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Todos los edificios icónicos que Arata Isozaki, premio Pritzker 2019, ha construido en España

Si los edificios no están destinados a durar para siempre, al menos que sean bonitos. Es la filosofía de este genial arquitecto que vio de niño cómo se borraba Hiroshima. Y eso es lo que ha hecho en Barcelona, Carabanchel (Madrid), Bilbao o A Coruña

Domus: La casa del hombre, en A Coruña, se retuerce como castigado por las violentas olas y el viento oceánico. Visible desde cualquier parte de la ciudad se ha convertido ya en un icono coruñés. |
Domus: La casa del hombre, en A Coruña, se retuerce como castigado por las violentas olas y el viento oceánico. Visible desde cualquier parte de la ciudad se ha convertido ya en un icono coruñés. |Getty

"Mi primera experiencia con la arquitectura fue la ausencia de arquitectura", ha contado Arata Isozaki, laureado con el premio Pritzker 2019, considerado el Nobel de la arquitectura. Isozaki nació en 1931 Ōita, en la isla de Kyushu (Japón) y, cuando tenía 14 años, "cuando era lo suficientemente mayor para entender el mundo, quemaron mi ciudad, y al otro lado de la orilla, lanzaron una bomba atómica sobre Hiroshima, así que crecí en una zona cero. Todo estaba en ruinas, no había arquitectura, no había edificios, ni siquiera había ciudades".

La teoría arquitectónica de Isozaki está basada en la transitoriedad de los edificios: ya que no van a durar para siempre, una de sus funciones hoy es complacer con su visión a quienes se relacionan con ellos, tanto por dentro como por fuera.

Y con este principio ha levantado edificios de oficinas, palacios de congresos, museos o viviendas en todo el mundo. De hecho, su vocación internacional le ha llevado a abrir oficinas en Japón, China, Italia y España, donde ha dejado un importante patrimonio arquitectónico, cuya belleza lucha contra su finitud. Estas son las obras de Isozaki en España.

1. Acceso principal al Centro Cultural Caixa Forum (Barcelona)

Dentro de la rehabilitación de la Fábrica Casaramona de textil, un ejemplo del modernismo industrial catalán y patrimonio cultural desde 1976, Arata Isozaki se encargó de crear un patio de acceso al edificio que iba a ser destinado a convertirse en centro cultural.

Museo CaixaForum en Barcelona, España.
Museo CaixaForum en Barcelona, España.Sergi Escribano (Getty Images)

Conservando la fachada excavó un sótano para proyectar la entrada principal junto al auditorio y la mediateca. El patio, construido así por debajo de la cota de la calle, de modo que desde la vía solo se ve el edificio original, se compone de unos muros de sillería de piedra caliza y un pavimento flotante del mismo material.

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Esta composición de piedra caliza se extiende al interior, formando un generoso vestíbulo, al que se puede acceder bajando por escaleras, escaleras mecánicas o ascensor. Para proteger la parte mecánica de la instalación, Isozaki diseñó una estructura escultórica, conocida como Tetsuju (árbol de hierro), realizado en acero y con una cubierta de vidrio, que recibe al visitante en la entrada a pie de calle.

2. Palau de Sant Jordi (Barcelona)

Podría decirse que la historia de este edificio es la del ensayo-error. Así lo cuenta el equipo de Isozaki que recuerda que el diseño vino en gran parte determinado en el momento en que se decidió emplear el sistema Pantadome para su construcción. Se trata de un método desarrollado por el ingeniero de estructuras Mamoru Kawaguchi para desplegar de forma sencilla la malla de cubierta de un edificio, solo que hasta entonces se había aplicado en formas simples semiesfericas y bóvedas de cañón. 

