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"No pongas fechas. Plantéate que vas a volver a la normalidad en más tiempo del previsto"

Así hacen los psicólogos y otros profesionales para dar consejo psicológico en tiempos de cuarentena

La consulta de la psicóloga sanitaria Bárbara Zapico se desbordó el viernes por la tarde, tras el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que se iba a decretar el estado de alarma para controlar el contagio del coronavirus. La limitación de movimientos introdujo de golpe un aluvión de cambios de alto voltaje en las vidas de los españoles, una desafortunada vuelta de tuerca a días ya cargados de incertidumbre, miedo y ansiedad. "Tengo a muchos pacientes llorando", comentaba el día siguiente. Zapico lleva desde entonces un seguimiento intensivo de sus pacientes y algunos expacientes a través de Skype. "La mayoría tiene menos de 50 años y las preocupaciones no son tanto por la enfermedad como por la situación laboral en el corto plazo. Estoy viendo mucha preocupación en la hostelería por la amenaza de despidos inminentes, muchos me dicen que no saben si van a tener trabajo dentro de dos semanas".

Preocupaciones, problemas de concentración, insomnio, pensamientos rumiativos… son reacciones típicas estos días, y no todas las personas tienen acceso a una consulta que les ayude a afrontarlas. Para estas personas, la Fundación Psicología sin Fronteras, integrada en el Colegio de Psicólogos de Madrid (COP), ofrece un gabinete especializado a coste reducido o gratuito, en función de la situación económica del paciente. Todo se hace sin contacto. "Estamos atendiendo por métodos telemáticos. Las peticiones están llegando tanto a la Fundación como al colegio de psicólogos. Son demandas relacionadas con la incertidumbre de la enfermedad y por el cambio de vida, y luego, en población afectada por el coronavirus, por cuestiones de soledad. Estamos en conversaciones con la administración para coordinar de manera telefónica un dispositivo de asistencia específico para toda la población española", señala Guillermo Fouce, responsable de la fundación y vocal del COP.

Otros psicólogos siguen la misma línea, ofreciendo en redes sociales orientaciones particulares gratuitas a quienes estos días encuentren dificultades para sobrellevar la situación, que se hacen a través de videoconferencia. No es una terapia ni un tratamiento, pero un buen consejo siempre ayuda. Entre ellos está la psicóloga sanitaria Luisa Belinchón. "Me está demandando atención psicológica gente que nunca antes había pensado que la podía necesitar. Otros me cuentan que estar lejos de sus familiares les hace sentir más vulnerables. En el caso de los jóvenes, a veces sienten la presión de su familia para que regresen, ante el temor por el cierre de fronteras". Se abre un escenario extraño que nos sumerge en un miedo ancestral: las enfermedades infecciosas imponen sus propios protocolos, marcados por el aislamiento social. Pero, para los profesionales, no es una situación del todo nueva.

No te pongas fechas para volver a la normalidad

La psicóloga sanitaria Bárbara Zapico encuentra en el actual escenario de ansiedad colectiva semejanzas con acontecimientos pasados como el 11-M. Guillermo Fouce, que coordinó el dispositivo de atención psicológica de los atentados de 2004, coincide con ella: "La diferencia es que este acontecimiento tiene una escala global, en el sentido de que el confinamiento afecta a toda la población. No hay unos perfiles determinados que estén demandando asistencia, sino personas con un mayor nivel de vulnerabilidad, como las que ya parten de una situación previa de mala salud mental, como puede ser la depresión, la ansiedad, la hipocondría o las preocupaciones. Los problemas familiares se acentuarán en convivencias donde ya hubiera una mala situación previa, y también entre quienes ya viviesen en situación de aislamiento".

En este sentido, el COP ha redactado un decálogo con orientaciones para afrontar de la cuarentena. Entre sus pautas destacan establecer rutinas durante el tiempo que uno permanezca en casa, mantener el contacto con amigos y familiares, concentrarse en aficiones y, sobre todo, evitar la sobreinformación: no estar pendiente de una pantalla dando pábulo a todo lo que llegue vía WhatsApp, redes sociales o tertulias.

Y no solo los psicólogos ayudan a aliviar la carga mental del confinamiento, como demuestran las recomendaciones que estos días dejaba en Twitter @angabantxo, un marinero acostumbrado a pasar largas temporadas en alta mar. No aislarse, procurar solucionar todos los problemas de convivencia que vayan surgiendo, no matar el aburrimiento enganchado a una pantalla, no comer ni beber más alcohol del habitual y, sobre todo, no activar la cuenta atrás para volver a la cotidianeidad. "No pongas fechas. Siempre plantéate que vas a volver a la normalidad en más tiempo del previsto. Si te mentalizas en que todo acaba el 1 de abril, y luego se alarga al 5, esos 4 días son un infierno".

También es recomendable echar mano de remedios tradicionales como la risa. "El humor es un recurso muy importante para mantener la higiene mental", apunta Fouce. "Los chistes y bromas que circulan por WhatsApp y las redes sociales, cuando son respetuosos, se convierten en muy buenas herramientas para combatir la inseguridad", añade. Pero cuidado. "Los primeros días de una situación como esta en la que se restringe la movilidad de las personas pueden ser incluso divertidos. Pero tenemos que ser muy conscientes de que esto tiene que durar 14 días como mínimo. La última semana no va a ser fácil", dijo el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, en su primera comparecencia pública tras la convocatoria de estado de alarma.

Y, aparte del humor, vale la pena recurrir al optimismo. Es fácil pensar en efectos negativos sobre la salud mental, pero como destaca Fouce. "Estos acontecimientos no solo implican consecuencias negativas y desfavorables. Lo que hemos aprendido con acontecimientos como el 11-S o el 11-M es que el ser humano tiene una capacidad de abstracción muy potente, y mejora con estas situaciones que suponen respuestas de fortalecimiento, aprendizaje de nuevos recursos, y otras muchas cosas que son experiencia de vida. Por eso hay que tener una visión positiva", concluye.

Cuentos para explicar el virus

La crisis del coronavirus también también está afectando a la vida de los más pequeños, que estos días tienen que acostumbrarse a seguir las tareas del colegio desde casa, obligados a escuchar contínuamente consejos como el de que deben lavarse muy bien las manos. "No se trata de ocultarles nada, sino de transmitirles el mensaje con calma, explicándoles la importancia de mantener la higiene de manos. No hay que dejarse llevar por el lamento ni el fatalismo", explica Bárbara Zapico. Para poner más fáciles las cosas, la psicóloga recomienda a las familias que se apoyen en recursos como el cuento ilustrado disponible en internet Hola, soy el Coronavirus, de la psicóloga Manuela Molina.

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