‘Blanc de noires’

Ànima Negra, pilotada por Miquel Ángel Cerdà y Pere Obrador, renovó con la añada 2017 la presentación de su blanco Quíbia. Un cambio oportuno, que incluye la utilidad del tapón de rosca y la imagen de calidad de la botella borgoñona. Tradición y modernidad, acorde con el espíritu fundacional de esta bodega mallorquina, entre cuyos méritos está el haber recuperado la variedad tinta autóctona callet para los vinos de calidad, presente en todas sus elaboraciones. En este caso han tenido que extremar el rigor para extraer todo su potencial aromático sin que el hollejo coloree el mosto. Un blanc de noirs, vinificación en blanco de una uva tinta. Utilizan una cama de nieve carbónica para enfriar las uvas, convenientemente seleccionadas, y fermentación del mosto flor a baja temperatura, para terminar con una crianza de 4 meses sobre sus lías.

No parece un diseño muy ambicioso para las posibilidades que ofrecen la combinación de callet y premsal, y su conjunción de estructura, cuerpo, acidez y potencia aromática. Pero eso no desmerece lo conseguido en esta añada 2018: aroma fresco, luminoso, una urdimbre de fruta carnosa, cítricos, flores blancas, heno recién cortado, hierbas de prado y piedra. Boca sabrosa, equilibrada, cremosa, de envolvente y refrescante acidez.