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Volver a empezar: así invoca Carolina Castiglioni el legado de la casa Marni

Hija de los fundadores de la firma de moda, ha ideado un plan que incluye el inminente lanzamiento de su colección masculina

Carolina Castiglioni
Carolina Castiglioni, en el salón de su casa en Milán.Valentina Sommariva

Qué mala sombra la de 2016. El año del Brexit, el virus del zika y el primer advenimiento de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. El de las muertes de David Bowie, Prince, Juan Gabriel y Leonard Cohen. En 2016 incluso se les acabó el amor a Brad Pitt y Angelina Jolie (y cómo). Todo malas noticias, también para la moda. Porque la pérdida de una diseñadora siempre son malas nuevas para el negocio del vestir. Y para las mujeres en general. En especial, aquellas que se visten para sí mismas, no para ser juzgadas por los demás. De eso iba Marni hasta que Consuelo Castiglioni, fundadora y directora creativa, lo dejó aquel funesto octubre de 2016.

Carolina con su madre, Consuelo Castiglioni, cuando esta era directora creativa de Marni.
Carolina con su madre, Consuelo Castiglioni, cuando esta era directora creativa de Marni.Archivo de Carolina Castiglioni

Ideóloga de una de las identidades femeninas más celebradas por las consumidoras de lujo de las últimas tres décadas (tan intelectual como la de Miuccia Prada, igual de pragmática y resolutiva que la de Phoebe Philo, pero con mayor talante artístico y proclive a la diversión indumentaria), su salida de la firma que fundara en 1994 junto a su marido, Gianni Castiglioni, y la hermana de este, Marina (alias Marni), fue un golpe que aún duele. “Ha sido un viaje increíble y emocionante que ha absorbido toda mi energía y del que me siento orgullosa, pero ha llegado el momento de dedicarme tiempo a mí misma, a mi vida privada”, exponía al anunciar su decisión. Un adiós quizá no tan inesperado: un año antes, la familia había terminado de venderle las participaciones que le quedaban en la empresa a Renzo Rosso, presidente del conglomerado italiano OTB y su accionista mayoritario desde 2012. Retirada para disfrute de sus nietos en la localidad suiza de Celerina, vecina a St. Moritz, no se ha vuelto a saber de ella. Suerte que alguien del clan tenía un plan.

El piso de la diseñadora, con vistas al castillo Sforzesco.
El piso de la diseñadora, con vistas al castillo Sforzesco.Valentina Sommariva

“Sentía que, de alguna manera, era una lástima tirar por la borda la relevancia de tantos años, nuestro saber hacer”, explica Carolina Castiglioni a El País Semanal. “Además, empezar de cero otra vez no es lo mismo cuando posees la experiencia y la madurez para jugar con tus nuevas reglas”, añade. La hija de Consuelo (italosuiza como su madre, 42 años) es la responsable de que el legado familiar, que con ella se remonta ya a cuatro generaciones —­en la década de 1940, su bisabuela paterna, Maria Motta, puso la piedra angular de la peletería milanesa—, no se extraviara para la moda. Tras apenas año y medio de periodo sabático consagrado eminentemente a sus retoños, Filippo y Margherita, en septiembre de 2018 presentaba al mundo Plan C, la firma que devolvía la alegría de vestir a la mujer. Y ahí estaban su padre, ejerciendo de director ejecutivo, y su hermano, Giovanni, al cargo de las operaciones comerciales. Como la matriarca del clan, ella se ha reservado las labores creativas. “Trabajé en Marni durante 13 años, en diferentes áreas, de la supervisión de las tiendas a los proyectos especiales y la colección de niños, pasando por la venta online, así que puedo aportar una visión más amplia de lo que significa la marca, que va más allá de la vestimenta”, dice esta emprendedora, de formación en realidad empresarial cursada en el Istituto Marangoni de Milán.

