Aquel tiempo en que la libertad tenía forma de viñeta
Un libro repasa la edad dorada de la prensa ilustrada entre principios del siglo XIX y la I Guerra Mundial, con protagonistas como Cruikshank, Picasso y Cocteau
En 1819, un panfleto titulado The Political House that Jack Built (La casa política que construyó Jack) se hizo muy popular en el Reino Unido. Firmado por William Hone y con dibujos de George Cruikshank, era una sátira ilustrada que no dejaba títere con cabeza entre la autoritaria clase dominante británica de la época —los abogados, la iglesia, el ejército, la monarquía—, se publicó el mismo año de la Masacre de Peterloo —cuando la caballería cargó en Mánchester contra una multitud que reclamaba el sufragio universal— y las posteriores leyes que prohibieron las reuniones masivas y “las publicaciones sediciosas”.
Más o menos ahí coloca Alexander Roob, profesor de la Academia de Bellas Artes de Stuttgart, el punto de partida del periodo de mayor esplendor que ha vivido el periodismo gráfico, según recoge en el libro Noticias gráficas. La época dorada de la prensa ilustrada (Taschen). Su influencia alcanzó entonces a todas las capas de la sociedad y todos los rincones del arte —Vincent van Gogh coleccionaba recortes de ilustraciones de periódicos—, llegando a suponer un poderoso motor en el desarrollo de las vanguardias artísticas: Pablo Picasso, Jean Cocteau o Juan Gris, entre muchos otros, practicaron este género.
Tras la I Guerra Mundial, los avances técnicos que facilitaron la reproducción de fotografías marcaron el declive de este tipo de ilustraciones. Pero para entonces su influencia en el arte moderno ya estaba completamente establecida.
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