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La dificultad de ser madre trabajadora en plena pandemia

Una de cada cuatro madres con empleo está pensando en reducir su jornada laboral o, incluso, irse del trabajo

Rubén Montenegro
Rubén Montenegro

La pandemia está siendo difícil para todos, pero en el mundo de la empresa, quienes están sufriéndolo especialmente son las madres con niños pequeños. Así lo revela un reciente análisis realizado en Estados Unidos por la consultora McKinsey y la Fundación Lean In. La necesidad de compatibilizar la vida familiar y profesional, con la convivencia en casa, el trabajo del hogar o la educación online, está creando momentos de mucha tensión. Tanto que, según el citado informe, una de cada cuatro madres con empleo (25%) está pensando en reducir su jornada laboral o, incluso, en irse del trabajo. En el caso de los padres, esta situación solo supone un problema para el 11% de los encuestados.

Las dificultades son superiores en aquellas mujeres que tienen niños pequeños, según el estudio y la experiencia de muchas mujeres que se encuentra en esa situación. De hecho, el 76% de las mujeres con niños menores de 10 años reconocen que el cuidado de los pequeños ha sido una de las tres dificultades principales a las que se han enfrentado durante la pandemia, en comparación con el 54% de los padres en una situación similar. Los motivos son varios. Por un lado, las mujeres afrontan una doble jornada: deben afanarse en tareas tanto en el trabajo como en casa. Según el informe, las mujeres tienen 1,5 más probabilidades que los hombres de dedicar tres horas o más al día a las tareas del hogar y al cuidado de los hijos, lo que equivale a 20 horas a la semana. Ese tiempo supondría media jornada laboral.

Las mujeres encuestadas afirmaron que otro miedo que les acecha es el derivado de la culpa por no alcanzar un buen desempeño o a ser juzgadas negativamente en el trabajo por culpa de las responsabilidades en casa (un 24% de ellas lo reconocieron, frente al 11% de los hombres). La presión es más intensa para las madres que ocupan cargos directivos o mandos intermedios. Casi tres de cada cuatro madres con cargos de responsabilidad reconocen sufrir el síndrome de burnout o de estar quemadas. Además, cuentan con hasta 1,5 más de posibilidades de dejar el trabajo o dar un paso atrás en su carrera profesional que los hombres.

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Si algo está consiguiendo la pandemia es ayudar a replantearnos muchas cosas, tanto a nivel personal como profesional. Este ejercicio debería realizarse también dentro de las empresas para que las madres y los padres puedan desarrollar su talento en el marco en el que las condiciones personales se lo permita. El informe incluye algunas recomendaciones para que eso sea posible. Veamos algunas de ellas:

1. Plantear objetivos más realistas. Muchas compañías implantaron ayudas al empleado, pero pocas revisaron los niveles de productividad o su nivel de exigencia en los objetivos individuales, según el estudio. Esto es especialmente relevante, incluso en las evaluaciones del desempeño. En momentos de confinamiento, cuando muchas personas deben afanarse en la educación de sus hijos en casa, ni los padres ni las madres están al 100% de sus posibilidades y la empresa debe crear valor a la sociedad cuidando a sus empleados.

2. Mantener normas de separación entre la vida familiar y la profesional. La conexión al trabajo a cualquier hora y en cualquier momento no tiene sentido. Dentro de casa necesitamos espacio para trabajar y para nuestra vida privada.

3. Trabajar sobre los sesgos inconscientes. No es recomendable juzgar a otros por los estereotipos que representan (madres, padres, diferentes edades, razas…), pero ahora, más que nunca, deberían evitarse. Para ello, las empresas pueden sensibilizar a sus profesionales a través de programas de formación.

4. Ajustar políticas y programas a las necesidades de los profesionales. Muchas compañías han ofrecido programas de bienestar o salud mental a sus empleados, pero no siempre han tenido el uso esperado. Vale la pena revisarlos y ajustarlos a las demandas reales.

5. Reforzar la comunicación. Uno de cada cinco trabajadores reconoció no sentirse suficientemente bien informado durante la época dura de la pandemia. La desinformación mina los estados de ánimo, por lo que habría que atajarlo lo antes posible.

Pilar Jericó es emprendedora, escritora, conferenciante, doctora en Organización de Empresas y divulgadora de investigaciones sobre el comportamiento humano. www.pilarjerico.com

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