Los partidos de Sumar piden paso en la nueva etapa

La dimisión de Yolanda Díaz como coordinadora general de Sumar, el partido fundado para concurrir a las generales, ha abierto el enésimo debate sobre la reorganización de la izquierda. En un momento de debilidad electoral, y aunque la vicepresidenta seguirá volcada en sus funciones en el Ministerio de Trabajo y al frente de la interlocución con el PSOE en el Gobierno, tal y como ella misma explico el martes (”no me voy”, dijo desde Ginebra), las formaciones más involucradas en el proyecto, como Izquierda Unida y Más Madrid, reclaman ya un mayor protagonismo en un espacio que cuente con una coordinación mucho más horizontal. Menos de 24 horas después de anunciarse la renuncia de Díaz tras el varapalo en las europeas —tres escaños y el 4,65% de los votos—, la portavoz de MM en el Ayuntamiento de la capital, Rita Maestre, pedía la convocatoria de una “mesa de la coalición” para definir ”el rumbo político” del proyecto.

“La apuesta por un rumbo sin las organizaciones políticas se ha demostrado fallida. Es tiempo de dejar atrás las hipótesis que no funcionan y, con humildad y responsabilidad, comenzar una nueva etapa”, reza el comunicado emitido este martes por el partido que lidera la ministra de Sanidad, Mónica García, uno de los que salió más crítico contra la dirección de Sumar tras conocerse los resultados del domingo. “Elección tras elección, durante el último año, se confirma la importancia del arraigo territorial, del conocimiento del territorio”, subraya la nota difundida a la militancia, en la que también subraya que aunque “las relaciones bilaterales entre formaciones políticas seguirán siendo necesarias”, es el momento “de pensar y actuar juntos”. En línea con lo expresado por Maestre horas antes, Más Madrid llama a la convocatoria de una mesa de la coalición, que define como “el espacio en el que los movimientos y las organizaciones políticas se sientan a debatir y definir desde la autonomía y la horizontalidad el sentido y rumbo de su cooperación y colaboración”.

En declaraciones posteriores en el Senado, García apeló a la “receta ganadora” que le “ha funcionado“ a su formación, Más Madrid, con dos ingredientes: contar con “arraigo territorial” y “hablar de las políticas cotidianas de le importan a la gente: vivienda, sanidad, educación, residencia de mayores”.

La lectura de la formación que ahora dirige Antonio Maíllo es similar. Su candidato, Manu Pineda, número cuatro de la lista de Sumar, no logró escaño en el Europarlamento y con ese resultado, IU ha perdido su representación histórica en Bruselas. “Aprendamos de errores y aciertos para que las izquierdas tengan un proyecto común, con coordinación, participativo, desde el que enfrentar la ola de la ultraderecha. Retomemos el empuje con métodos democráticos que hagan que todas las fuerzas se sientan parte”, ha defendido este martes en declaraciones a la Sexta el portavoz parlamentario de la formación, Enrique Santiago.

Tras el desconcierto que ha provocado su paso atrás, Díaz aclaró este martes las consecuencias de su dimisión como coordinadora de la formación e hizo un llamamiento a la calma. “Yolanda Díaz no se va”, aseguró sobre ella misma la vicepresidenta segunda del Gobierno, que recalcó que sigue formando parte de la ejecutiva y la coordinadora de Sumar. La titular de Trabajo defendió su decisión de dejar el liderazgo, tras los “malos resultados” en las europeas del domingo , como “política de la buena” y como medida de protección del gabinete de coalición con el PSOE, que, ha asegurado, va “a preservar por encima de todo”. “Tenemos cinco ministerios en el Gobierno de España. Los voy a seguir coordinando”, enfatizó.

A pesar de que la continuidad de Díaz en el Gobierno no está en cuestión, su paso a un lado como máxima dirigente del partido Sumar es visto por IU y MM como una oportunidad para redefinir las relaciones dentro del grupo. Fuentes de IU defienden que la tesis de Díaz ha fracasado y creen que el suyo debería ser solo “un partidiño más”, y no el actor predominante de la coalición.

Mientras estas dos formaciones han sido claras, los Comuns guardan silencio. Este martes, ninguno de sus portavoces compareció en las ruedas de prensa habituales en el Congreso y los diputados del grupo han evitado hacer declaraciones después del mal resultado obtenido en las europeas. Cataluña fue la única comunidad en la que la candidatura de Podemos, liderada por la exministra Irene Montero, obtuvo más diputados.

Fuentes de Sumar se han abierto ya a retomar el diálogo con el resto de fuerzas políticas, aunque hay voces en la dirección que discrepan sobre la fórmula correcta para plantear las negociaciones a partir de ahora. “Se abre una etapa en la que los diálogos y el intercambio de opiniones se tiene que hacer de manera cuidadosa y fraternal. Vamos a seguir haciendo camino juntos”, ha recogido el guante el portavoz parlamentario de Sumar, Íñigo Errejón.

Está previsto que el Grupo Coordinador de Sumar, compuesto por 80 miembros, se reúna el jueves para abrir la reflexión sobre el futuro del partido, aunque no está claro si de ese encuentro saldrá un nuevo coordinador o se abrirá un plazo de interinidad para decidir la futura dirección. Desde la organización advierten de que no se trata de un “debate sucesorio” y defienden que el liderazgo político de Díaz no está en cuestión. “Su decisión de concentrarse en Gobierno es una decisión de prioridades estratégicas: cuidar el Ejecutivo y la iniciativa política”, ha justificado en la sala de prensa Errejón.

Podemos, satisfecho con los dos escaños obtenidos el domingo, sigue sin querer oír hablar de una posible reunificación de la izquierda. “Podemos decidió abandonar Sumar en diciembre para poder hacer política en el Congreso, hablar en los plenos y defender la paz. Desde que tomamos esa decisión, decidimos pasar página y ser respetuoso con un proyecto político que no es el nuestro. Hoy no va a ser distinto”, ha sostenido el diputado Javier Sánchez Serna. En el partido se enfocan en fortalecer su propio proyecto y subrayan que por ahora no hay ninguna convocatoria electoral a la vista. Ese debate tendrá que esperar.