La neurociencia está de moda, en parte por ‘best sellers’ y películas de Hollywood que han difundido creencias erróneas o no comprobadas. Es saludable desmontar varias de ellas.
Hay veces que sentimos que la otra persona ha traspasado una delgada línea roja y ha dañado nuestra dignidad. En la medida en la que tomemos conciencia de ello, podremos reparar la herida.
Vivimos en un gran continuo. No hay ganadores ni perdedores definitivos, no hay final claro y las reglas cambian sin cesar. La clave está en no afrontar la vida como si fuera un juego finito.
Dirigir una organización y gestionar equipos se debe basar en algo más que en criterios económicos. Si las personas se sienten bien, darán lo mejor de sí.
A la hora de decidir nos condicionan la razón y la emoción, sí, pero hay otro elemento menos obvio e igual de importante: el contexto. Conocer sus secretos nos puede ayudar en la vida.
Es un mal que afecta a muchos y se conoce como ‘burnout’. Las señales son aislamiento, baja autoestima y dudas sobre nuestras capacidades profesionales.
La caída hormonal que se desata alrededor de los 50 años tiene consecuencias psíquicas como niebla mental, alteraciones del estado de ánimo e insomnio. Pero esas afecciones parece que siguen siendo un tabú
La manera de gestionar nuestro patrimonio, poco o mucho, habla de cómo somos. Las experiencias que hemos tenido en nuestras primeras décadas de vida nos condicionan
Todos hemos tenido la sensación de lograr lo que anhelábamos, vivir el subidón de un éxito y quedarnos igual de vacíos pasado un tiempo. La alternativa para salir de ese bucle es construir un sentido vital
Discrepar es normal. El problema surge en la manera en que lo hacemos. Realizarlo adecuadamente significa saber defender nuestro criterio y encontrar una solución común
El primer paso es reconocer que somos inseguros. Parece que las personas exitosas la esquivan, pero esa sensación nos acompaña a todos de una manera u otra
Los mejores jefes son aquellos que se muestran seguros de sí mismos pero al mismo tiempo dan espacio a la duda y se abren a los comentarios de terceros
Las personas con un alto coeficiente intelectual pueden ser las más reacias a cuestionarse, precisamente, por su capacidad de identificar rápidamente patrones
Para entrenar nuestra amplitud de miras no basta con desarrollar la curiosidad por algo que se aleje de nuestra experiencia, sino imbuirnos en otros conocimientos
La pandemia ha actualizado lo evidente: cuanto más alto pongamos el listón de lo esperado y lo deseado, más posibilidades habrá de que un revés nos desestabilice
Las dificultades surgen cuando no se cumplen las expectativas cruzadas. El problema no radica en la falta de sentimientos, sino en las distintas formas de mostrarlos