La Borinqueña, la superheroína latina que pide justicia social

“Mi nombre es Marisol Ríos de la Luz. Soy milenial, sea lo que sea eso. Hago todo lo que puedo para ayudar al medio ambiente. Y aunque todavía me estoy acostumbrado a estos poderes, la gente de mi tierra, Puerto Rico, acostumbrada a luchar por sus derechos, me ha recibido muy bien. Por eso me llaman La Borinqueña”. Así se presenta al inicio del capítulo 1 el personaje creado en 2017 por Edgardo Miranda-Rodríguez, una superheroína diferente que se reconoce “grifa y pura negra” y que rompe con todos los tópicos. Porque La Borinqueña no es una heroína con cuerpo de modelo, no, ella es ancha de caderas, tiene el pelo a lo afro, es activista social, llora cuando es preciso, estudia ciencias y como tantos otros puertorriqueños es bilingüe y nació en Brooklyn. Su vestimenta está inspirada en la bandera de Puerto Rico, asumiendo la carga simbólica que ello significa. Y, claro, se llama igual que el himno nacional del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Es una mujer capaz de liderar movimientos de justicia social, una superheroína latina y, seguramente, la primera superheroína afrocaribeña.

Edgardo Miranda-Rodríguez es puertorriqueño nativo de Nueva York, donde vive y desde donde, tras haber creado personajes de cómic para Marvel, ha inventado uno que ejerza de puente entre la isla y la diáspora. Por ello, la Fundación Cortés, de la empresa Chocolate Cortés de Puerto Rico, ha confiado en él para crear unas tiras conmemorativas para el 90 aniversario de la empresa. Su chocolate a la taza ha llevado alimento y cultura a todos los rincones de la isla durante sus nueve décadas de historia, incluso donde no había escuela, ya que, en cada una de las tabletas, junto al chocolate se incluía una tira de cómic o un cuento (de la editorial Bruguera). Las viñetas conmemorativas a cargo de Miranda-Rodríguez tienen a su heroína, La Borinqueña, como protagonista en el mundo del chocolate, y se puede ver una exposición sobre ella hasta septiembre en el Chocobar Cortés de San Juan de Puerto Rico.

Generaciones de puertorriqueños completaron su aprendizaje lector gracias a aquellas aventuras. Entre ellas, Ana Mendes, que cuando años después, en Nueva York, se encontró con una barra de ese chocolate, escribió una carta a los dueños: “Apreciada familia, a mis manos llegó una barra de chocolate de su compañía que ha despertado muchos recuerdos de mi niñez. Tengo 57 años, nací en Puerto Rico y me crie en un barrio de Guayama llamado Guamaní. Donde yo estaba no había libros, pero llegaba el chocolate Cortés con unos libritos de cuentos hermosos que me ayudaron a leer y a amar la lectura. No tuve mucha oportunidad de estudiar pues mi papá me sacó de la escuela, pero aquellos libritos que no sé de quién fue la magnífica idea, me imagino que no vivirá ya, pero quizás si no es así le doy las gracias…”.

Tal es la capacidad de identificación que ha despertado La Borinqueña que apareció personificada en el desfile del Día de Puerto Rico en Nueva York caracterizada por la abogada y activista Stephanie Llanes. La Borinqueña representa a la gente corriente y pese a las adversidades no se rinde nunca. Sus poderes incluyen teletransportación, talento para volar y fuerza sobrehumana. Cuenta Edgardo Miranda-Rodríguez que le dio vida como símbolo de esperanza. No es extraño que la cuarta entrega trate la reconstrucción de Puerto Rico tras el huracán María. La última apareció el 6 de abril, Día de la Tierra, y en ella la superheroína aparece acompañada por una guest starring de lujo: la cantante y actriz Rosario Dawson. Cuando en diciembre se inauguró en el Bronx el nuevo Chocobar Cortés, la primera invitada fue Ana Mendes, el segundo fue Edgardo Miranda-Rodríguez y la tercera, por supuesto, La Borinqueña.