_
_
_
_
LA IMAGEN
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Exploración submarina

CNR / M. P.
Juan José Millás

DE REGRESO A ÍTACA, Ulises tuvo que atravesar el estrecho de Mesina, que une el mar Tirreno con el Jónico. Un lugar real y fantástico a la vez, pues muchos estudiosos sitúan la presencia de los monstruos Escila y Caribdis a la entrada de ese estrecho. Escila tenía seis cabezas de perro y doce patas. Caribdis era un torbellino de agua que devoraba cuanto caía en sus contornos para vomitarlo luego en forma de naufragio. No podías alejarte de uno sin caer en las garras del otro y al revés, de ahí la expresión de hallarse entre Escila y Caribdis, que es como encontrarse entre la espada y la pared. Escila atraía hipnóticamente a las naves para lanzarlas luego a las fauces de Caribdis. Si Ulises no hubiera recibido la ayuda de los dioses, lo hubiera pasado mal. Aun así, perdió media docena de hombres en la travesía.

Todo esto era para decir que hablamos de un espacio sagrado para nuestra cultura cuyas profundidades hemos convertido en un estercolero. Vergüenza debería darnos, pero lo que ven ustedes en la foto es solo una pequeña parte de la basura que se amontona sin remedio en el lecho marino de la zona. Destaca, entre los desperdicios, el cuerpo de ese muñeco-bebé que añade a la imagen un punto de terror de novela de Stephen King. Según la crónica a la que la foto servía de ilustración, la exploración submarina descubrió también “muebles de cocina, tazas de váter, colchones, mesas, ropa, ruedas, alfombrillas de coche…, incluso un coche entero”. “Los cangrejos”, añadía la crónica, “caminan por el fondo arrastrando jirones de plástico”. Una Odisea de mierda, en fin.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_