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Cosmética erótica, la desconocida puerta al paraíso de los cinco sentidos

Lubricantes, aceites, velas, pinturas... la variedad de productos que sirven para jugar en pareja, y tratar problemas sexuales, es inmensa

"Vivimos en un mundo en el que aprendemos sobre sexo de fuentes poco fiables y realistas [como del cine de Hollywood, que vende situaciones poco realistas a través de la gran pantalla]. Nadie sabe muy bien cómo hacer nada, y nos limitamos a lo que creemos que es el sexo: el coito y los mal llamados preliminares", asegura la sexóloga Iris Martínez. Por esto, no es de extrañar que cuando una pareja entra en una tienda erótica en busca de algún accesorio picante para la cama, suele tener en mente juguetes como los vibradores, las esposas, las cintas y los antifaces. Pero, para sorpresa de muchos, hay un rincón en estos locales que suele acabar conquistando a los compradores: el de la cosmética erótica.

En sus estantes se encuentran los lubricantes, aceites y geles para masajes, los perfumes y las velas con distintas esencias, pinturas comestibles y otros productos que se sirven para innovar en la cama. No son meros adornos sino que tienen fines prácticos y muy concretos: ayudan a aumentar las sensaciones, a retrasar el orgasmo, a potenciar las erecciones... Además, son la excusa perfecta para centrarse en el cuerpo de la pareja y no solo en sus genitales o, como indica Martínez, "la puerta al paraíso de los cinco sentidos".

La cosmética erótica puede hacerse un hueco prácticamente en cualquier ocasión, desde un masaje o un baño de espuma con sales aromáticas hasta el sexo oral, pero también puede ser una herramienta especialmente útil desde un punto de vista terapéutico. "Muchos pacientes vienen a consulta con bajo deseo porque lo que antes les satisfacía ha dejado de ser novedoso y excitante, y para ellos es un comienzo para experimentar nuevas sensaciones", explica la sexóloga.

Un mundo lleno de opciones

La recomendación de Martínez es tirar de imaginación, y no limitarnos a los ejemplos que indica el paquete. Por ejemplo, "se tiende a recomendar lubricantes de base de agua solamente a mujeres con tendencia a la sequedad vaginal, sin embargo, el lubricante enriquece las prácticas sexuales en general", dice la experta. De hecho, hay estudios que apuntan a que los lubricantes a base de agua y silicona reportan niveles significativamente más altos de satisfacción y placer sexual, y rara vez se asocian con síntomas genitales. Martínez recomienda el uso de este tipo de productos con base de silicona o aceite para hacer masajes que sean mucho más placenteros.

Aunque los lubricantes son probablemente los más conocidos y usados (según apuntan distintos estudios, más de la mitad de los hombres y mujeres los han usado), no son el único producto estrella. El divulgador sexual y asesor de las tiendas Amantis, Óscar Ferrani, revela que las "las cremas o geles con distintos efectos, como los de frío y calor, los sensibilizadores, los que potencian del rendimiento o los que producen cosquilleo o burbujeo, así como los llamados vibradores líquidos", están entre los productos favoritos de los compradores. También aquellos destinados para los masajes eróticos, como "fluidos con distintos aromas y sabores, velas especiales con manteca de karité, que al derretirse producen un aceite templado que hidrata la piel, otros con efecto piel de seda..." En cuanto a la elección de fragancias y sabores, también los hay para todos los gustos: desde el chicle de fresa hasta el caramelo, champán y vino espumoso.

Preguntar y leer antes de usar

Son tantas las opciones disponibles que el asesoramiento es clave para aquellos que se sumergen en este mundo por primera vez. Sobre todo, indican los expertos, para conocer cosas como cuáles son comestibles, cuáles son compatibles con el preservativo, si son más o menos agresivos para la piel y el pH de las mucosas genitales, incluso si han sido testados en animales o no. Para evitar problemas, y ante el creciente aumento de la venta de estos productos en Internet, Ferrani insiste en "no fiarse de los artículos que no tengan detrás una marca o laboratorio reconocible, con una página web asociada, y, si es posible, adquirirlos en tiendas especializadas".

Para empezar, Elsa Viegas, de la marca Bijoux Indiscrets, recomienda usar poca cantidad de producto y así probar los efectos, además de revisar los ingredientes. Si se entra en contacto con las mucosas de las zonas íntimas o el preservativo, "es clave que no contengan aceites o azúcares, tanto por el desequilibrio que pueda causar en el pH de la vagina, como por el riesgo a que se dañe el látex". Si uno cuenta con una buena guía y hace una lectura atenta de las instrucciones de uso, no debe haber problemas (lo mismo que sucede con las cremas para la piel). "Todos los ingredientes y fórmulas son probados y registrados antes de salir al mercado. Y se hacen tests de compatibilidad y envejecimiento, para garantizar la calidad y estabilidad de los productos", asegura Viegas, quien añade que en su marca, además, apuestan por el uso de materiales reciclables.

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