Barcelona califica de “refugio climático” todas las piscinas públicas para llenarlas pese a la sequía

Laia Bonet, la primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, ha anunciado este jueves que las cerca de 50 piscinas municipales de Barcelona se llenarán y se unirán a la red de refugios climáticos de la capital catalana, que cuenta desde 2019 con 200 de estos espacios térmicos en los que ya hay bibliotecas, centros cívicos o museos, entre otros, con temperaturas variables entre 25 y 29 grados. El Consistorio, que en su web recoge que los refugios son gratuitos, no ha detallado cómo garantizará el acceso universal a los espacios. Las piscinas mantendrán los precios como hasta ahora, y el Ayuntamiento estudiará “un baremo para personas con vulnerabilidad”, ha indicado un portavoz, que ha señalado que se tratará de ayudas, no de una modificación del precio público.

Sobre esta modificación del Plan Especial de Sequía (PES), que permite a los municipios catalanes declarar las piscinas públicas y privadas (del sector hotelero o de una comunidad de vecinos) como refugios climáticos con la intención de proteger a la población de los episodios de altas temperaturas, la primera teniente del Ayuntamiento ha afirmado que también es “fruto de la improvisación” y una irresponsabilidad del Govern: “Es una decisión que conlleva una presión añadida a los municipios porque no ofrecen las herramientas para poder gestionarlo. Las soluciones no pueden ser las mismas para Barcelona que para un pueblo de interior con 300 habitantes”. En relación a la apertura de las piscinas privadas, Bonet ha explicado que el Consistorio tiene que estudiar la situación de estas albercas, aunque ha remarcado que la red de piscinas municipales es suficiente para ofrecer estas instalaciones como refugio climático a la ciudadanía en los episodios de temperaturas extremas.

En su comparecencia, Bonet ha aprovechado para criticar también “la improvisación” de la Generalitat, que preside Pere Aragonès, tras el anuncio de la instalación de una desalinizadora flotante en el puerto de la ciudad de la que, ha asegurado la socialista, “tenemos pocos detalles”. “Parece que el Govern ya está de campaña electoral”, ha señalado la primera teniente sobre esta infraestructura, quien también ha afeado la modificación del Plan Especial de Sequía (PES) del pasado martes. El Ayuntamiento, que dirige el socialista Jaume Collboni, teme que esta “decisión unilateral e irresponsable” comprometa las inversiones para resolver los efectos de la crisis hídrica “de forma estructural” y el trabajo de anticipación que ha estado realizando estos meses la comisión de sequía formada en el Consistorio. “El Govern ha tomado esta semana dos decisiones sin contrastar ni compartir el análisis de los impactos que tienen estas medidas”, ha afirmado Bonet, quien ha remarcado que el Ejecutivo de Aragonès (ERC) está actuando “de forma totalmente opuesta” a la pedagogía del inicio de la crisis hídrica. “Hemos pasado de un escenario de emergencia a otro donde se pueden abrir todas las piscinas”, ha indicado.

No han sido las únicas críticas que el Govern de Pere Aragonès ha recibido por la gestión de la sequía que atraviesa Cataluña desde hace más de 40 meses. Jessica Albiach, candidata de los Comunes en las próximas elecciones de la comunidad, que se celebran el próximo 12 de mayo, acusó al Govern de “pasar la patata caliente” a los ayuntamientos en todo lo relacionado con la gestión de la crisis hídrica. Las entidades supramunicipales, como la Federación de Municipios Catalanes (FMC) y la Asociación de Municipios Catalanes (AMC), difieren sobre el alcance de la flexibilización en el llenado de las piscinas y sus capacidades para gestionarla. “¿Cómo vamos a poner un precio público a una piscina privada? Es una locura”, señaló a este periódico, Eduard Rivas, presidente de FMC.

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