Lara Hernández (Movimiento Sumar): “La regeneración no se puede quedar en medidas cosméticas”
La secretaria de Organización del partido creado por Yolanda Díaz pide derogar la ‘ley mordaza’, aboga por “respetar los tiempos” de Podemos y afirma que el relevo de la excoordinadora “no está en la agenda”
Lara Hernández (Madrid, 38 años), secretaria de Organización de Movimiento Sumar, es una de las cuatro coordinadoras de la formación creada por Yolanda Díaz (e integrada en la plataforma Sumar con otros partidos) desde la repentina dimisión de Díaz hace un mes. En conversación con EL PAÍS, esta profesora de filosofía en un instituto de la capital, exdirigente de IU, pide que el Gobierno sea “valiente” en la propuesta de medidas para la regeneración democrática, defiende “respetar los tiempos” de Podemos —que rompió con Sumar el pasado diciembre— y descarta hoy un frente popular como el francés en España.
Pregunta. ¿Qué está pidiendo incluir Sumar en el paquete de medidas que Pedro Sánchez expondrá el miércoles en el Congreso?
Respuesta. Después de que el presidente lo haya anunciado a bombo y platillo, la regeneración democrática no se puede quedar en medidas cosméticas. Debemos ser muy valientes. Estamos trabajando en temas como la profundización en la democratización de la información; la democratización de la justicia y medidas contra el lawfare; por supuesto, la derogación de la ley mordaza [la ley de seguridad ciudadana] y la derogación de los delitos contra la Corona que estableció el Gobierno del PP. En lo concreto, tenemos propuestas para limitar oligopolios mediáticos desarrollando el reglamento de la UE; implementar la ley de secreto profesional de periodistas; la ley de publicidad institucional; y cambiar y mejorar el sistema de acceso a la carrera judicial, es decir, que aquellos que están impartiendo justicia se parezcan a su país. Creemos, además, que no se trata solo de desbloquear la renovación del CGPJ, sino que también hay que abordar reformas de las competencias del órgano.
P. Han insistido mucho en la derogación de la ley mordaza. ¿Quedaría cojo el paquete si no la incluyese?
R. Es ampliamente conocida nuestra posición sobre la importancia de ponerla encima de la mesa para poder hablar de regeneración democrática.
P. Tras el ciclo electoral y el paso a un lado de Yolanda Díaz, ¿está el grupo fuerte para afrontar esta negociación y la de Presupuestos con el PSOE?
R. Sí. Somos conscientes de dónde venimos, de un año y dos meses en los que ha habido seis procesos electorales. Hacia dentro, hemos reconstruido orgánicamente Movimiento Sumar y creemos que las preguntas que nos han llevado a consolidar este espacio político siguen vigentes. Es importante romper las fronteras de los partidos, que han sido siempre estrechas. Hay una amplia desafección ciudadana hacia la política. Y también situar el debate en el marco de la ciudadanía, impulsar nuevos protagonismos ciudadanos.
P. ¿Se ha entendido la dimisión a medias de Díaz?
R. Sí, es un gesto político audaz que pretende situar en el centro un trabajo que pasa por una agenda social y regeneradora.
P. ¿Está cuestionado su liderazgo?
R. No lo creo. Es la mejor ministra de Trabajo de la democracia. La anterior legislatura fue la de la reforma laboral, gracias a la cual hoy hay 21,4 millones de personas empleadas. Un dato que, lamentablemente, este ruido ensordecedor [de la oposición] está tapando.
P. ¿Diría que sigue siendo su mejor activo electoral?
R. No entendemos la política así, en torno a activos electorales, sino en torno al trabajo de base que se realiza desde la vicepresidencia.
P. ¿Y cómo se explica que Díaz siga siendo la líder del espacio pero, a la vez, haya dado un paso atrás en la dirección de su propio partido?
R. Yolanda Díaz no ha dado un paso atrás. Se ha echado a un lado asumiendo con responsabilidad y altura de miras unos resultados. Pocos líderes pueden decir eso.
