Elon Musk y la controversia en Sudáfrica por ‘Kill the Boer’, ¿Una canción que incita al genocidio?

Para el magnate nacido en Sudáfrica Elon Musk, las declaraciones incendiarias son el pan nuestro de cada día. Hacer referencia a un supuesto exterminio de la raza blanca, sin embargo, es excesivo incluso para lo que acostumbra el dueño de X (antes Twitter) y Tesla. “Están abiertamente buscando el genocidio de las personas blancas en Sudáfrica”, escribió en julio como comentario a un vídeo publicado en su red social. En este se puede ver a Julius Malema, líder del partido de izquierdas Economic Freedom Fighters (EFF) —tercera fuerza en el Parlamento sudafricano—, cantando el tema antiapartheid Kill the Boer —”matar al granjero”— en un mitin frente a 100.000 personas. La palabra boer viene del afrikáans y también puede hacer referencia a las personas blancas en general.

Musk reclamó al presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, que se pronunciara al respecto y llamó a boicotear a The New York Times por haber publicado un artículo en el que se citaba a historiadores sudafricanos que afirmaban que la letra de la canción no se debía interpretar literalmente.

“La canción no trata de una persona o de un grupo racial, sino del sistema”, explica Susana Molins-Lliteras, historiadora de la Universidad de Ciudad del Cabo. La académica española aclara que, si bien los historiadores no tienen un consenso sobre el origen exacto del tema, este alcanzó gran popularidad en 1993 con el asesinato de Chris Hani, líder del Partido Comunista de Sudáfrica, por parte de un extremista de derechas blanco.

En los años noventa la canción no suscitó controversia, según la historiadora. Fue en 2010 cuando Kill the Boer generó el debate que arrastra. En aquel año, Julius Malema comenzó a cantarla en mítines del Congreso Nacional Africano, partido cuyas juventudes presidía. Esto, explica Molins-Lliteras, enfureció a grupos de derechas que decían que la canción ya no era apropiada y la asociaban con la violencia que se estaba dando contra campesinos blancos. Malema fue llevado a los juzgados. Nunca fue sentenciado, aunque la justicia prohibió que se siguiese cantando el tema, decisión que el año pasado fue revertida por el Tribunal de Igualdad de Johanesburgo amparando la libertad de expresión. “El tribunal dijo que no era discriminatorio y que no incitaba a la violencia porque había que analizar la canción en su contexto histórico”, aclara Molins-Lliteras.

Malema nunca ha dejado de cantar Kill the Boer y tampoco se ha callado ante los reclamos de Musk. En sus redes lo ha llamado “analfabeto” y “loco con dinero”. La discusión parecía ser entre Musk y Malema hasta que el partido conservador Alianza Democrática —la segunda fuerza política— anunció que pretende presentar cargos ante la justicia internacional contra el líder de EFF y contra el partido Congreso Nacional Africano —que gobierna Sudáfrica desde 1994— por alentar al odio con esta canción, aunque el partido gobernante acordó en 2012 no interpretarla más en sus mítines.

Con esta decisión el tema ya se daba por zanjado, pero Musk, con su poder mediático, ha traído Kill the Boer de regreso al centro del debate nacional. La historiadora de la Universidad de Ciudad del Cabo cree que las declaraciones de Musk se alinean con las teorías conspirativas que propaga la extrema derecha: “En Sudáfrica hay mucha violencia y hay campesinos blancos que son asesinados, pero si miras los números verás que cada año las víctimas de homicidio mayoritarias son las personas negras”.