Las voces de los dos nuevos portavoces en el Senado del grupo parlamentario socialista, Juan Espadas, y del popular, Alicia García, resonarán con más fuerza en comparación con legislaturas pasadas. La Cámara alta adquiere una especial relevancia durante este mandato, pues el Gobierno de coalición se topará con la mayoría absoluta del PP en el Senado, donde pretende torpedear cada iniciativa llegada desde el Congreso. La confrontación que protagonizarán Espadas y García será así un reflejo del intenso combate que mantienen los dos principales partidos, inmersos en una guerra dialéctica sin cuartel por la investidura de Pedro Sánchez. Una de las principales herramientas de la formación de Alberto Núñez Feijóo será la de la Comisión General de las Comunidades Autónomas, convocada ya dos veces en los últimos dos meses, el único foro en el que pueden intervenir representantes de los Ejecutivos territorios, liderados por 11 presidentes populares frente a la exigua dominación socialista.

“El Gobierno tiene aquí una batalla de vital importancia, donde se plasma muy bien el poder territorial del PP”, advierten fuentes parlamentarias populares. En esa línea, durante la Comisión General de las Comunidades Autónomas celebrada este martes, varios consejeros populares desfilaron por la tribuna y cargaron contra la condonación de la deuda a Cataluña y la amnistía a los encausados por el procés. Uno de los principales objetivos del PP, y con una trascendencia central para el PSOE, será precisamente la tramitación de la proposición de la ley de amnistía. De ahí que los populares reformaran hace dos semanas el Reglamento del Senado para ralentizar el camino parlamentario de la norma en la Cámara alta.

Después, la semana pasada, el PP se apresuró y pidió ya el informe del Consejo de Estado y del Consejo Fiscal sobre la proposición de la ley de amnistía antes incluso de que la iniciativa sea aprobada en el Congreso. Unos dictámenes rechazados por PSOE y Sumar en la Cámara baja, donde la propuesta recibió el aval del letrado mayor, Fernando Galindo. Los populares tienen la posibilidad de solicitar a su vez en el Senado otro examen por parte de su letrado mayor, pero rechazan paralizar en la Mesa su tramitación. Una resistencia que ha recibido las duras críticas de su principal socio, Vox. “Esperamos que el Senado sea un dique de contención frente al Golpe de Estado”, manifestó este martes el portavoz de la formación ultra en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith. El partido de Santiago Abascal insiste en que los populares impidan por cualquier medio la continuidad de la norma en la Cámara alta.

Techo de gasto

A corto plazo, otra de las principales iniciativas parlamentarias del Gobierno de coalición que podría verse obstaculizada es la del desarrollo de los Presupuestos, cuyo techo de gasto ha de aprobarse primero en el Senado, según recuerdan fuentes parlamentarias populares. “Mientras no se modifique la Ley de estabilidad presupuestaria de 2012, tenemos la capacidad de veto”, añaden, dispuestos a bloquearlo. Y amenazan también con ralentizar la posterior Ley de los Presupuestos Generales del Estado, prevista ya para el año próximo. Además, el PP podrá activar comisiones de investigación, en contraposición a las ya impulsadas por los socios de Sánchez en el Congreso, como pretenden hacer.

En un sistema bicameralista en el que el Senado está en una posición inferior respecto al Congreso, y donde suelen retirarse mandatarios que ya han ejercido otros puestos de relevancia, el PSOE ha nombrado sin embargo a Espadas portavoz en la Cámara alta para “fortalecerlo” y darle “visibilidad”, conscientes de la diferente coyuntura de esta legislatura. “El objetivo del nombramiento es reforzar mi posición como secretario general y la del PSOE de Andalucía”, aseguró este lunes el sucesor de Eva Granados en la Cámara alta.