Pritzker Prize

Las secciones de la cubierta y su unión al suelo vinieron determinadas por la ubicación de los espectadores. Y el remate de la cúpula en un lucernario, por la propia estructura Pantadome. Isozaki quería que la silueta de la cúpula se armonizara con las formas de la sierra de Montjuïc que se levanta detrás del Palau, pero la estructura, el método constructivo y el sistema de climatización fueron modificando aquel boceto inicial. El resultado es un efecto shinden-zukuri —el estilo arquitectónico de las casas señoriales japonesas en el siglo X, con un edificio principal y una disposición simétrica del resto de la vivienda— que no se buscó en un principio.

3. Oficinas D38 (Barcelona)

Distrito 38 es una nueva zona de oficinas a las faldas de Montjuïc, cerca del puerto y del aeropuerto de Barcelona. Arata Isozaki decidió proyectar un edificio de espacios abiertos, al desconocer las necesidades de sus inquilinos finales, de modo que se pudiera reorganizar fácilmente.

4. Domus: La casa del hombre (A Coruña)

Situada en la carretera de la costa que une La Torre de Hércules (un faro romano símbolo histórico de la ciudad) con el centro, de A Coruña, la Domus: La casa del hombre —el museo interactivo coruñés dedicado al ser humano— se levanta entre unos acantilados y "unos bloques de viviendas de dimensiones medianas, vestigios del boom urbanístico de los años sesenta" que, según describen desde el estudio español de Isozaki, "forman un confuso paisaje urbano".

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Así, explican, "entre el centro de la ciudad y el pasado histórico y limitada por el océano y el urbanismo de los sesenta, la Domus pretende convertirse en un nuevo símbolo para la ciudad". Con ese fin, la arquitectura pretende capturar la singularidad del lugar. La fachada frente al océano la constituyen unas placas prefabricadas de hormigón. "Curvada según una línea clozoide, da la impresión de estar afectada por las violentas olas y los vientos oceánicos".

El conjunto forma un gigantesco pero simple plano visible desde todos los puntos de la ciudad.

5. Parc de la Muntanyeta (Sant Boi de Llobregat, Barcelona)

Durante los años 90, Arata Isozaki fue asesor del Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat (Barcelona) y allí desarrolló el paisajismo del Parc de la Muntanyeta, además de proyectar áreas urbanas como la Plaza de la Agricultura.

La recuperación de La Muntanyeta, antes un vacío urbano muy enfatizado por el rápido crecimiento de la ciudad en aquella década, fue en parte también la recuperación del espacio social. Isozaki la planteó con una mínima transformación del terreno natural, en dos grandes partes: una más rígida respondiendo a lo volúmenes del auditorio y las edificaciones cercanas y otra más orgánica y flexible, como respuesta a la recuperación de la pineda y los caminos naturales preexistentes.

6. Pabellón Polideportivo (Palafolls, Barcelona)

Situado dentro de la zona urbana de Palafolls (Barcelona), el equipo de Isozaki diseñó un espacio mitad abierto mitad cerrado por una malla espacial para dar cabina a actividades de interior y exterior. El espacio cubierto se ideó de manera que cumpliera con las dimensiones oficiales de las distintas disciplinas deportivas.

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7. Centro de Estudios Avanzados, CEA (Santiago de Compostela)

Arata Isozaki fue también el responsable de recuperar en 1995 el Parque de Vista Alegre, o Finca Simeón, que había pertenecido a una importante familia de banqueros, abandonado durante años. La reordenación del parque se hizo con motivo del V centenario de la Universidad de Santiago de Compostela y, dentro de este proyecto, Isozaki proyectó el Centro de Estudios Avanzados de Santiago de Compostela, que mira de frente a la casona de estilo colonial de principios del siglo XX que hoy ocupa una residencia de estudiantes.

Ayuntamiento de Santiago de Compostela

En un juego de simetrías, el CEA está compuesto de un bloque cuadrado y al que se sustrae una parte de su volumen para crear una galería acristalada como las que cuelgan en los laterales de las casas coloniales y también de esta de los Simeón.

