El diván colectivo
Ante la incertidumbre y la preocupación, nos hemos convertido en emisores y receptores de humor pandémico. Las redes sociales y especialmente los memes han sido un efectivo ungüento psicológico
“Es mejor eso que morirse”
El canal valenciano À Punt entrevistó a una niña en la vuelta al cole que hizo más por el uso de la mascarilla que cualquier político o epidemiólogo: “Es un poquito peor porque no puedes respirar del todo. Pero no pasa nada. Es mejor eso que morirse”.
Resistiré
En el mes de octubre, la Organización Mundial de la Salud pidió a los ciudadanos que se grabasen cantando y bailando We Are Family. La iniciativa tuvo el mismo éxito que un chiringuito en Laponia. Mientras, en España ya se había abrazado otro himno como símbolo de la unidad nacional: Resistiré, el tema que el letrista Carlos Toro y Manuel de la Calva (mitad del Dúo Dinámico) compusieron en 1988 sonó y sanó. Su letra fue una vacuna emocional. Con el paso de las semanas, y de las reproducciones vecinales, también resistimos al bucle sonoro.
'Playlist' de balcón ■ Libre (Nino Bravo). Otro clásico que puso sarcasmo a aquellos días. ■ Sobreviviré (Mónica Naranjo). No hace falta explicar por qué triunfó esta canción. ■ Color esperanza (Diego Torres). Aunque todo se veía negrísimo.
Cosas que se agotaron
- Papel higiénico
Cuando el virus llamó a la puerta a inicios de marzo, recurrimos a un remedio infalible para hacerle frente: comprar toneladas de papel higiénico. El confinamiento pilló a los españoles aturdidos, desesperanzados, muertos de miedo, pero aseaditos. Los memes se reprodujeron: desde gente plantando rollos en sus huertas, jamoneros con papel de doble capa o violinistas tocando frente a los estantes vacíos de los supermercados. Durante el confinamiento, el papel le ganó la partida a la piedra y a la tijera.
- Levadura
En abril se produjo un cambio en el terreno de juego que nadie vio venir: salió el papel higiénico y entró la levadura. El feed de las redes sociales se llenó de harinas tamificadas y de rodillos. Según los datos de la consultoría Tickline, las panificadoras se convirtieron en el segundo producto más cotizado del comercio electrónico durante ese mes. La pandemia dio lugar a la pandemia.
Titulares inesperados
Detenido por sacar sus peces a pasear durante el confinamiento
Viola la cuarentena vestido de dinosaurio
Más de 100 estadounidenses ingresados tras ingerir lejía por las indicaciones de Donald Trump
La Policía de Toledo descubre una peluquería clandestina por el impecable corte de un cliente
Monos roban varias muestras con COVID-19 tras asaltar un laboratorio en la India
Compartir la ansiedad
Una pandemia se puede ver, no se puede tocar: viene en olas, fluye y refluye, llega y se va. Es esa incertidumbre la que ha provocado que miles de personas estén contando en Internet cómo lidian con la ansiedad. Las referencias a esta enfermedad han crecido, según una investigación del Instituto Tecnológico de Massachusetts y la Universidad de Harvard. El trauma colectivo ha quedado registrado en los muros personales.
La pandemia ya llegó a un nivel ontológico pic.twitter.com/GX2cEtKlHk
— trom (@tromenp) April 3, 2020
‘How it started’ / ‘How it’s going’ (Cómo empezó / Cómo va)
How it started / How it's going es un meme en el que usuarios de Twitter publican dos imágenes consecutivas. Comenzó centrándose en la temática 2020 (cómo empezó el año y cómo ha sido el percal a posteriori), pero ha abarcado desde relaciones románticas hasta historias aspiracionales. La vida, que da mil vueltas.
How it started: How it ended: pic.twitter.com/ImAcJVrpfZ
— Terrell Mallory (@_Twinndiesel) October 4, 2020
How it started: How it’s going: pic.twitter.com/6jp8wybDAz
— Mwema (@WorstBehavior78) October 6, 2020
How it started: How it's going: pic.twitter.com/2VL5RtxNvj
— Thomas Pesquet (@Thom_astro) October 10, 2020
how it started / how is it going pic.twitter.com/EyO32BmEyY
— Nicolás Yáñez Cortez (@nicolasyanez) October 25, 2020
Uso y abuso de Internet
Parecía evidente, pero las cifras lo confirman: el confinamiento ha disparado el uso de Internet en España, que ha aumentado en más de un millón de usuarios, hasta llegar a un total de 32,8 millones, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Ha hecho posible el teletrabajo, la educación, el contacto familiar, el entrenamiento o el entretenimiento. Otro dato previsible es el crecimiento del comercio electrónico: hasta el 62,6% de los españoles compró online, según el INE. Durante meses no nos encontramos con vecinos en los ascensores, pero sí con paquetes.
Todo va bien, todo va bien
El meme del perro con sombrero que disfruta de su cafelito mientras las llamas lo acechan ha triunfado este año porque es una manera sucinta de ilustrar la reacción más humana ante los problemas: la negación. This is fine vale para todo. ¿Qué después de la pandemia vendrá una debacle económica mundial? Todo va bien.
‘Tiktokers’
Tiktok, con sus propias celebridades, códigos y bailes, ha ayudado a moldear las normas estéticas y visuales de toda una generación de adolescentes. Pero durante el confinamiento también desembarcaron en esta red social otras generaciones. Solo en el mes de marzo, tuvo 65 millones de descargas.
Jerusalema, de Master KG y Nocebo, ha sido la otra canción del año en la red social. Un tema nacido en Sudáfrica, cargado de espiritualidad.
Animales al poder
Durante el confinamiento se produjo una enorme paradoja: los perros sacaron a pasear a los humanos. Jabalíes o corzos recorrieron espacios urbanos sin peligro, algunos delfines regresaron a la costa, los pájaros mejoraron su canto. Incluso las galletas volvieron a la caja en la que se guarda el kit de costura: la naturaleza recuperó lo que es suyo.
Luces, cámaras y acción virtual
Los eventos virtuales llegaron por necesidad y de todas formas posibles: desde conferencias online, talleres virtuales, webinars, hasta conciertos por streaming. Del estadio al estudio. Billie Eilish fue la pionera con el concierto Where Do We Go? The Livestream, cuyos asistentes tuvieron que pagar 30 dólares. ¿Pueden los directos virtuales ofrecer algo nuevo? ¿Son una tendencia temporal o permanente? Lo sabremos en 2021.
Fernando Simón
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias se convirtió en una especie de icono pop durante meses. Pero tras el éxito llegó la normalización y, para muchos, el ocaso. A veces la fama, como las almendras, atraganta.
Apóstoles negacionistas
- Miguel Bosé. El artista dio el cante calificando al coronavirus como "la gran mentira de los Gobiernos".
- Jair Bolsonaro. Consideró al virus como "un resfriadito". Diminutivos hasta que la pandemia pasó a ser mayúscula en Brasil.
- Donald Trump. Es la persona que ha difundido más desinformación sobre la pandemia, según un estudio de la Universidad Cornell.
- Médicos por la Verdad. Desde su creación, esta plataforma publica bulos.
Los bailarines del ataúd
En el mes de marzo comenzaron a proliferar vídeos en los que se presentaba a alguien en una actitud de peligro y a continuación unos bailarines ghaneses llamados dancing pallbearers llevando un ataúd en un ritual funerario y con la canción Astronomia, de Vicetone y Tony Igy, de fondo.
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