Objetivos sociales soslayados que lastran la reputación corporativa
Las firmas españolas apuestan por la igualdad de género o las energías limpias, pero presta poca atención a las acciones contra la pobreza o en favor de la naturaleza


En siete años (de 2018 a 2024), el porcentaje de empresas españolas que conocen los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) ha pasado del 69% al 88%, según la última consulta sobre la implantación de la Agenda 2030 en el tejido empresarial elaborada por el Pacto Mundial de la ONU España. Otra de las conclusiones es que las compañías ya destacan abiertamente la correlación entre sostenibilidad y rentabilidad económica. Un 84% de las 2.300 encuestadas considera que seguir una agenda ASG (Ambiental, Social y Gobernanza) ofrece ventajas respecto a sus competidores.
Sin embargo, no todos los 17 ODS se están implementando al mismo ritmo, hace notar Cristina Sánchez, directora del Pacto Mundial de la ONU España. Que, por ejemplo, el ODS 2 (Hambre cero) avance dificultosamente afecta de lleno al sector agroalimentario, y tiene una doble lectura, observa: es una oportunidad de mercado para innovar en usos del suelo y nuevas formas de alimentación saludable, y también un riesgo claro si no se actúa. “La seguridad alimentaria y la resiliencia de las empresas dependerán de su capacidad de anticipar crisis climáticas, fenómenos meteorológicos extremos o interrupciones en las cadenas de suministro”, avanza. La sostenibilidad, un todo que solo queda completo con el cumplimiento de los 17 ODS, es la condición indispensable para la competitividad, advierte Sánchez.
El ODS 5 (igualdad de género) ocupa la primera posición entre los más trabajados por las empresas españolas; el ODS 7 (energía limpia) escala posiciones y se convierte en una prioridad de las estrategias empresariales. Otros como el ODS 14 (vida submarina) y el ODS 15 (vida de ecosistemas terrestres) se mantienen sistemáticamente en los últimos lugares. “Parece que estas áreas se perciben como retos más sectoriales, cuando en realidad son estratégicas para toda la economía”, advierte la experta. No invertir en el cuidado del océano en un país con tantos kilómetros de costa como España le parece “desaprovechar una palanca clave de innovación y resiliencia”. Recuerda que la economía azul representa el 7% del valor añadido bruto nacional, genera más de 600.000 empleos y aporta más de 21.000 millones de euros al año.
Prioridades exiguas
“Las empresas priorizan, desde su actividad, la contribución a objetivos vinculados a la gestión de energía limpia y respuesta al cambio climático, trabajo decente, digitalización y conducta empresarial”, refrenda Germán Granda, director general de Forética. Lo achaca a que son los que más rápidamente se traducen en eficiencia operativa, gestión de riesgos, innovación, reputación y competitividad. Además, se pueden medir y se alinean con marcos regulatorios y expectativas de inversores y grupos de interés. Por los motivos contrarios —impacto empresarial menos directo o inmediato; necesidad de colaboraciones intersectoriales complejas; falta de métricas claras; dificultad de vincularlos con retornos económicos tangibles— quedan relegados los ODS relacionados con reducción de desigualdades (10), el ya citado de vida submarina, y el de alianzas globales (17).
En 2025 se cumplen 10 años desde la adopción de los ODS. Su balance intermedio muestra “grandes brechas”, dice Granda. Si analizamos por territorios, Europa lidera en transparencia, clima y economía circular, “por compromiso y por exigencia regulatoria”; Estados Unidos, en innovación y tecnología; Asia, especialmente China, en infraestructuras e industria limpia; en América Latina y África el foco está en empleo e inclusión social.
Miriam Zaitegui, directora del Programa de España de la European Climate Foundation, destaca que los avances de la UE en transición energética y clima —la cuota de renovables alcanzó el 25% del consumo bruto en 2023, y las emisiones de gases de efecto invernadero cayeron un 36% frente a 1990— han creado un caldo de cultivo propicio para la competitividad. Pero reclama la necesidad de datos climáticos fiables y comparables, para que los inversores puedan actuar a gran escala.
Brechas por tamaño
Existen también brechas entre las compañías grandes y las pequeñas, saca a colación Ángel Pérez Agenjo, socio director de la consultora estratégica de sostenibilidad e impacto Transcendent. Sin estar al día en los aspectos ASG, una pyme deja de ser preferencial como proveedora de una de mayor tamaño, advierte.
En general, el experto estima que las organizaciones españolas están implementando los ODS de manera irregular e insuficiente. A su juicio, pocas han sabido entender el valor de estas herramientas; gran parte del tejido empresarial las ha usado “más como marco de comunicación que como una hoja de ruta eficaz”. Tampoco ha ayudado la politización y la polarización en torno a la Agenda 2030 que se ha producido en España. “Ha restado credibilidad e interés a un marco que puede ser útil para la gestión empresarial, si se sabe utilizar”, defiende.
En su opinión, el problema no son los ODS, el ASG o cualquier otro acrónimo. “El mayor riesgo es perder competitividad por no tener una curiosidad empresarial ante las posibles ventajas de la sostenibilidad”, incide. Por no revisar productos y servicios desde el punto de vista de la sostenibilidad. No incorporar —o hacerlo tarde— las herramientas que propuso la ONU hace una década es “perder oportunidades de mejorar financiación, fortalecer cadenas de suministro o estar preparadas para efectos climáticos adversos”, enumera Pérez Agenjo.
Economía circular, reducción de emisiones y muchas alianzas
Miriam Zaitegui o Ángel Pérez Agenjo fueron ponentes en el evento ESG Spain 2025 sobre sostenibilidad empresarial, organizado por Forética el pasado 16 de septiembre. También participó Patricia Dueñas, Global Lead Circular Economy de Iberostar Hotels & Resorts, que unos días antes, y por correo electrónico, hacía un breve repaso de los ODS que sirven de brújula a su compañía. El área de Economía Circular, guiada por el ODS 12 (Producción y Consumo Responsables) ha contribuido a eliminar el 69% de los residuos enviados a vertedero desde 2021, al tiempo que previene su generación. El área de Acción Climática mira al ODS 13 (Acción por el Clima), logrando una reducción del 17% en las emisiones y en el consumo energético global en comparación con 2019. "Continuamos involucrando a la cadena de valor en la estrategia de descarbonización. En España, el 100% de nuestra electricidad proviene de fuentes renovables", señaló. El ODS 17 (Alianza para lograr los Objetivos) "es la pieza clave que hace posible que el resto de la Agenda 2030 avance", remarcó. Las alianzas se establecen con organismos públicos y privados, y con proveedores y actores locales de los destinos en los que opera. Defiende que los grandes retos como la descarbonización o la protección de la biodiversidad requieren respuestas colectivas, más importantes que nunca en materias como la circularidad. "A través de la colaboración, podemos pasar de proyectos aislados a un cambio sistémico, en los destinos donde operamos y en toda la cadena de valor", concluyó.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
