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Las cuatro tipologías de poder: ¿cuál es la suya?

A muchas personas les motiva el poder o influir en terceros, aunque no lo reconozcan. Veamos una clasificación para identificar el lugar que ocupamos según dicha motivación

El poder está presente en nuestro día a día. No podemos verlo ni tocarlo, porque es un elemento intangible. El poder significa la posibilidad de hacer cosas, de influir en otras personas o conseguir resultados. No solo está presente en la política o en las empresas, sino en nuestra vida cotidiana. Existen juegos de poder dentro de las parejas, entre los hermanos o en las comunidades de vecinos (si no, piense en alguna discusión aburrida que se mantiene por el mero hecho de demostrar quién tiene razón).

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David McClelland, profesor de la Universidad de Harvard, defiende que el poder es también una motivación social, porque lleva a la acción a un gran número de personas, aunque no se suela reconocer. Las decisiones de algunas abuelas, a las que les gusta mandar, no dejan de ser una motivación de poder. McClelland explica que existen varios tipos de poder, dependiendo de la finalidad. Hay quien quiere tenerlo solo por salirse con la suya (poder individualista) o quien lo busca para conseguir un bien común (poder socializante).

Otra tipología depende de su procedencia. En la Roma clásica existían dos categorías: la potestas o la auctoritas. El primer poder proviene de la jerarquía (potestas), mientras que el segundo nace de la capacidad de influencia gracias a las habilidades personales (auctoritas). Y como es de suponer, no siempre coinciden las auctoritas y las potestas, de ahí que existan tan malos jefes habitando en las organizaciones. Si tomamos en cuenta estas divisiones y nos centramos en el trabajo sobre la inteligencia del poder de la autora Julie Diamond, podemos sugerir una nueva tipología para clasificar a aquellos individuos que anhelan tener poder dentro de una organización (aunque también podría ser aplicable a la vida personal). Se trata de una adaptación personal inspirada en las propuestas de Diamond y que se dividiría en cuatro puntos:

Lo interesante de esta clasificación es analizar el lugar que ocupamos nosotros. Cuál es nuestra motivación del poder, porque, como propone Diamond, este se puede medir y desarrollar con inteligencia.

Pilar Jericó es emprendedora, escritora, conferenciante, doctora en Organización de Empresas y divulgadora de investigaciones sobre el comportamiento humano. www.pilarjerico.com

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