Sumar y Podemos desoyen el ejemplo francés sobre la unidad de la izquierda
El líder de IU, Antonio Maíllo, aboga por no “excluir” a nadie y defiende una candidatura conjunta a la izquierda del PSOE para seguir consolidando “una Europa progresista”
Nada cambia en la izquierda española tras el freno a la ultraderecha en las legislativas de Francia. Pese a celebrar este lunes la victoria del Nuevo Frente Popular, las direcciones de Podemos y Sumar se resisten por ahora a reabrir el debate sobre la unidad del espacio en el ámbito nacional. Tras un ciclo electoral agotador, con seis convocatorias en 14 meses, las dos formaciones descartan hablar de alianzas. Mientras en el partido creado por Yolanda Díaz sacan pecho de lo logrado ya en España y argumentan que “lo que toca” en este momento es “defender” sus políticas “en el marco del Gobierno de coalición”, los de Ione Belarra, que iniciaron un camino independiente tras la ruptura en el Congreso el pasado diciembre, aseguran que su estrategia se mantiene. En una postura públicamente distinta, el coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, sí defiende no “excluir” a nadie de una futurible candidatura conjunta a la izquierda del PSOE para “seguir consolidando una Europa progresista”.
“Bienvenidos los franceses a ser otra excepción como lo es el Gobierno de España. Esto ya lo hicimos el 23-J”, ha zanjado la vicepresidenta Díaz desde El Escorial, donde participaba en los cursos de verano organizados por Sumar. “La unidad ya la hicimos y el modelo del [Nuevo] Frente Popular se referencia en la política activa del Gobierno de coalición progresista”, ha reiterado en rueda de prensa la responsable de Comunicación del partido, Elizabeth Duval, en referencia a los resultados obtenidos en las generales, cuando Podemos concurrió con el resto de fuerzas de izquierdas y la suma con el PSOE y los partidos de la mayoría de investidura impidió gobernar a PP y Vox. En la misma comparecencia, la secretaria de Organización, Lara Hernández, ha querido trasladar la responsabilidad a los de Belarra. “Los compañeros de Podemos han decidido tener un debate que no podemos más que respetar en términos de ritmos y de tiempos”, ha afirmado escuetamente.
Preguntada por una alianza electoral con los socialistas, Duval ha subrayado que el contexto de Francia es “muy distinto” al local. “El modelo de unidad, de coalición, ya lo tenemos claro. No es cuestión de quedarse en futuribles ni plantearse hipótesis, porque esa victoria progresista ya la conquistamos en España”, ha explicado.
En su rueda de prensa de los lunes, también Podemos saludó los resultados en Francia, poniendo en valor la importancia de llevar adelante políticas de “transformación y no de centrismo”. “Al fascismo se le para por la izquierda”, afirmó el coportavoz Javier Sánchez Serna antes de hacer hincapié en que es “fundamental” que se respete el resultado de las urnas y haya un Gobierno en el que La Francia Insumisa (LFI), liderada por Jean-Luc Mélenchon, pueda desplegar su programa “sin intrusiones macronistas”, en alusión al presidente francés. Desde su divorcio de Sumar, Podemos lleva meses repitiendo que ellos “han pasado página”, una línea de la que no se han despegado tampoco tras conocerse los datos de Francia. Voces de la dirección del partido añaden que el resultado en el país vecino no altera sus planes, aunque vuelven a manifestar su malestar con la coalición de Díaz al añadir que se extraen algunas lecciones de esa experiencia, como que no se pueden dar procesos de construcción “con vetos y exclusiones”. Afirman que ahora lo fundamental es que cada organización se fortalezca consolidando su “implantación” y haga su propio “diagnóstico”, por lo que de facto, sin elecciones a la vista, rechazan, de momento, explorar esa vía conjunta.
Fiel a la tradición de su partido, tratando de tender puentes entre organizaciones, el líder de IU, Antonio Maíllo, sí aboga por trabajar en procesos de confluencia. “Hay una lección que ya obtuvimos el 23-J: la unidad tiene que ser un instrumento para seguir consolidando una Europa progresista”, ha defendido este lunes a primera hora antes de apostar por una “movilización social” que impulse “fórmulas político-electorales en las que no debe ser excluido nadie”. Maíllo tampoco ve posible un escenario en el que haya una candidatura que una desde el comunismo de IU a la socialdemocracia del PSOE. “Entre un 15-20% [del electorado] responde al espacio político que nosotros representamos. Y ese porcentaje, mientras hagamos una oferta electoral audaz en términos políticos, no va a ir al PSOE”, ha descartado.
Hay voces de IU, sin embargo, que creen que la victoria del frente popular de algún modo desbarata las tesis de Podemos sobre el éxito de candidaturas en solitario y apuestan por que a medio plazo los partidos de la izquierda puedan volver a entenderse.
Iglesias descarta un escenario como el de Francia
A preguntas de EL PAÍS, el ex secretario general de Podemos y exvicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, descarta un escenario como el francés en España, con un frente popular donde el PSOE “no fuera la fuerza mayoritaria”. ”Creo que al PSOE y a sus medios afines [Iglesias subraya en sus declaraciones que medios y periodistas son “actores políticos”], sí les encantaría promover un espacio electoral hegemonizado con el PSOE, que fuera PSOE―progresistas, que se presentara a las elecciones”, defiende. “Pedro Sánchez podría convencer a Sumar, que está en una situación enormemente frágil, de que eso les podría dar un relato, pasar del relato del hundimiento al relato de hemos sido capaces de armar un frente popular con el PSOE”, añade. “Una experiencia como la francesa es muy complicada aquí y al mismo tiempo, se tiene que fundamentar en el reconocimiento de lo que pesa cada partido. En España el proceso Sumar [en las generales] se levantó sobre no reconocer lo que representaba Podemos: estrategia de vetos, ausencia de primarias, ausencia de mecanismos democráticos o de una mínima institucionalidad interna”, expone. También duda de que el programa en torno al que se constituyó el Nuevo Frente Popular los socialistas lo quisieran aplicar en España. “Después de haberse repartido los miembros del Consejo General del Poder Judicial con el PP, la apuesta del PSOE pasa por un camino distinto”, recalca.
El cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero opina que tanto en Francia como en España hay un “agotamiento del viejo modelo ligado a los estados nacionales (hoy impotentes) y una emergencia de cosas nuevas que no terminan de nacer”. “La paradoja es que hay un espacio a la izquierda de la socialdemocracia gracias a Podemos o La Francia Insumisa, pero las demás fuerzas de ese espacio buscan aislarles y pactar con la socialdemocracia. El problema principal es que esa actitud profundiza en un bipartidismo impotente que terminará trayendo a la extrema derecha”, alerta el politólogo. En Francia, los socialistas, verdes, comunistas tienen que aclarar si quieren ser compañeros de viaje de LFI o de una gran coalición que no cambie nada. En España, igualmente, ese espacio se hace o con Podemos o con el PSOE”. Monedero, que defiende que sea este partido el que lidere de nuevo ese bloque, considera que la animadversión de fuerzas como Movimiento Sumar, Compromís o Más Madrid hacia ellos “sigue dificultando los acuerdos”. “Lo que está claro es que si llega la extrema derecha, tendremos que pedir cuentas a los que no hicieron los deberes para evitarlo”, advierte.
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