Todos los ministros socialistas salvo Montero, Bolaños y Puente renunciarán al escaño
Sánchez mantendrá el acta de diputado al igual que Díaz, vicepresidenta segunda y líder de Sumar
Pedro Sánchez mantiene las viejas costumbres en una legislatura a cara de perro en la que la coalición de Gobierno no irá ni mucho menos sobrada de votos. El Ejecutivo dispondrá de un estrecho margen para sacar adelante la acción legislativa en el Congreso. El presidente, que fue investido con 179 votos a favor y 171 en contra —en 2020 lo fue solo dos votos (167 a 165)— repetirá la fórmula que viene aplicando desde que llegó a La Moncloa en junio de 2018 tras la moción de censura contra Mariano Rajoy: la mayoría de ministros del PSOE renunciarán a su acta de diputado y lo harán con carácter inmediato.
Solo habrá tres excepciones, según fuentes socialistas: María Jesús Montero, que a sus funciones como vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda ha añadido la vicepresidencia cuarta del Ejecutivo; Félix Bolaños, que ha ampliado sus poderes como ministro de Presidencia con la cartera de Justicia; y el ministro de Transportes, Óscar Puente, una de las novedades del gabinete y que aportará más músculo político frente a la línea dura que Miguel Tellado, el nuevo portavoz parlamentario, encarna en el PP.
El resto de ministros que repiten en el Ejecutivo dejarán el acta, después de que Sánchez les blindase en las listas del 23-J junto a su equipo de confianza en La Moncloa tras el descalabro de las autonómicas y municipales del 28-M. Los afectados, que ya se lo esperaban después de que Sánchez les confirmase en sus carteras, serán Pilar Alegría, portavoz del Gobierno, ministra de Educación y Deportes, que en las elecciones generales fue cabeza de lista por Zaragoza; Fernando Grande-Marlaska (Interior), número uno por Cádiz; Luis Planas (Agricultura), por Córdoba; Isabel Rodríguez (Vivienda), por Ciudad Real; y Diana Morant (Ciencia) por Valencia.
La lista que más puestos correrá será la de Madrid, que encabezó Sánchez y estaba copada por el Gobierno con otros tres ministros aparte de Bolaños: Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Margarita Robles (Defensa) y José Manuel Albares (Exteriores). Nadia Calviño, vicepresidenta primera y ministra de Economía, declinó ir en las listas. Ángel Víctor Torres (Política Territorial), Jordi Hereu (Industria), Ana Redondo (Igualdad) y Elma Saiz (Inclusión, Seguridad Social y Migraciones), nombrados la semana pasada, tampoco fueron en ellas.
El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE también mantendrá el acta como ha venido haciendo en sus anteriores mandatos. Decidir lo contrario sería prescindir, entre otros factores, de la seguridad y visibilidad política que otorga el asiento en el Congreso. Y lo mismo hará Yolanda Díaz, la líder de Sumar, según fuentes de la formación. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo es la única de los cinco ministros del socio minoritario de la coalición que fue en las listas electorales del 23-J. Sumar ha mantenido el mismo número de asientos en el Consejo de Ministros que tuvo Unidas Podemos, a pesar de contar con seis diputados menos en el Congreso: Ernest Urtasun, portavoz de Sumar, es el titular de Cultura y la cuota de los comunes en el Ejecutivo. La líder de Más Madrid en la Asamblea regional, Mónica García, ha asumido la cartera de Sanidad, que como Cultura también gestionó el PSOE el mandato anterior. Sumar ha conservado el Ministerio de Derechos Sociales, que dirige el investigador y profesor universitario Pablo Bustinduy, y Sira Rego es la representante de IU en el gabinete de Sánchez como ministra de Juventud e Infancia. Urtasun y Rego renunciaron la semana pasada como eurodiputados tras haber sido elegidos en las elecciones europeas de 2019.
En la legislatura anterior Unidas Podemos no se planteó bajo ningún concepto que sus ministros dejasen el acta. Irene Montero (Igualdad), Ione Belarra (Derechos Sociales) —que relevó como secretaria general de Podemos a Pablo Iglesias tras la salida del vicepresidente segundo del Gobierno y su renuncia en el partido tras las elecciones del 4-M en Madrid— y Alberto Garzón, responsable de Consumo y coordinador federal de IU, mantuvieron el acta hasta el final. Manuel Castells, ministro de Universidades, no fue en la listas, igual que su sustituto, Joan Subirats. Uno de los argumentos que Unidas Podemos esgrimió entonces fue que los principales referentes del grupo confederal habrían quedado desprotegidos si Sánchez les hubiese cesado.
Las renuncias van más allá de los ministros y afectarán al equipo del presidente en La Moncloa. Óscar López, el jefe de gabinete de Sánchez, también dejará el acta tras ir de número siete, es decir en un puesto de salida, en la lista por Madrid. El mismo camino emprenderá Antonio Hernando, director adjunto de gabinete en La Moncloa, que fue el número uno por Almería el 23-J. Paco Salazar, secretario general de Planificación Política en el gabinete del presidente y también con rango de subsecretario, fue de cuatro por Sevilla. “Es incompatible estar físicamente y mentalmente en La Moncloa y en el Congreso”, resumen en las cúpulas del PSOE y del Gobierno.
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