Finca Comabarra 2012, diez años después

Nada tenía que demostrar el enólogo Tomàs Cusiné cuando hace 10 años se decidió a caminar en solitario, eso sí, por caminos sobradamente conocidos. No en balde llevaba 25 años elaborando vinos en Costers del Segre. La idea era resaltar las aportaciones vitivinícolas específicas de la comarca de Les Garrigues (en Lleida), donde el dominio de variedades foráneas lo dificulta seriamente.

El tinto Geol 2005 fue un buen inicio, pero ha hecho falta que el tiempo actuara sobre su mejor viñedo, en la zona más alta de la finca Comabarra, que da nombre al vino, para que el proyecto alcance la calidad esperada. Uvas rigurosamente seleccionadas, fermentación en barricas abiertas de 500 litros y crianza de 18 meses en barrica nueva de roble francés completan un diseño clásico que aúna rigor con audacia.

Y cumple las expectativas: hay en su expresión aromática una propuesta frutal madura, silvestre, incisiva y fresca, que se integra en el fondo especiado y balsámico, con notas sugerentes de torrefactos, terruño pizarroso y madera tostada. El paso de boca es amplio y sabroso, de tacto suave, con un discurrir sosegado que deja una estela frutal de elegante complejidad.