El Gobierno de la Comunidad de Madrid, que preside Isabel Díaz Ayuso, dedicará 20 millones de euros a que 50.000 estudiantes de Formación Profesional de Grado Superior vean bonificados los precios públicos de sus estudios, cuya matrícula por curso completo es en la actualidad de 400 euros en el sistema público. Para ello, los beneficiados deberán cumplir con unos criterios de excelencia académica aún por definir. Ese requisito, sin embargo, no se le ha exigido hasta ahora a los alumnos que disfrutan de las polémicas becas para cursar los mismos estudios en el sistema privado, que este curso 2023-2024 recibirá 30,5 millones de euros públicos repartidos a través de 12.000 estudiantes. El Ejecutivo regional no aclara si a partir de ahora también extenderá la condición de la excelencia académica al sistema privado. Tampoco si las buenas notas servirán para graduar la cantidad que reciba cada alumno o para separar a quienes obtienen la ayuda de los que no. Ni en qué curso entrará en vigor la nueva ayuda. Todo eso queda pendiente de que Emilio Viciana asuma el lunes el mando de la consejería de Educación.

Todo empieza en octubre de 2022. Con la legislatura dando sus últimos coletazos, Vox lleva a la Asamblea de Madrid una propuesta para eliminar las tasas de 400 euros de la FP pública. Su planteamiento sale adelante con el voto favorable del PP y la abstención de la izquierda. Pero nada se hace, porque vienen las elecciones del 28-M. Hasta ahora.

“Les anuncio que bajaremos los precios públicos de la Formación Profesional de Grado superior en virtud de los resultados académicos de los alumnos para premiar su esfuerzo y para seguir con la excelencia y gratuidad en la educación no obligatoria”, afirma Díaz Ayuso en la primera jornada del debate para su investidura como presidenta. Una promesa que motiva la protesta de Juan Lobato, líder del PSOE, un día después, cuando le toca intervenir en el pleno.

“Esa bajada vinculada a las notas de los alumnos es absolutamente injusta, discriminatoria y no responde a lo que debe ser la igualdad de oportunidades”, se queja el representante de los socialistas, que reclama la eliminación de una tasa excepcional en España. “Se olvida usted de aquellos jóvenes que tienen que estudiar y a la vez trabajar, atender a familiares con dependencia, o que no tienen los apoyos para tener la capacidad de competir en igualdad para obtener esas notas que usted va a premiar”, sigue. “Usted recauda 14 millones de los precios públicos que pagan los jóvenes que estudian FP, que debería ser cero, y los destina precisamente a dar un cheque regalo a quienes ganan entre 100.000 y 180.000 euros para que sus hijos estudien FP en la privada”.

Una argumentación que provoca la respuesta de la presidenta. “¿No cree que la cultura del esfuerzo y del mérito por parte de los que vienen desde familias vulnerables y salen adelante en base a ese esfuerzo también merece una recompensa?”, pregunta. Y concluye: “No sé qué tiene de malo premiar al que se esfuerza. Es importante que aquellas personas que son excelentes, que son brillantes, aunque vengan de cualquier familia, puedan llevar adelante sus vidas”.

Sin embargo, ni la consejería de Educación, ni el Gobierno, han aclarado, a preguntas de EL PAÍS, si efectivamente se pretende que haya criterios de acceso distintos a las ayudas públicas para cursar los mismos estudios en función de que estos se cursen en el sistema público o el privado. Todo queda pendiente de la llegada del nuevo consejero. Y las bases que articularán las ayudas anunciadas por Ayuso con el requisito de la excelencia académica aún no se han publicado en el Boletín regional, por lo que no se pueden consultar.

“Lo que presentó la presidenta es una reducción de las tasas públicas de Formación Profesional Superior, la única etapa de FP que tiene algún coste, que se aplicará en función de los resultados académicos de los alumnos”, resumen en la consejería de Educación. “En este momento se está trabajando en los detalles, que se ofrecerán más adelante”. Isabel Galvín, secretaria general de la Federación de Enseñanza de CC OO de Madrid, considera que las diferencias entre la FP pública y privada son “un escándalo” y “una discriminación clara”. “En vez de dar un cheque, como en la privada, Ayuso anuncia que en función del rendimiento reducirá los precios públicos. En la pública pagas 400 euros y en la privada te dan dinero. Es un reglo a los que tienen más”, critica, y añade que “parece que solo tienen que esforzarse y pasar un filtro los alumnos que van a centros públicos”.

Ayudas para centros privados

Lo que sí se conoce es lo que ha ocurrido con las ayudas para los centros privados. El curso pasado (2022-2023) el Ejecutivo de Ayuso flexibilizó el criterio de renta per cápita familiar con el que se restringía el acceso a las becas que concede para cursar en centros privados Educación Infantil, Bachillerato y Formación Profesional, tres etapas educativas no obligatorias.

Como resultado, desde entonces pueden optar a recibir la ayuda aquellas parejas con un hijo que ingresen hasta 107.739 euros, cuando antes el límite era de 30.000 euros para los que optaban a una ayuda para Bachillerato, de 60.000 para los de Formación Profesional (FP), o de 75.000 para los de Educación Infantil. Del mismo modo, las parejas con dos niños que tengan unos ingresos globales de 143.652 euros también podrán pedir estas becas; o las que tengan tres hijos y unos ingresos en el hogar de 179.565 euros.

Con el nuevo criterio de los 35.913 euros, los límites máximos de renta en el curso 2022-2023 con respecto al curso 2021-2022 aumentaron un 259% en Bachillerato (el límite de la renta per cápita pasa de 10.000 euros a 35.913), un 80% en Formación Profesional de grado superior (de 20.000 euros a 35.913) y un 44% en Educación Infantil (de 25.000 euros a 35.913).

La polémica consecuente obligó en 2022 al entonces consejero de Educación, y hoy presidente de la Asamblea, Enrique Ossorio, a anunciar que estudiaría de cara al próximo curso (2023-2024) la inclusión de criterios académicos de excelencia para optar a esas ayudas para estudiar en el sistema privado puro. Casi un año después, parece que ha ocurrido justo lo contrario. Ahora se plantea reclamar buenas notas a los alumnos que quieran tener ayudas para hacer FP de Grado Superior en la escuela pública, y el Gobierno no aclara ni cuándo pondrá esas becas en marcha ni si exigirá la misma excelencia académica para estudiar en centros privados puros.

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