Gabriela Richardson, la modelo y cantante que conquista pasarelas y a productores como Alizzz y Refree
Gabriela Richardson vive entre la música y la moda. Y en ambos universos defiende su propia personalidad. Ha trabajado con el productor Alizzz, colaborador habitual de C. Tangana, y ahora prepara disco con Refree.
Acaba de aterrizar en Madrid de vuelta de la Semana de la Moda de Berlín y muestra una sencillez hipnótica. Gabriela Richardson, modelo y cantante a partes iguales, desprende naturalidad en cada movimiento, en cada conversación. Un secreto difícilmente descifrable que ha seducido a pasarelas prestigiosas, grandes sellos discográficos y escenarios importantes. Los últimos en apoyar su talento son dos de los productores más destacados de España: Alizzz y Refree. Algo en ella está llamado a romper cualquier barrera.
Hija del escultor estadounidense Jesse Richardson y la catalana Patty Torres, a Gabriela siempre la educaron en la libertad de realizarse más allá de la formación reglada. Sus padres se conocieron en Ibiza. Afroamericano natural de Misisipi, Richardson había decidido abandonar Estados Unidos en los años setenta debido a los problemas raciales. Era escultor y había oído que Ibiza era un paraíso para los artistas. Allí se encontró con Torres, quien veraneaba en la isla, y formaron una familia en Barcelona. Y nació Gabriela. “Me educaron bajo una premisa: podía ser yo misma en todo momento”, cuenta la cantante.
Gabriela decidió dedicarse a la música. “Era muy introvertida y era mi vía de escape, mi fortaleza”. Iba al colegio Sagrados Corazones de Barcelona, pero sus padres la apuntaron a clases extraescolares de piano y teatro musical. Y fue precisamente en esas tardes sonoras donde halló un lugar donde ser ella misma. También en los discos que le ponía su madre en casa: David Bowie, The Beatles, Michael Jackson, Camarón de la Isla… “Le cogí mucho cariño a todo lo que tuviese que ver con las canciones. La música me abrazó de tal manera que le dediqué toda mi energía”, afirma.
Una energía que obtuvo pronto una recompensada. Gabriela participó en 2015 en la sexta edición del festival y concurso Made in Andorra con Yall, un DJ con el que había empezado a trabajar de “una manera orgánica”, según recuerda. El dúo ganó la categoría Nacional y eso le permitió poner música a la campaña de ropa Desigual de ese año. A partir de ahí, todo cambió. Hundred Miles fue todo un éxito: hasta la fecha ha conseguido más de 200 millones de reproducciones en plataformas de streaming. Pronto, las grandes discográficas llamaron a su puerta y fichó por Sony.
Sin embargo, tanto éxito la abrumó. “Sentía con el single que no estaba 100% preparada”. Aunque grabó un disco en inglés, empezó a darse cuenta de que no le gustaba el entorno en el que trabajaba. “No podía funcionar en Sony. No me iba bien”, explica. “Todos eran hombres opinando de cómo tenía que ser mi expresión femenina”. Apoyada por su familia, Gabriela dejó la multinacional discográfica y se pasó a la autoedición.
No fue la única decisión importante que tomó para desarrollarse como artista y persona. También comenzó a cantar en español y dedicó más tiempo a su otra pasión, la moda, con la que tiene una conexión desde su infancia. En casa, se fijaba en las mujeres de su familia —”muy estilosas” las define—, pero, sobre todo, en su abuela. Ana Ormalea era decoradora. “Le gustaba la moda, el arte, la decoración… Con todo, siempre me transmitió la idea de que tenía que tener mi propia identidad”, dice. Una identidad que también se trasladó a las pasarelas.
En lo musical ha colaborado con Alizzz, el productor de moda que es la mano derecha de C. Tangana. “Nos conocimos por amigos comunes en Castelldefels y nos entendimos muy bien”, cuenta la artista. Con la canción Crime buscaron “un aire de pop melancólico” y lo consiguieron en una composición con mensaje feminista en cuyo videoclip participó la actriz Greta Fernández. Ahora, esta joven cantante y modelo sigue “investigando” con canciones como Palomita negrita, que bien podría pertenecer al catálogo de Natalia Lafourcade, mientras prepara nuevo disco para 2022 con otro productor de renombre: Raül Refree, conocido por su trabajo con Rosalía y Sílvia Pérez Cruz. Y también dará el salto a festivales musicales, como el Primavera Sound. Como dice ella: “No hay nada mejor que poder superarse”.
Fotografía: Pablo Zamora. Estilismo: Juan Cebrián. Maquillaje y peluquería: Lucas Margarit. Asistentes de fotografía: Brian J. Páez y Eduardo Orozco. Asistente de estilismo: Paula Alcalde. Producción: Sabine Riefkohl. Asistente de producción: Maia Hoetink.
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