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Si de verdad te importa la ecología, busca esto

Guía para tener las cosas claras en el universo ‘bio’ y conocer qué características tienen los artículos con este sello y cómo se certifican

Cuando en una etiqueta leemos el término ecológico, de inmediato lo relacionamos con dos conceptos: calidad y respeto por el medio ambiente. La asociación no es caprichosa, responde a una realidad tangible. Los alimentos, la ropa o los cosméticos con este sello, o sus términos equivalentes (bio, eco, green), son productos elaborados con ingredientes naturales, en instalaciones que emplean energías renovables y en procesos que generan la mínima cantidad posible de residuos, entre otras características. Todo esto o lo sabemos o lo intuimos, pero, además, como consumidores que optan por compras verdes tenemos que tener la garantía de que lo que dice una etiqueta responde a la verdad. Ese aval es el que proporciona la certificación de un producto como ecológico.

Un consumidor con criterio debe poder tomar decisiones acordes con esa apuesta por los productos bio y para hacerlo es imprescindible conocer sus características más relevantes y cómo se certifican. El concepto eco significa lo mismo que orgánico, bio o green, y es mucho más que una moda, responde a una actitud vital. En las siguientes seis preguntas y respuestas intentamos resumir de qué hablamos cuando hablamos de productos ecológicos.

1. ¿Qué es un producto ecológico?

Un producto solo puede considerarse ecológico cuando ha sido certificado por un organismo con ese cometido, como ECOCERT. Un artículo que lleve este sello se distingue porque sus ingredientes tienen como origen la agricultura ecológica, es decir, han sido cultivados y recolectados respetando el equilibrio de los ecosistemas naturales y sin aplicar aditivos químicos prohibidos. Los ciclos de crecimiento son los normales en cada planta, de manera que puede desarrollarse plenamente, y la recolección se realiza en el momento óptimo.

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2. ¿Qué es un ingrediente ecológico?

Es aquel que procede de una agricultura ecológica. Esta modalidad de cultivo se distingue de la agricultura convencional en tres aspectos fundamentales: no emplea productos químicos sintéticos ni como fertilizantes ni para atajar las plagas, y por tanto se evita que lleguen a los consumidores; tampoco utiliza organismos genéticamente modificados; y además, prescinde de sustancias no presentes en el suelo.

3. ¿Bio es lo mismo que ecológico?

Es una de las dudas más frecuentes que se plantean los consumidores. Sí, es lo mismo. En el ámbito de la cosmética los términos orgánico, biológico y ecológico se usan indistintamente para referirse a los ingredientes empleados. Muchas personas también se preguntan si el hecho de que un producto sea bio significa que responde a una fórmula vegana, es decir, que no contiene ingredientes de origen animal o derivados. Ambos conceptos son independientes; la certificación ecológica no avala que un producto se ajuste a los principios veganos.

4. ¿Son artículos fiables?

Las entidades que otorgan el sello ecológico son independientes, no tienen nada que ver con los fabricantes, lo cual es una garantía para los consumidores. Son el equivalente a un tribunal de oposición: valoran y juzgan. Su función consiste en acreditar que un producto cumple con los requisitos ecológicos de una norma específica. En primer lugar, garantizan que un artículo está regulado y controlado; en segundo lugar, que respeta los requisitos ecológicos; y, por último, avala que el consumidor recibe una información transparente y clara.

5. ¿Cómo se certifican productos singulares como los cosméticos?

En Europa los organismos más importantes encargados de esta función son Cosmebio, BDIH, Soil Association, ICEA y ECOCERT. De todos, el sello que otorga ECOCERT es el número uno en el mundo con el 80% de las certificaciones ecológicas. Las cinco han presentado Cosmos Organic, la norma más completa en Europa para auditar este tipo de productos. Entre sus requisitos figuran la restricción en el uso de ingredientes derivados de petroquímicos y sintéticos, la obligación de que un 95% de los componentes vegetales sean de agricultura ecológica y que un mínimo de un 20% de los ingredientes totales tengan esa procedencia. Asimismo, las fórmulas solo pueden contener conservantes autorizados y perfumes 100% de origen vegetal.

6. ¿Los cosméticos se ensayan en animales?

Desde julio de 2013 está en vigor el Reglamento Cosmético que prohíbe la fabricación y comercialización en Europa de cosméticos cuya eficacia y toxicidad haya sido testada en animales, una característica que distingue a este sector de otros que todavía realizan estas pruebas. Las administraciones encargadas del control del reglamento velan por su cumplimiento. El certificado ecológico es, también en este sentido, una garantía para los consumidores: avala que un producto no haya sido ensayado en animales. La norma de la UE es una de las más avanzadas y exhaustivas del mundo que garantiza la seguridad de estos productos al imponerles unos requisitos muy estrictos.

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