La vivienda, asignatura pendiente
Pequeños avances para un problema cada vez más grande
Una apuesta segura para 2025 es que, un año más, se va a hablar mucho de vivienda. El asunto viene de largo, pero el año que dejamos atrás ha sido el de la eclosión de un malestar larvado durante mucho tiempo. Grandes manifestaciones han recorrido las ciudades españolas con la idea de que encontrar casa es cada vez más difícil para más gente. Y los principales centros de análisis apuestan por un nuevo año con precios más caros. Aunque en esas previsiones también se apunta a un mayor volumen de créditos y de compraventas. En lo político, el año acaba marcado por el anuncio del Gobierno de poner en marcha una empresa estatal de vivienda. La idea es agilizar la construcción de un parque social y asequible que al menos iguale la media europea del 9%. El Ejecutivo calcula que ello equivale a 1,5 millones de casas. Estas también pueden salir de los planes autonómicos. Las comunidades tienen transferidas las competencias en la materia y en 2025 expira el actual Plan Estatal de Acceso de la Vivienda. Se auguran negociaciones con declaraciones de alto voltaje. Máxime cuando las comunidades del PP siguen mayoritariamente negándose a declarar zonas de mercado tensionado, la medida de choque que proponía la ley estatal de vivienda para rebajar los alquileres.
La norma se aprobó hace ya más de 18 meses y de momento el control de alquiler solo se aplica en Cataluña. Ha dado resultado en la contención de las rentas, pero sus detractores ponen el foco en la caída de la oferta. A la larga, argumentan, eso llevará a importes todavía más insostenibles. 2025 será el año en que otras dos comunidades comenzarán a aplicar zonas tensionadas: así lo han anunciado País Vasco y Navarra, dos territorios punteros en aplicación de políticas de vivienda. En ambos hay partidos de izquierda en la coalición de gobierno ¿Veremos algún ejecutivo de derechas poniendo tope a los alquileres? Canarias y Galicia (donde gobierna el PP con mayoría absoluta) se han mostrado dispuestas a estudiarlo. Pero de momento no se han dado pasos en ese sentido.
En resumen, no parece que el año nuevo vaya a ser más sencillo para los jóvenes que quieren emanciparse ni, en general, para cualquier ciudadano que busque casa. La buena noticia es que al menos quienes tienen hipotecas variables seguirán sintiendo el alivio de la bajada del euríbor. Este año ha retrocedido más de un punto y se espera que todavía baje más, acompañando la senda descendente de los tipos oficiales que marca el BCE.
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