Campo Elíseo 2011, aventura sensorial

Los excelentes vinos de Toro seducen más a franceses, ingleses, suizos, alemanes y estadounidenses que a los españoles. Su fuerte carácter, la golosina de su densidad frutal y la potente estructura motivaron la eclosión, un tanto artificial, del gusto Parker, cuyo pronóstico sobre el futuro de esta denominación de origen castellanoleonesa ha resultado un fiasco.

Tras la irrupción de bodegueros de prestigio como Vega Sicilia, Mauro, Alejandro Fernández, Lurton, Egüren o Telmo Rodríguez, parece que se ha instalado cierta calma en la zona, donde la brecha entre grandes vinos y vinos mediocres no hace sino agrandarse.Nada de esto desanimó a François Lurton y el matrimonio Rolland, pura cepa bordelesa, para establecerse en 2002, adquirir pequeñas parcelas de viejos viñedos y elaborar una gama de tintos para distintos gustos y bolsillos.

Destaca Campo Elíseo 2011, un tinto que recupera pulso, se reconcilia con el terruño y muestra sin complejos su opulencia organoléptica: aroma intenso, cargado de frutillos negros en licor, donde la nariz descubre alborozada un intrincado paisaje de notas especiadas, maderas finas, ligeros tostados y frescos matices balsámicos. Aventura sensorial que se reafirma en el gusto de opulencia controlada por su elegante diseño.