con lo mismo que Pep que chupa un trozo de jamón y lo escupe”, cuenta ella. Entonces, con esa perspectiva de futuro, se les ocurrió llamar al cocinero Andoni Luis Aduriz y su equipo.

Variedad de caldos, jugos, néctares y almidones para probar sabores y texturas creadas por el i+d de Mugaritz para Pep Gatell. Imágenes cedidas por el restaurante.

La relación de Pep, Nadala y La Fura dels Baus con el restaurante Mugaritz comenzó en 2008 cuando plantearon el espectáculo Degustación de Titus Andronicus, basado en la obra de Shakespeare Titus Andronicus. Desde entonces, la amistad de la pareja con Andoni Luis Aduriz, Javi Vergara y Ramón Perisé (del equipo i+d) se fue forjando a base de trabajar en proyectos como cortometrajes, el documental Campo a través o diferentes workshops a lo largo de los años. “Somos muy amigos”, afirma Pep. “Por eso les hice una videollamada desde el hospital para enseñarles la bolsa y su funcionamiento. Todos miraban con muchísima curiosidad por la pantalla, me pedían que volviera a tragar algo para verlo mejor y me dijeron que no me preocupara, que encontrarían mil cosas espectaculares que pudiera degustar y tragar. Y si no, las harían”, dice emocionado Pep.

Desde el País Vasco, el equipo del i+d de Mugaritz, con Ramón Perisé a la cabeza, se volcó al instante. “Estaba haciendo con la Fundación Épica -creada por la Fura hace siete años-, un proyecto en el que juntaban científicos con artistas de diferentes disciplinas y nos explicaron que le habían quitado el estómago y el esófago. Yo necesitaba verlo para entenderlo. Le pregunté a Pep si tenía experiencia hedonista, si podía comer texturas y me dijo que sí. Por lo tanto, podía tener placer”, recuerda Perisé.

Entonces, se pusieron manos a la obra en Mugaritz. “Les hicimos tres recetas muy sencillas con tres vídeos para que pudiera sentarse a la mesa en Navidad. Les mandamos una caja con una serie de alimentos -caldos concentrados y otras cosas-, bebidas -una botella de Jerez, dos de sake, una de vino natural, etc-, cosas muy variadas para que él pudiera probar y tuviera estímulos”. Nadala les contó que en esas fechas siempre preparaban canelones, así que le sugirieron que hiciera la bechamel como siempre y le añadiera uno de los jugos de carne que les mandaban. “Así podría ser partícipe de compartir los canelones, como parte identitaria de su familia. Es muy importante poder ser comensal, poder compartir la mesa“, afirma Perisé.

En el congreso Diálogos de Cocina, el equipo de i+d de Mugaritz adaptaron el menú de la sidrería donde cenaban los ponentes para Pep Gatell.

Aquella caja llegó a Barcelona como un sueño hecho realidad. “Nos mandaron bolsas con líquidos como néctar de cebolla, recetas e ingredientes para hacerlas”, recuerda Pep. “La idea, desde entonces, ha sido hacer algo que pudiera ser replicable para el resto de personas con estos problemas: recetas fáciles de elaborar en casa, para todos los bolsillos, con ingredientes del supermercado y herramientas de cualquier cocina. Nada de elaboraciones de estrellas Michelin, sino las que pueda hacer cualquier persona sin presupuesto, con esta mierda que tengo yo y otros problemas de deglutir”, apunta Pep. “Hay cáncer de boca, de lengua, de mandíbula, malformaciones en la boca… estamos investigando mucho, no somos unos cracks, estamos montando un equipo con oncólogos, nutricionistas, pediatras y artistas para crear un recetario, pero también un lugar donde poder preguntar cosas como, por ejemplo, cómo darle un Gelocatil a Pep cuando le duele la cabeza. Es importante dar visibilidad a estos problemas. De aquí a diez años, seguro que la enfermedad tendrá otro circuito”, dice Nadala.

Perisé confiesa que aún no han visualizado todos los retos, “pero el importante es poder llegar al mayor número de personas y que la parte médica se ponga a nuestro favor. A día de hoy, se hace una medicina defensiva y Pep está haciendo una cosa que le dijeron que no hiciera. Todo parte de su valentía”.

Están trabajando en montar una web para compartir conocimiento, desde recetas y trucos del día a día. “A Pep le mandamos jugos concentrados de lo que hacemos nosotros, pero tenemos que enseñar a la gente cómo preparar este tipo de comida y proporcionarles la fuente de donde pueden encontrar los ingredientes. Ahí, según el presupuesto. Si vas a hacer un caldo de pescado y tienes un alto nivel adquisitivo lo podrás hacer con gamba de Palamós y si no, comprar algo más barato”, cuenta Perisé.

Además, Nadala y Pep cuentan que tienen un nuevo compañero en este viaje. “Con Eurecat, un centro tecnológico ce Cataluña, vamos a trabajar la parte de mejora de calidad de vida de pacientes con problemas y, actualmente, estamos haciendo un prototipo de prótesis para el cuello de Pep. También está el equipo médico del Hospital Universitario Vall d’Hebron al que no podemos más que darle las gracias por su labor”, añade Nadala.

Y a esta ola de interés y solidaridad también se han sumado otros cocineros como Paco Morales, Ricard Camarena o Andrés Torres, prestando su ayuda en lo que necesiten. “Aunque tenemos que sentarnos a terminar de escribir y darle forma al proyecto, que se nos está haciendo grande y no hemos empezado. Pero tengo claro que es importante para seguir socializando en las comidas y no aislarte. Al principio tuve mucho miedo de los tropezones, de ahogarme. Ahora desayuno café con leche y magdalenas que caen en la bolsa”, termina Pep con una sonrisa.

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Sobre la firma

Almudena Ávalos
Jefa de la sección de Gastronomía. Ha sido directora de difusión en Naves Matadero-Centro Internacional de Artes Vivas (Madrid), editora de Cultura y Gastronomía de S Moda y colaboradora en medios como 'The Washington Post', 'La Vanguardia', 'El Mundo', y en los programas de radio Hoy por Hoy, de Cadena SER y Protagonistas, de Punto Radio.
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