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El jefe de investigación de los Mossos destituido por falta de liderazgo tiene un excelente en liderazgo

Toni Rodríguez, que lideró causas incómodas para el Govern, obtiene las mejores notas en la evaluación interna de los mandos

Jesús García Bueno
El jefe de investigación de los Mossos d'Esquadra destituido, Antoni Rodríguez, en una rueda de prensa en 2018.
El jefe de investigación de los Mossos d'Esquadra destituido, Antoni Rodríguez, en una rueda de prensa en 2018.EUROPA PRESS (Europa Press)

El exjefe de investigación de los Mossos d’Esquadra, Toni Rodríguez, fue destituido por sus escasas dotes para el liderazgo. Ese fue, al menos, el argumento que brindó la nueva jefatura policial y que ha abrazado el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena (Esquerra Republicana). “Se puede ser el mejor cirujano, pero un jefe de hospital”, dijo Elena, el lunes, en una comparecencia en el Parlament en la que hizo suyas las palabras del comisario Josep Maria Estela. Pero esas razones, con las que el consejero se defiende de haber desatado una “purga” entre mandos policiales, casan mal con la hoja de servicios del intendente cesado.

Todos los mossos se someten, anualmente, a una evaluación obligatoria (llamada PGA) por parte de sus jefes inmediatos, que miden su rendimiento del 1 (insuficiente) al 4 (excelente). Rodríguez, que fue el número 1 en su promoción de intendentes, ha obtenido una nota cercana al excelente (en torno al 3,8) en los expedientes emitidos en los últimos años, según ha podido saber EL PAÍS. Tres de los 13 aspectos que se puntúan en la escala superior del cuerpo -intendentes como él, pero también comisarios- tienen que ver con las capacidades para el mando: motivación del equipo, compromiso, interacción con otros servicios. En todos esos capítulos, Rodríguez ha obtenido la máxima puntuación: un 4.

El jefe de investigación destituido -y recolocado, a su pesar, como jefe de la comisaría de Rubí- ha sido objeto, en los últimos años, de informes específicos que desarrollan y justifican la puntuación. Ocurre siempre con los agentes cuyas notas se sitúan (para bien o para mal) en los extremos. Fuentes consultadas por este diario consideran que Rodríguez tiene una habilidad especial para “dirigir y supervisar” equipos y que una de las razones por las que es respetado es porque ejerce su “liderazgo”.

El expediente de Rodríguez deja en entredicho la versión oficial del Departamento de Interior sobre los motivos de su destitución. En su comparecencia, el consejero insistió en el asunto del liderazgo al confrontar a Rodríguez con el que es ya su sustituto al frente de la Comisaría General de Investigación Criminal (CGIC), Ramon Chacon. Éste fue designado por la nueva jefatura “pensando en su capacidad de liderazgo”, en sus “habilidades directivas” y en su “capacidad de diálogo y coordinación interna”.

Días antes de Navidad, el consejero Elena anunció la salida del major de los Mossos, Josep Lluís Trapero, para “feminizar” el cuerpo, rejuvenecerlo y explorar nuevas formas de liderazgo más coral. El consejero republicano designó un triunvirato: el comisario Josep Maria Estela (en la cúspide), flanqueado por el comisario Eduard Sallent (que ya fue máximo responsable de los Mossos unos meses, hasta la restitución de Trapero en 2020) y la intendente Rosa Maria Bosch. Una de las primeras decisiones de la jefatura fue sustituir a Rodríguez, un hombre próximo a Trapero.

Rodríguez, que ingresó en el cuerpo en 1997, llevaba 18 años vinculado a la investigación en Mossos. Fue jefe de crimen organizado (cuatro años), de la División de Investigación Criminal (DIC) otros tres años y ha sido responsable apenas seis meses de la CGIC, que engloba esas y otras unidades como Anticorrupción, que dirige las pesquisas más sensibles para el Govern.

El intendente y su equipo han dejado a un paso del banquillo al exconsejero de Interior Miquel Buch, que afronta una petición de seis años de cárcel por el empleo de fondos públicos para facilitar un servicio de escolta al expresidente Carles Puigdemont. También han puesto contra las cuerdas a la presidenta del Parlament, Laura Borràs, por fraccionar contratos cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes para adjudicárselos a dedo a un amigo suyo. Y fueron los responsables de la detención, en octubre de 2018, del presidente de la Diputación de Lleida, Joan Reñé, en una causa cada vez más robusta que ha entroncado con el caso 3% por los pagos a través de la productora audovisual Triacom.

La salida de Rodríguez ha irritado a jueces y fiscales, que se habían acostumbrado a trabajar con él en casos complejos con la máxima discreción. En su comparecencia en el Parlamento catalán el pasado lunes, para dar explicaciones por los cambios en la cúpula, Elena habló del caso de Rodríguez. Negó que su traslado a Rubí sea un “castigo” o una forma de “despreciarlo”. Con poco menos de 80.000 habitantes, esta ciudad del área metropolitana de Barcelona tiene una ratio de delitos inferior en nueve puntos a la media catalana. Según Elena, liderar la comisaría supone “un reto policial muy importante”.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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