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Si he comido carne mechada este verano, ¿estoy en riesgo de enfermar de listeriosis?

Andalucía se enfrenta a un brote de infecciones por uno de los patógenos alimentarios más violentos, la listeria. Cómo actuar si teme estar afectado

Un chiringuito en una playa de Marbella, en Málaga. En vídeo, el portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas responde a las dudas sobre la listeriosis.

Bocadillito de carne mechá. Así se oferta este manjar en cartas de media Andalucía, donde locales y visitantes lo comen con las mismas ganas que uno saborea el verano, sin mesura. Sin embargo, el brote de listeriosis detectado en Andalucía por una partida de carne mechada infectada por listeria, de la marca La Mechá, que ya se ha cobrado la primera vida, enciende las alarmas de muchos. ¿Hay que correr al médico si uno comió este preparado cárnico en el sur (donde principalmente distribuye la empresa)? ¿Cuánto tiempo ha de pasar para saberse a salvo de sus temidos síntomas?

Ante todo, mucha calma. Manuel Fernández Guerrero, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) y catedrático de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, recuerda que es una enfermedad anecdótica, a pesar de la alerta decretada por el Ministerio de Sanidad. "La mayoría de las personas que hayan adquirido la infección es probable que ni lo noten. El cuerpo elimina el microbio gracias a mecanismos como la acidez del estómago. La propia microbiota ejerce una defensa. O, como mucho, se desarrollará una diarrea leve", tranquiliza. Puede convertirse en una enfermedad grave cuando el microbio pasa al torrente circulatorio, "provocando una cuadro de septicemia, una infección potencialmente mortal".

Los grupos de riesgo que se exponen a esto son los siguientes: personas con enfermedades crónicas debilitantes (diabetes mellitus, alcoholismo, cirrosis hepática…), enfermos de cáncer, personas muy ancianas o embarazadas (y sus bebés). "En estos casos, el riesgo de mortalidad se dispara", anota el doctor. Así, al primer síntoma (gastroenteritis, dolor muscular, fiebre, rigidez de cuello), conviene acudir al médico. "La incubación se prolonga durante tres o cuatro semanas, por lo que si alguien comió la carne contaminada a principios de agosto, los síntomas podrían aparecer en septiembre", recuerda el también doctor de la Fundación Jiménez Díaz. "Pero, normalmente, si tienes un buen estado de salud cuando te infectas, el pronóstico es muy bueno", apunta.

La infección por consumir alimentos contaminados con listeria crece en España desde el año 2012, según datos del Sistema de Información Microbiológica. Sin embargo, la incidencia sigue siendo muy baja: menos de un caso por 100.000 habitantes al año en Madrid, según Fernández Guerrero. Fiambres y fiambres cárnicos, lácteos y vegetales son los grupos más afectados. Científicos de todo el mundo trabajan en sensores que sean capaces de detectar el mal estado de estos productos, a modo de nuevas etiquetas. En la cocina, medidas de higiene para embarazadas e inmunodeprimidos, como lavarse las manos, mantener la nevera a 4 grados o menos o evitar la leche no pasteurizada, resultan efectivas.

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