El cese del exjefe de investigación de los Mossos acorrala al Departamento de Interior
La Comisión de acceso a la información ordena a la dirección de la policía que faciliten al intendente los correos electrónicos en los que el actual comisario jefe pidió el acceso a todas las diligencias, también las secretas
El cese del exjefe de investigación de los Mossos d’Esquadra, el intendente Toni Rodríguez, acorrala al Departamento de Interior. La comisión del derecho de acceso a la información ha dado 15 días a la Dirección General de la Policía catalana para que facilite a Rodríguez unos correos electrónicos en los que el actual comisario responsable de los Mossos, Eduard Sallent, pedía acceso a través de su jefe de gabinete a todas las diligencias, también las declaradas secretas. La orden se dio cuando Rodríguez, que considera que fue destituido por las causas que lideró contra políticos y el hermetismo con las que las instruyó, estaba destinado en investigación. El consejero del Interior, Joan Ignasi Elena (ERC), ha cerrado filas en todo momento con el actual comisario jefe.
El intendente persigue el intercambio de correos electrónicos en el contexto de la demanda por su destitución, en diciembre de 2021, que considera que se debe a las investigaciones que lideró contra algunos políticos, como la del consejero Miquel Buch, cuando dirigía el Departamento de Interior, por la escolta de Puigdemont en Bélgica. Buch fue condenado en septiembre a cuatro años y medio de cárcel y 20 de inhabilitación. También investigó a la expresidenta del Parlament Laura Borràs, penada también a cuatro años y medio de prisión y 13 de inhabilitación por trocear contratos.
La resolución de la Comisión de garantía del derecho de acceso a la información pública resuelve que el Departamento de Interior entregue a Rodríguez los correos electrónicos de finales de mayo de 2020, en los que el responsable del gabinete de Sallent solicita el “máximo perfil NIP” por orden del comisario jefe, según fuentes policiales. El NIP es el Núcleo de Información Policial, una base de datos al que los policías acceden con mayor o menor profundidad, en función de su lugar de trabajo, donde se alojan diversas categorías de información: normal, confidencial, reservada y secreta. Ante una petición tan delicada, la división que otorga los permisos reclamó a la jefatura de los Mossos que confirmase si pedía también acceso a las investigaciones declaradas confidenciales o secretas. Uno de los comisarios del equipo de Sallent ratificó la orden, indican fuentes policiales. Cuando los mossos de la unidad anticorrupción lo supieron, decidieron trabajar fuera de los servidores de la policía catalana.
El intendente considera que la petición de máximo acceso a la base de datos policial demuestra los intentos de la jefatura de los Mossos de conocer a través de cualquier vía las investigaciones que llevaban a cabo. Y afianza los motivos por los que, a su juicio, le destituyeron: un blindaje total de su trabajo. El máximo acceso al NIP, coinciden diversas fuentes policiales, suelen ostentarlo únicamente los policías que instruyen un caso y sus mandos inmediatos. En la demanda por su cese, Rodríguez ya acusó al comisario Sallent de pedir, a través de personas interpuestas, las diligencias del caso Buch, que se encontraban judicializadas.
Además de cuestiones de protección de datos, el Departamento de Interior (que evita en todo momento en su argumentación confirmar que efectivamente existen esos mails) alega peligro para la “seguridad pública” al desvelar los “niveles de perfiles autorizados”, así como “los funcionarios que pueden acceder” para denegárselos a Rodríguez. También considera que puede “entorpecer” las investigaciones y suponer un “potencial riesgo para las personas que disponen de estos accesos”. Transparencia, que reprocha a Interior que no aclare “si dispone efectivamente de la información solicitada”, considera que Interior se basa en un “supuesto abstracto y potencial” de peligrosidad, sin especificar a qué investigaciones puede perjudicar. Por todo ello, resuelve que se faciliten “los correos electrónicos que se intercambiaron desde la jefatura de la policía y la División de sistemas de información policial sobre la necesidad de validar y confirmar la tramitación del nivel de acceso”, “debidamente anonimizada” y sin que comprometa el “sistema de seguridad”.
Fuentes cercanas a la actual jefatura de los Mossos siempre han negado injerencias en las investigaciones, y han defendido el legítimo papel de supervisión de los mandos del cuerpo. Oficialmente, el Departamento de Interior alegó para destituir a Rodríguez, que no era un buen jefe de equipos, a pesar de que en todas las evaluaciones internas obtuvo la máxima puntuación. El intendente fue relevado el mismo día que el consejero Elena destituyó al mayor Trapero. Fuentes cercanas al intendente aseguran que se reservan las acciones que consideren pertinentes una vez reciban el contenido de los correos electrónicos.
El comisario Sallent ha dirigido a la policía catalana en dos periodos. El primero abarca entre junio de 2019 y noviembre de 2020, nombrado por el consejero Miquel Buch (Junts). Con la absolución de Trapero por el referéndum del 1-O, Miquel Sàmper (Junts) lo destituyó para restituir al mayor. Un año después, en diciembre de 2021, Sallent regresó de nuevo a la cúpula de la mano de Joan Ignasi Elena (ERC) como número dos del comisario Estela. Poco menos de un año después, entre graves acusaciones de deslealtades, ERC defenestró a Estela y otorgó a Sallent la dirección del cuerpo, donde continúa. Rodríguez dirige la comisaría de Rubí.
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