Dónde comprar un buen turrón
En esta ruta madrileña para comprar turrones de calidad conviven confiterías centenarias con obradores modernos y se encuentran desde tabletas de sabores tradicionales hasta elaboraciones de stracciatella de yuzu o té matcha
La pastelería Ascaso lleva 131 años de tradición pastelera en Huesca, más de 50 haciendo turrones y desde 2015 tienen sede en Madrid. Los elaboran en su obrador oscense de manera artesana y los traen en preciosos bloques que exponen en su escaparate madrileño. El turrón de tres cremas, que alterna tres tipos de mazapanes con tres cremas de mantequilla de trufa, natural y moca, es el más vendido (37 euros el kilo).
Pero tampoco se quedan atrás los creados con la colaboración del pastelero Yann Duytsche como el Camellia hecho de mazapán de almendra marcona con té matcha que le confiere el color verde y yuzu que aporta el sabor cítrico (40 euros el kilo) y el turrón Yann de chocolate y mazapán con aceite de oliva virgen extra arbequina y chocolate blanco Ivoire cubierto de una pasta de fresas naturales (15 euros).
De autor
La Duquesita tiene cada temporada novedades firmadas por Oriol Balaguer. En esta ocasión, el pastelero catalán ha pensado en los paladares de los más pequeños y ha ideado una tableta de chocolate con leche con pistacho, chocolate Ruby y gominolas, nubes y galletas (19 euros) y otro de arroz inflado con chocolate y praliné por el mismo precio. Las dos juntas salen a 36 euros. Dentro de esta colección está el turrón de Músico a base de Chocolate 70% Cacao Grand Cru con frutos secos (19 euros) y no faltan las clásicas barritas blandas o duras de almendras a las que añaden canela y miel (10, 80 euros cada una).
Otra parada obligatoria es The Pâtissier. Además de poder comprar sus polvorones de manteca ibérica de Guijuelo o los almíbares especiados, se pueden adquirir tabletas de turrón tan espectaculares como la de pistacho con almendra (9 euros), la de nueces de Pecán y almendra (14 euros) o la de stracciatella de yuzu (9 euros). Todas están hechas en el obrador que dirige Ricardo Vélez y sugiere maridarlas con el champán que venden en el mismo espacio.
Clásicos y centenarios
Hay pastelerías a las que hay que entrar por lo menos una vez en la vida. Escondida detrás de la Puerta del Sol, en el número 8 de la calle del Pozo, está desde 1830 la preciosa Antigua Pastelería del Pozo donde a 45 euros el kilo venden sus tradicionales de yema tostada, yema natural, de naranja o coco, entre otros. A pocos metros de distancia, se encuentra Casa Mira, comercio imprescindible de las navidades madrileñas con su mítico escaparate giratorio. Este año han vuelto a colocar una máquina para coger turno y evitar la fila que siempre se monta en la calle. Aún así, la clientela se acumula en la puerta hipnotizada con los dulces que pueblan las vitrinas. Sus turrones artesanos de gran calidad y elaborados con productos nacionales cuestan 47 euros el kilo.
Abierto desde 1885, en El Riojano los elaboran en el obrador que tienen en la planta de abajo. Todos sus turrones cuestan 44 euros el kilo y cada tableta ronda los trece euros. Su jefe pastelero, Roberto Martín, afirma que está contento de que en su misma calle hayan abierto en los últimos años otros comercios especializados como Vicens y la tienda Casa 1880. En esta última, inaugurada el pasado verano frente a El Riojano, anuncian que venden el turrón más caro del mundo. Sus tabletas más caras cuestan 250 euros y aseguran haber vendido algunas. Las exponen dentro de una urna de cristal y las hay de tres tipos: el turrón de Alicante con trufa blanca de Alba y pan de oro; el de Jijona con café Kopi Lulaw -uno de los más exclusivos del mundo- y el tercero es uno de Alicante con Azafrán de La Mancha. Pero entre su variada oferta también cuentan con unos palitos adictivos de turrón de almendra con chocolate y sal de Himalaya por 5, 95 euros.
Y para finalizar la ruta, no hay que olvidar El Horno de San Onofre en el que destaca su turrón Capuchino a 47 euros el kilo. “Lo hacemos a base de dos capuchinas, que son bizcochos al baño maría borrachos de crema y chocolate”, explica Ana Guerrero. También sobresale el de naranja con piñones a 55 euros el kilo y el trufado con piñones por el mismo precio. Además, desde esta semana El Horno de San Onofre cuenta con un pequeño espacio en la nueva Galería Canalejas dentro del hotel Four Seasons.
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