Joan Archibald: fotografía de efectos psicodélicos y experimentos con tintes
La artista canadiense Joan Archibald traspasó los límites de la fotografía analógica y el blanco y negro de los años sesenta con sus experimentos con tintes, aerosoles y papel. Efectos psicodélicos, colores intensos y superposiciones de imágenes que no son obra de un programa digital.
En los años sesenta, cuando la fotografía era analógica y predominaba el blanco y negro, Joan Archibald (1932-2019) experimentaba con tintes y pintura en aerosol para el acabado final de sus trabajos. El resultado eran imágenes psicodélicas de colores intensos con las que creó un mundo original y alternativo que bautizó como Artografía. En la piscina de su casa de Palm Springs (California) sumergía en pintura las fotografías que había revelado en el baño que utilizaba como cuarto oscuro. Kali, nombre artístico de la autora, elegía una imagen principal sobre la que colocaba partes de otros negativos superponiéndolos en una única impresión. En ocasiones dejaba que la suciedad o los mosquitos se pegasen en el papel fotográfico consiguiendo llamativos efectos. Poco se sabía del trabajo de esta artista visionaria hasta que su hija Susan decide dar visibilidad a su legado, que descubre al vaciar la casa de su madre poco después de fallecer esta. El libro Kali: Artographer, editado por powerHouse Books, muestra tres líneas de trabajo de Archibald: la pasión por las polaroids; la obsesión por el espacio exterior y los ovnis, y la desbordante creatividad plasmada en las coloristas superposiciones de paisajes y retratos que se presentan en este fotoensayo. El proyecto artístico de una mujer que sentía la fotografía como una forma de arte fascinante, un gran experimento que llevaba al límite de la técnica. “No sigo las reglas, excepto las más básicas”, declaró sobre su trabajo en 1970. Esa época en que la fotografía era en papel y en blanco y negro.
