Salix 2019, seductor tejido aromático

Una muestra de cómo se toman las cosas del vino Ramón y Valentí Llagostera, creadores de Mas Doix, es que han tardado 11 años en perfilar su primer blanco. Tiempo empleado en comprobar el tipo de elaboración más adecuado para sus viejas viñas de garnacha blanca, base de este soberbio vino, y cuáles eran las proporciones más adecuadas —de acuerdo a la añada— de las variedades acompañantes, malvasía y Pedro Ximénez. Autoexigencia que se refleja también en la visión holística con que afrontan el cultivo biodinámico de sus viñas (permacultura) ubicadas en Poboleda, una de las zonas más frescas del Priorat.

La feliz conjunción de todos estos factores se completa con una creativa elaboración basada en la estricta selección de cada grano de uva, en la fermentación de la mitad del mosto en barricas de roble francés, y la otra mitad, en inoxidable, y en la crianza sobre lías durante tres meses en ambos. Logran así que el vino seduzca con su urdimbre aromática, primorosamente tejida con las notas de fruta carnosa, los perfumes florales, el tostado dulzor del brioche, las sutiles especias, el fulgor cítrico y la balsámica atmósfera del matorral mediterráneo. Sabroso y glicérico, se define por su equilibrio y refinado posgusto.