Nacer con el mismo peso que un paquete de arroz
En Senegal, cada año vienen al mundo 100.000 niños de menos de 2.500 gramos. Un hecho habitual en África subsahariana. Administrar suplementos a las embarazadas, sensibilizar a las adolescentes y aliviar la carga de trabajo de las mujeres pueden contribuir a reducir la incidencia
BB Binta cabe en la palma de la mano de la enfermera. Cuando llega la hora de medir su peso, protesta con todas sus fuerzas, pataleando con unas piernas diminutas. Nació hace dos días en Saint Louis, en el norte de Senegal, y el pañal le sobra por todos lados. La báscula marca poco más que un kilo. Como ella, cada año nacen en este país africano 100.100 bebés que no alcanzan los 2.500 gramos, el umbral de alarma marcado por la Organización Mundial de la Salud.
La pequeña BB Binta vino al mundo tras 28 semanas de gestación. En la unidad de cuidado de recién nacidos con bajo peso del Hospital regional de Saint Louis, la acompañan otros dos niños diminutos. La enfermera, que asegura ser la que más tiempo lleva trabajando en la unidad de maternidad del centro, cuenta que casos así están a la orden del día. Hace cuatro años, por ejemplo, tuvieron que lidiar con dos gemelos de 800 gramos que, finalmente, se recuperaron y ahora están bien.
Senegal está entre los seis países en el mundo con mayor incidencia (18,5% de los nacidos vivos en 2015) de bajo peso al nacer, según el primer estudio global acerca de este asunto, publicado por The Lancet a mediados de mayo. La investigación, realizada por expertos de la Organización Mundial de la Salud, Unicef y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, pone de relieve que la tasa de incidencia apenas se redujo en un 1,1% en comparación con el año 2000. Por aquel entonces, Senegal ocupaba la quinta posición a escala global, con 85.500 niños nacidos con menos de 2.500 gramos (22%).
“La comunidad internacional fijó como meta una reducción en un 30% a escala mundial de los casos de bajo peso al nacer para 2025. Aunque Senegal solo ha mejorado un poco en el arco de tiempo tomado en cuenta para el estudio, va por el buen camino”, asegura Mercedes De Onis, de la Organización Mundial de la Salud y coautora de la investigación.
El bajo peso al nacer, explica la médica, es un problema significativo de salud pública en todo el mundo, asociado a una serie de consecuencias a corto y a largo plazo. Constituye un importante predictor de morbimortalidad prenatal y aumenta el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles, como la diabetes u otras dolencias cardiovasculares, en etapas posteriores de la vida. “Tardamos cinco años en recoger y estandarizar los datos. Nuestro estudio representa una llamada de atención a las autoridades para que se ocupen del cuidado de los niños, prevenir que siga ocurriendo y monitorear los progresos”.
Las causas pueden ser múltiples: la inducción prematura del parto o las cesáreas, los embarazos múltiples, las infecciones y enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión arterial. En Senegal, como en muchos otros países de bajos ingresos, tienen que buscarse en las condiciones de salud de las madres antes y durante el embarazo, según Noel Marie Zagre, experto en nutrición para África central y del oeste de Unicef.
“Hay que abordar nutrición y salud maternal a la vez, con un enfoque conjunto. Muchas gestantes no tienen acceso a visitas prenatales e, incluso si acuden a consulta, a menudo no se les proporcionan consejos nutricionales”, señala. “En muchas zonas del Sahel, hay inseguridad alimentaria. Se estima que más de la mitad de las mujeres sufre anemia y esta situación no ha mejorado con los años. Pero también hay otro factor: la excesiva carga de trabajo que tienen que soportar las mujeres”.
Cinco millones de niños con bajo peso en África subsahariana
Alrededor de uno de cada siete niños (más de 20,5 millones) en el mundo nacieron con menos de 2.500 gramos en 2015. Cerca de tres cuartos de ellos se concentraron en el sur de Asia y en África subsahariana.
Las dos regiones fueron las que lograron avanzar de manera más rápida (con una reducción de la prevalencia del 1,4% y 1,1%, respectivamente, en comparación con el año 2000). No obstante, en África subsahariana, el número de niños con bajo peso aumentó (de 4,4 a 5 millones).
Seis de los 10 países con mayor incidencia de este problema se encuentran en África (República de Mauricio, islas Comoras, Guinea-Bisáu, Senegal, Marruecos y Madagascar).
Zagre recalca la importancia de poner en marcha también programas de sensibilización para retrasar todo lo posible la edad del matrimonio y del primer embarazo (en Senegal, un 31% de las chicas entre 20 y 24 años se casó antes de los 18, según Unicef, y un 18% dio a luz antes de alcanzar esa edad).
“Hay una toma de consciencia, pero en los últimos 15 años, Senegal se ha mantenido entre los primeros 10 países con mayor incidencia de bajo peso al nacer. Estamos delante un buen inicio, pero se necesitan más datos, una mejor comprensión del fenómeno y más apoyo político y de las personas influyentes de la comunidad”, agrega.
La administración de suplementos de calcio, ácido fólico y hierro durante el embarazo, insiste, tiene que ir de la mano de intervenciones estratégicas y programas de protección social, como transferencias de dinero, o para facilitar el acceso a trabajo.
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