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La voz que te ayuda a salir de las rotondas en Google Maps también sabe cantar

Nikki García es actriz de doblaje, cantante y granjera. Se la puede escuchar en Los Simpson, en los noticiarios de El Mundo Today, al subirse a un cercanías de Renfe o al conectar Google Maps. Tuvo un grupo de folk y ahora se encuentra componiendo su nuevo disco en solitario

Nikki Garcia
Nikki García es actriz de doblaje, cantante y granjera, , retratada en su casa del barrio de la Concepción, en Madrid.Francis Tsang

Si no le hubiesen roto el corazón, nunca hubiese pedido una beca para ir a estudiar a Misisipi. Y si no hubiese viajado a Memphis, nunca habría escuchado al coro de la universidad mientras se duchaba en la residencia. Aquel día cerró el grifo, se envolvió en una toalla y preguntó qué era eso: “Eso es góspel, chica”, le aclararon. Esa música le explotó el cerebro y ahí empezó todo. A Nikki García (Madrid, 36 años) ya se le intuía una vena artística cuando, muy pequeñita, hablaba con sus manos. Cada dedo era un muñeco e interactuaba con los 10, como si fuesen una especie de teleñecos criados en el barrio de Pueblo Nuevo, de donde es originaria.

Regresó de Estados Unidos, buscó un coro de góspel en Madrid y ese fue su acceso más o menos directo a un estudio de grabación, lo que se convertiría en su segunda piel. Empezó a grabar jingles para publicidad hasta que se introdujo en todos los hogares españoles con niños de 4 a 15 años al doblar la voz del personaje de Jasmine en la película Aladdin. Pero Nikki es parte de nuestras vidas desde mucho antes: es la voz de Cercanías Renfe y de Google Maps. Nos acompaña en cada salida de autopista, en todos los ramales de carreteras secundarias, y cada vez que el servidor pierde cobertura y recalcula ruta es invocada y blasfemada por el grueso de la población civil. También es la voz de Maya Petit, mujer de Moe, el dueño del bar de Los Simpson.

El gato Truco y una guitarra.
El gato Truco y una guitarra.Francis Tsang

Vive en un adosado del barrio de la Concepción con una perra que se llama Buffy; dos gatos, Truco y Trasto, y Xavi Puig, su pareja y uno de los cerebros detrás de la publicación satírica El Mundo Today, de cuyo noticiario ella es locutora. Nació muy cerca, así que, cuando surgió la oportunidad de comprar algo asequible en el barrio, dio la entrada para la hipoteca. De sus padres, que todavía viven en la zona, heredó el sentido de la responsabilidad, el amor por los animales (tiene dos ponis que apadrinó su padre y aparecen mucho en su instagram) y la conciencia de lo que cuestan las cosas. “Me repetían: ‘Haz lo que quieras, pero consigue la independencia económica, porque eso te permitirá ser libre”, recuerda. No se quita mérito, pero durante la conversación no pierde de vista el efecto suerte. “Importa el esfuerzo, pero también la suerte, sería cínico negar esto porque el mundo es desigual”.

Tal vez por ese sentido de la responsabilidad tan arraigado y sensación de azar, le ha costado casi la salud decidirse por renovar un coche heredado de su madre (por fin lo ha hecho) y conserva un sofá de 14 años al que ha decidido no jubilar tapizando los brazos. Además, está convencida de que a una buena noticia le sucede una mala, así que su capacidad de placer es bastante reducida. “Una amiga me dijo que después de todo el bullying que había sufrido en el colegio, ahora el karma sólo me podía compensar”.

Nikki García.
Nikki García.Francis Tsang

Ese bullying que sufrió en silencio —en los noventa no había menos mecanismos para detectar ni tratar este tipo de acoso— convirtió EE UU, donde cada año viajaba de intercambio con la misma familia desde la adolescencia, en su oasis particular. Y el inglés, en su refugio. “La primera vez que fui con Xavi a EE UU me dijo que ahí era mucho más optimista. Claro, asocio esa etapa de mi vida a la felicidad”. Por eso escribe canciones y canta en inglés. En 2017 publicó el álbum We’ve Got Something, después formó parte del grupo country De La Sierra y ahora ya ha compuesto un nuevo EP que está en proceso de producción. Ha grabado las baterías y es posible que cuando lea esto ya se hayan grabado las guitarras. Cero presión. “Trabajo muchas horas para dedicarme a hacer la música que me gusta. Si, además de a mí, le gusta a una persona en Spotify, estupendo, pero solo me interesa acumular un patrimonio musical del que me sienta orgullosa. La única expectativa que quiero tener es que haya pistachos en mi casa cuando vuelvo del curro”.

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