La hora del diseño sostenible
La reutilización de plásticos, envases, palés y otros elementos de escasa nobleza en la fabricación de muebles, lámparas y objetos sirvió en su día para agitar conciencias, pero con limitaciones. La industria tomó nota e incorporó criterios medioambientales. Materiales a partir de residuos y pequeños grandes gestos. Esta es una selección de recién llegados.
Medio ambiente y salud
Sofá colección Sage. Este sofá pertenece a una colección de mobiliario elaborada por completo con materiales naturales. Ni siquiera cuenta en el interior de sus cojines con un relleno de espuma al uso, sino con una mezcla de fibra de coco, látex, lana y algodón reciclado. Esto además elimina la necesidad de emplear químicos tóxicos que lo hagan ignífugo. Forma parte de la colección Sage, diseñada por el estudio del arquitecto David Rockwell para la empresa británica Benchmark. Cumple los estándares de la certificación WELL, un sistema empleado en edificios de empresas que mide lo saludable que resulta el espacio físico de un entorno laboral.
Saneando el mar
Silla Ibiza y colección Ocean. Hoy abundan los proyectos de diseño que procuran reciclar los plásticos que se extraen del mar. De este modo no solo se limpian las aguas, sino que se reducen los residuos existentes al transformarse en objetos con vida útil. El diseñador ibicenco Eugeni Quitllet ha creado para la firma española Vondom la colección de mobiliario de exterior Ibiza, fabricada con un material elaborado con plásticos sacados de las aguas de la isla. Otra colección en esta línea es Ocean, de la firma Mater, que rescata un conjunto de sillas y mesas que fueron creadas por los diseñadores Nanna & Jørgen Ditzel en 1955 y que ahora la marca vuelve a fabricar con residuos.
Generación bio
Componibili Bio. Este diseño de 1967 de Anna Castelli Ferreri es uno de los más icónicos de la firma italiana Kartell. Se puede usar como mueble de baño, para almacenaje en la cocina o como mesita auxiliar. Ahora la marca lanza nuevas versiones elaboradas en un bioplástico reciclable obtenido a partir de residuos de producción agrícola; estos, al ser atacados por ciertos microorganismos, generan una biomasa que, tras ser refinada, se puede reutilizar en los sistemas de inyección y moldeo con los que se elaboran otros productos de plástico.
De usar y degradar
Lámpara Hive. La pantalla de esta lámpara de la firma Plumen se fabrica mediante impresión 3D con filamentos de bioplástico PLA, un material elaborado con recursos de origen vegetal que al final de su vida útil puede degradarse a través de procesos industriales. La lámpara se llama Hive (colmena en inglés) y es un diseño ideado para combinar con bombillas decorativas de esta marca británica. Además, su atractiva estructura ayuda no solo a tamizar la luz, sino también a focalizarla hacia abajo.
De plástico a tejido
Kílims Now Carpets. El dibujo de esta alfombra, a modo de grecas de inspiración étnica, es un diseño de Inma Bermúdez para la firma española Now Carpets. Se trata de un kílim —un tipo de tapete de raíz oriental— elaborado con poliéster reciclado procedente de botellas de plástico. En la industria textil cada vez se trabaja más con fibras fabricadas con este residuo. Sirviéndose de este material y de esta técnica de elaboración, la diseñadora ha creado tres tipos de kílims especialmente pensados para ambientes exteriores, aunque también se pueden usar en el interior.
Aquí no se tira nada
Lámparas Geometric. La firma de iluminación Brokis ha desarrollado unos paneles con los sobrantes de vidrio que genera la producción de sus colecciones de alta gama. Se trata de un material compacto que puede tener diversas aplicaciones en diseño y arquitectura. Con estos paneles, los diseñadores Boris Klimek y Lenka Damová han creado la familia de luminarias Geometric, que son una serie de piezas de formato plano y con formas geométricas. Gracias a su bajo espesor, pueden funcionar no solo como modelos para colgar (como en la foto), sino también como paneles murales con luz.
Exhibir la rudeza
Colección Confetti. Los diseñadores Sarah Gibson y Nick Karlovasitis buscaban un diseño que no se escondiera, sino que reivindicara el hecho de estar elaborado con material reciclado. Así nació la colección Confetti, una serie de mesas, asientos y maceteros fabricados con materiales compuestos por un 100% de plástico reciclado y reciclable. Con una estética que recuerda a la del terrazo, es un diseño de la firma australiana Design by Them que trata de poner de relieve la belleza de lo rudo, igual que hace con otros materiales como la madera o determinados metales.
Trampantojo textil
Alfombra Loop. Esta alfombra está elaborada con finas hebras obtenidas a partir de botellas de PET recicladas que tienen una apariencia y un tacto muy similares a las de la lana. Ha sido fabricada por la firma sueca Formgatan y se llama Loop. Tiene un diseño mullido y gustoso. Y al ser de poliéster, no absorbe líquidos y las manchas se limpian fácilmente con un paño húmedo.
Cada gesto cuenta
Pósteres. Hasta los carteles pueden aportar su granito de arena al medio ambiente. Estos pertenecen al sello Dentro, un proyecto del estudio de diseño gráfico Aranda. Se imprimen en papel reciclado elaborado a partir de vasos de café. Con un estilo esquemático, las temáticas de sus propuestas están basadas en la idea de que cuando colocamos un póster en una pared buscamos expresar una parte de nuestra personalidad, de cómo somos por dentro —de ahí el nombre de la firma—. Así que abordan temas como la música, los libros, los deportes y la naturaleza, entre otros.
Reciclado y reciclable
Cocina Ikea. Una de las prácticas más sostenibles es la reutilización de materiales. Con ello se consigue reciclar y disminuir residuos, al tiempo que no se derrocha en nuevos recursos. Con esta premisa, Ikea creó su programa de cocina Kungsbacka, una serie integrada por frentes elaborados con materiales reciclados y reciclables. Por un lado, su interior es de un conglomerado confeccionado con desechos de la fabricación de otros productos de madera, muebles viejos y restos de envases. Por otro, su laminado exterior se obtiene de botellas de plástico PET recicladas. Además, puede volver a reciclarse al final de su vida útil.
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