8. Atea (Bilbao)

"Puerta" en vasco, este proyecto arquitectónico se diseñó como una gran plaza pública con locales comerciales y un complejo de viviendas, dispuestas en forma de biombo y dentro de la fechada del antiguo depósito de aduanas de principios del siglo XX que ahora funciona como una muralla con grandes huecos de acceso.

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Atea se ubica a 500 metros del Museo Guggenheim de Gehry, también sobre la ría de Bilbao, y se une al desarrollo urbanístico que experimentó la ciudad en los años noventa y dosmiles con iconos como el museo, pero también el Palacio de Congresos y de la Ópera, de Soriano y Palacio, el Hotel Hilton de Legorreta, el centro comercial de Stern, el edificio de la Diputación de César Pelli, y los bloques de viviendas de Krier.

El interior del antiguo depósito de aduanas fue derribado en los años 80 y desde entonces, salvó el conato de un proyectó inacabado, el solar había permanecido abandonado. El conjunto de edificios de Isozaki que conforman la puerta de Bilbao vino a resolver esta deuda urbanística en 1999.

9. Carabanchel 21 (Madrid)

En este proyecto residencial para el distrito de Carabanchel, al sur de Madrid, Isozaki se plantea cuál debe ser el modelo de construcción del siglo XXI, frente al dominante rascacielos del siglo XX. La solución que propone es una cadena de paralelogramos que dibujan un biombo en la facha de la Avenida de los Poblados, para la que utiliza el Penrose Pattern, un modelo de embaldosado geométrico con dibujos que no se reproducen de forma periódica.

"Los paralelogramos resultantes siguen la sucesión de Fibonacci", el matemático italiano del siglo XIII que fijó la secuencia numérica que describen las espirales en la naturaleza. "Una primera consecuencia del uso de ese patrón es la apertura de cada vivienda a dos fachadas", explican en la web del estudio de Arata Isozaki en España. "De esta manera, se podía crear un paisaje urbano libre, distinto del actual, distinto del que encontramos en el Espacio Universal" del siglo XX.

10. Planta 10 del Hotel Puerta de América (Madrid)

En la décima planta del Hotel Puerta de América el tiempo pasa más despacio. "La configuración del espacio empieza por una aproximación casi táctil al mundo; una manera intensa, dilatada, lenta y gradual de alcanzar los objetos. La luz es aceleración de la percepción. La sombra es lentitud, desaceleración de lo percibido", postulan en el estudio de Isozaki.

Arata Isozaki

Por eso, en esta planta la luz exterior entra tamizada por un shoji, una pantalla de madera y papel. "Desde allí empieza un juego de sombras tenues que crea continuidad entre los materiales y los amalgama sin diferenciarlos. La estética dominante es la de la oscuridad: granito negro, zimbawe para el suelo, tsuchikabe —estuco oscuro de textura irregular— para paredes y techos, y después roble negro, superficies lacadas, paneles de plomo y tejidos brillantes". Las sillas y las mesas, en madera y piel negras, son de la línea Monroe diseñada en 1966.

El mismo juego de modulación de la luz se manifiesta en la combinación de materiales en la zona de baño. "Tonos tenues, ligeros, casi inmateriales. Mármol Sivec blanco para las superficies y Hinoki para los accesorios. El Hinoki es una madera que en la tradición japonesa se ha asociado al placer de la vida, al lujo y al bienestar. Su color pálido, la escasa presencia de vetas, su textura suave y especialmente su perfumen han sido siempre muy valorados".

Jean Nouvel

El Hotel Puerta de América es un trabajo colaborativo de arquitectos de prestigio internacional, como Zaha Hadid, Norman Foster o Javier Mariscal: la fachada, la azotea y la planta duodécima fueron diseñadas por Jean Nouvel —autor también del hotel de lujo de Kike Sarasola—, la planta baja por John Pawson —cuya casa monacalmente minimalista visitamos—, Marc Newson es el autor del restaurante y la sexta planta. Los creadores andaluces Victorio & Lucchino se colaron en el plantel de arquitectos para diseñar la quinta planta.

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