P. Pero sigue al frente del espacio.
R. Sigue al frente del ministerio y de la vicepresidencia segunda.
P. Y de la coordinación del grupo parlamentario y del Gobierno.
R. Es la presidenta del grupo, por supuesto.
P. Se lo pregunto de otra forma: si mañana hubiera elecciones generales, ¿quién encabezaría la candidatura?
R. Ahora mismo eso no está ni en la agenda de Yolanda Díaz ni en nuestra agenda.
P. ¿Y hay un posible relevo?
R. Insisto, no está en la agenda.
P. ¿Qué hizo mal Sumar para perder en 11 meses dos tercios de los apoyos electorales que tenía y enfadar a todos los partidos?
R. Hemos hecho cosas mal. Pero esos errores también han venido determinados por un ciclo electoral muy convulso.
P. Ha habido ya una primera mesa de partidos, llamada a relanzar el espacio. ¿Hay alguna conclusión de esa reunión?
R. Las secretarías de Organización [de los distintos partidos que conforman Sumar] nos hemos visto en una mesa técnico-política. Hicimos un análisis del momento político. Hablamos de la actividad parlamentaria, de los retos del Gobierno y de iniciar los trabajos de los Presupuestos. Hay una voluntad clara de seguir trabajando para mantener una acción política coordinada tanto del grupo parlamentario como de los cinco ministerios.
P. ¿Han renunciado a sentar en esa mesa a los líderes de los partidos?
R. No renunciamos a nada, es un primer paso, tenemos por delante tres años para trabajar. Queremos establecer un marco de diálogo horizontal, coordinado con el resto de las formaciones.
P. Cuando dice que hay un nuevo marco de relaciones, en pie de igualdad, ¿asumen que antes no era así?
R. No asumimos nada. Entendemos que el marco político ha cambiado y vamos a seguir trabajando para fomentar esa cultura horizontal de diálogo.
P. Ha habido una caída en las catalanas y un batacazo en las europeas en esa comunidad al quedar por detrás de Podemos. Siendo un pilar del proyecto, ¿puede tirar Sumar sin unos Comunes fuertes?
R. No contemplamos ese escenario.
P. El escenario es ya de crisis, hay unos muy malos resultados en Cataluña. ¿Sumar puede estar fuerte si el grupo catalán no lo está?
R. Sumar va a estar fuerte si nosotros seguimos trabajando. Tenemos tres años por delante en los que vamos a seguir apostando por un trabajo volcado en, por y para la política.
P. ¿Debe la izquierda española extraer alguna lección de la victoria del Nuevo Frente Popular en las legislativas francesas? ¿Hay que trabajar por la unidad también en España?
R. Es un resultado trascendental para cambiar la mirada de derrota que estaba instalada en Europa ante el avance de la extrema derecha. Al reeditar el marco del 23-J español, Francia y España se han convertido en dos pilares alternativos al momento de construcción europea. Extraería varias lecciones concretas para el espacio. En primer lugar, que la ilusión, la movilización y la participación de la izquierda es posible con proyectos ambiciosos y valientes. Segundo, que esto se construye con partidos, pero siendo capaces de ir más allá, volviendo a conectar con la calle. También que un frente debe ser un espacio reconocible por la gente y, a la vez, tenemos que representar los intereses de fondo de esa gente que se está quedando fuera del Estado del bienestar. El grito francés es un grito que defiende la democracia y en esa medida nos interpela a todo el espacio alternativo de izquierdas.
P. ¿Algo como lo de Francia sería posible en España?
R. No se dan las circunstancias actualmente.
P. ¿Se refiere a la alianza con el PSOE o a otros partidos?
R. En general. No estamos en condiciones ahora mismo.
P. Como secretaria de Organización de Movimiento Sumar, ¿va a trabajar para volver a tender puentes con Podemos?
R. Los compañeros de Podemos han decidido tomar su propio camino. Y no podemos más que respetar ese debate político, esos tiempos y esos ritmos.
P. ¿Eso es un no?
R. Eso es que vamos a respetar los tiempos y los ritmos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.