El algodón texturizado es el eje de la colección masculina.
El algodón texturizado es el eje de la colección masculina.Astra Maria Cabras (Pitti Immagi

Por supuesto: Plan C es un proyecto de familia. Hasta el cuartel general se localiza en el mismo edificio palaciego de Milán en el que la bisabuela Maria comenzó su andadura peletera. “Es una casa, con sus cuartos de baño y sus habitaciones. Yo me encargué personalmente de amueblarla y decorarla, que es algo que me encanta. Por eso digo también que esta es, en verdad, una firma de estilo de vida”, refiere la joven Castiglioni, que no se pierde una edición del Salone del Mobile. Si Marni fue una vez saludada como el estandarte de la moda italiana menos convencional, su heredera expande ahora sus inusuales dominios al arte y los objetos que crean hogar. Ritratti, la colección cápsula femenina primavera/verano 2023, incluía por ejemplo pequeñas esculturas y alfombras/tapices en colaboración con el estudio parisiense Trame, que lanzó durante la Milan Design Week. “A veces me pasa que las prendas cobran sentido después de haber trabajado en algún otro tipo de creación, como la fotografía. Mi intención es proponer un proyecto multifacético que combinara arte, moda y diseño”, comenta a propósito de su proceso creativo. Esa es la razón, asimismo, de que desdeñe el típico formato de desfile en favor de presentaciones de calado artístico, como las instalaciones.

Un conjunto de la colección de debut masculina de Plan C exhibido en la instalación del escultor Duccio Maria Gambi con la que se presentó en la feria Pitti Uomo de Florencia, el pasado junio. En la camiseta, el dibujo de la hija pequeña de la diseñadora que se ha convertido en logo de la marca.
Un conjunto de la colección de debut masculina de Plan C exhibido en la instalación del escultor Duccio Maria Gambi con la que se presentó en la feria Pitti Uomo de Florencia, el pasado junio. En la camiseta, el dibujo de la hija pequeña de la diseñadora que se ha convertido en logo de la marca.Astra Maria Cabras (Pitti Immagi

Sea como fuere, los Castiglioni regresan a la arena con cierta ventaja. Sí, Plan C podrá ser aún una enseña pequeña en escala y volumen (el objetivo en el momento del lanzamiento era alcanzar los 19 millones de euros en un año, muy lejos de los 130 millones que facturaba Marni cuando se fue la matriarca), pero va sobrada en posicionamiento comercial. “Que te reconozcan resulta decisivo a la hora de producir cuando eres independiente, porque significa que tienes credibilidad como marca. Si no te conocen, es difícil que confíen en ti. Y aun así es complicadísimo: frente a una gran firma que llega a la misma factoría en la que produces tú con un pedido de 10.000 piezas, no eres nadie”, expone Carolina. Comprometida con el made in Italy, todo en Plan C, del textil al calzado y los accesorios, se produce entre el Abruzo, Toscana y Puglia. “Lo bueno es que crean en el proyecto para ir creciendo junto a los productores de manera orgánica”, continúa, insistiendo en que lo suyo es ir “piano, piano”.

La colección de mujer y la de hombre comparten códigos.
La colección de mujer y la de hombre comparten códigos.Plan C

La primavera/verano 2025 marcará, para el caso, un nuevo paso adelante en el devenir de la firma con el lanzamiento de su línea masculina. Presentada el pasado junio en formato instalación escultórica, obra del artista toscano Duccio Maria Gambi al calor del salón Pitti Immagine Uomo de Florencia, el más importante del sector (y donde tuvo lugar esta charla), esta colección emplea los mismos códigos que la femenina. “La idea surgió porque en Japón, nuestro principal mercado, muchos hombres compraban prendas de las colecciones de mujer. Lo cierto es que cuando pienso la ropa de mujer siempre parto de la del hombre, el uniforme, la indumentaria de trabajo, así que esta sería una investigación a la inversa, observando las piezas más masculinas del archivo femenino”, explica la creadora.

Castiglioni junto al escultor Duccio Maria Gambi.
Castiglioni junto al escultor Duccio Maria Gambi.Astra Maria Cabras (Pitti Immagi

Su colección debut incluye impresiones digitales de las fotografías que suele hacer por afición y el motivo gráfico que se ha convertido en logo de la casa: un dibujo de su hija, Margherita, de cuando tenía tres años y quiso retratar a una de sus amigas, Bianca. Carolina tiene algo más en común con su propia madre: el compromiso de reducir la producción a solo dos colecciones anuales. “Deben cubrir todos los espectros, dar respuesta a las necesidades de cada estación. Es decir, están pensadas para durar”, informa. Es, claro, la declaración de intenciones de marca a propósito de la sostenibilidad. “No sabría hacerlo de otra manera”, dice a modo de conclusión: “El único consejo que me dio mi padre cuando decidí emprender esta aventura es que siguiera mi instinto. Eso, y que nunca comprometa mi identidad”.

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